Narrador

Lucía dejo de darle vueltas al asunto con Marco y se dispuso a seguir haciendo lo suyo.

Pasó el tiempo y Lucía se iba acostumbrando cada vez más a su empleo, sabía que el joven Marco llegaba muy tarde por las noches y eso aún la tenía muy intrigada, Lucía creía escuchar ruidos raros en la habitación de Marco y se sentía un poco celosa y no era sorpresa, ya que desde que llegó supo del rumor de que era mujeriego y un adonis, de todas formas no sabía por qué estaba celosa, pues nunca llegó a verlo con una mujer y desde que llegó a trabajar ahí, ella no había tenido muchas interacciones con él, más que cuando lo llamaba a comer o se decían los buenos días o tardes, Lucía no quería creer en que le estaba gustando ese hombre porque parecía ser frío y algo cortante con sus palabras.

Un día Marco se acercó a hacerle plática a Lucía y a ella se le hizo bastante fuera de lo normal porque desde que llegó a esa casa, él nunca había comenzado una conversación con ella

Marco: Hola, como estás Lucía?

Lucía: Hola joven Marco, estoy muy bien, gracias, y usted? ¿Qué necesita?

Marco: Qué, acaso no puedo hablarte sin necesitar nada?

Lucía: Perdón, no quise decir eso, pero usted nunca me había hablado entonces se me hizo un poco extraño

Marco: Bueno pues vete acostumbrando, ya que quiero conocerte un poco más, me tengo que ir, nos vemos luego

Lucía: Claro joven marcos, hasta luego.

Lucía seguía extrañada, pero no hizo caso y siguió con lo suyo...

A medida que pasaba el tiempo, Lucía y Marco seguían hablando constantemente, parecía que se habían convertido en unos muy buenos amigos, salían a pasear, cenaban juntos y cada uno iba conociendo mejor al otro

Por su parte, el señor Mauricio, padre de Marco se estaba dando cuenta de la amistad que estaban formando Lucía y su hijo y le pareció linda la situación, ya que él quería que su hijo al fin hiciera su propia familia y dejara de buscar mujerzuelas con las que pasar la noche, el señor Mauricio creía que Lucía era una buena chica, nunca le había faltado al respeto, era muy ordenada y obediente, el padre de Marco solo quería lo mejor para su hijo, pero no lo conocía tan bien y no se esperaba lo que haría tiempo después...

Lucía

Llevo tiempo conociendo al joven Marco y no es para nada como dicen los rumores, en este tiempo ha sido amable, lindo y atento conmigo, hasta he llegado a pensar que podríamos ser algo más que amigos, pero a veces siento que me estoy apresurando demasiado y podría ser que el no sea el hombre con el que estoy destinada a vivir por el resto de mi vida, y a veces siento que el es el indicado por que nadie antes me había tratado como el lo hace, me da muchos detalles y creo que me estoy enamorando cada vez más de el, quizás estoy pensando mucho las cosas y el solo me hable por amabilidad

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