El hijo arrogante del Ceo

Mientras más pasaban los días, Lucía se iba acostumbrando más a su hogar, parecía que ese error qué cometió en la cafetería le resultó para bien, pero le parecía raro que el señor Mauricio haya pedido qué trabajara sin paga por mancharle la ropa, pero ya trabajando, le diera un sueldo.

Lucía no quiso darle mucha importancia a eso ya qué creyó que solo necesitaba personal o era una persona humilde y amable

Cuando Lucía comenzó a vivir en la casa del Señor Mauricio se dio cuenta de que Marco su hijo no llegaba por muchos días y también le prohibían entrar a la habitación y el despacho del joven, esos lugares los mantenía limpios otra persona, pero, también llegaba muy tarde por las noches o Lucía asumía que era el, ya que a veces por la madrugada ella escuchaba un auto llegar y a una persona entrar dirigiéndose a la habitación del joven Marco, a ella le parecía muy misterioso ese hombre y mientras más sabia de el más intriga le daba por conocerlo en persona

Lucía no tuvo que esperar mucho por conocerlo porque, un día ella se encontraba limpiando la sala cuando escucho llegar un auto, se asomó por la ventana y vio a un hombre guapo, musculoso y alto pero sobre todo con una mirada muy profunda dirigiéndose a la entrada

Lucía hizo como si no lo hubiese visto y continuó lo que estaba haciendo, en unos segundos este hombre entro a la casa y se dirigió al despacho del Señor Mauricio, Lucía solo lo siguió con la mirada y al ver que entro al despacho del Señor, sintió curiosidad y quiso saber si el era el hijo del Señor Mauricio así que se percató qué no hubiera nadie más en la sala y fue de puntillas a pegarse en la puerta del despacho para escuchar

Estuvieron hablando por unos minutos y Lucía descubrió que ese hombre si era Marco el hijo del Señor, después de un tiempo Marco abrió la puerta de golpe para volver a salir y Lucía cayó al suelo sintiéndose nerviosa y con miedo ya qué la habían encontrado escuchando una conversación privada

Lucía muy nerviosa se levantó rápidamente y preguntó si no necesitaban nada, el joven Marco solo la miró de arriba hacia abajo y se marchó dejándole una mirada de rareza y confusión a la vez, después de que Marco se fue el Señor Mauricio le dijo que estaba bien y que podía retirarse, Lucía se marchó rápidamente con la cara enrojecida de la vergüenza y fue a su habitación rápidamente

Lucía sentía mucha pena ya qué al haber conocido al hijo del CEO de esa forma quiso desaparecer del mundo porque sentía mucha pena por como había sido su primera interacción con el

Lucía fue al baño y se mojó la cara en el lava manos para bajar un poco su temperatura y su notable enrojecimiento en el rostro y después salió a continuar con lo que estaba

Lucía no pudo dejar de pensar en el aspecto del joven Marco y le pareció alguien interesante y guapo, ella pensaba mucho en el y trataba de hacer esos pensamientos a un lado, pero parecía que estaba enamorada

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