Estaba sentada frente a él en su oficina... Su hermano estaba de pie frente a los amplios ventanales de cristal con los brazos cruzados al pecho y la vista fija en ella.
Estaba ansiosa... Apretaba la tela de su saya entre sus manos tanto que los nudillos los tenía pálidos.
- ¿Querías engañarme? - le preguntó sin alzar siquiera la vista de los papeles que leía - ¿De veras creíste que era tan idiota?
-N...no...es... - balbuceaba nerviosa - yo...
Él la miró fijamente y ella se tragó las palabras que apenas salían de sus labios
- En efecto es mi hija... pero tú no eres su madre... - frunció el ceño y la miró de tal manera que la joven se estremecía - ¿Quién eres? ¿Dónde está la verdadera madre?
- ¡No lo sé! - admitió jadeante - Mi tía antes de morir solo me dijo que la cuidara, que era tu hija.
- ¿Quién era tu tía? ¿De dónde me conocía?
- Tampoco lo sé, solo me contestó que la madre te había conocido en un bar, que la niña era un error de ese encuentro y que la madre había muerto... - comenzó a llorar - De veras que no sé nada más.
Él se puso de pie y le dio la vuelta al buró y se apoyó en él.
- ¿Entonces ideaste un plan para obtener ganancias? ¿Es eso?
La joven asintió rápidamente... tenía mucho miedo en ese momento. Juntó las manos y con voz temblorosa le suplicaba
- ¡Quédate con la niña! ¡Pero no me mandes a prisión!
- No pienso hacerlo... pero es más que obvio que mi hija estará conmigo... Sobre todo si su madre falleció. Pero voy a indagar hasta el final... sobre este asunto.
Ella asintió nuevamente con la cabeza y él se acercó a su hermano
- ¡Sácala de aquí! ¡No quiero volver a verla!
Entonces su hermana la llevó a fuera.
Mientras la conducía por el pasillo Nikki coincidió con ellos... La joven iba llorando con la cabeza gacha... el ignoró a su cuñada... Y a ella le pareció extraño...
Ella iba a saludarle... pero le vino un recuerdo a su cabeza, algo fugaz... ya conocía a aquella chica... la había visto antes en casa de una amiga de su madre.
El secretario Lin se acercó a ella... La notó confundida
- ¿Se encuentra bien señora?
Nikki salió de sus pensamientos
- ¿Qué? - preguntó salida de casillas
- ¿Le preguntaba si usted se encontraba bien?
- ¡Ah! ¡Sí! - intentó sonreír - Voy a la sala de reuniones, la señorita Cobas espera estos informes - señaló unas carpetas
- Déjeme a mí - las tomó - yo las llevaré
- Muy amable de su parte, gracias
Y se retiró de allí dejando los documentos en manos del secretario de su esposo sin ella saberlo.
...****************...
- ¿Te encuentras bien? - le alcanzó Susan al lavado
Ella se lavaba el rostro
- Sí... Bueno no del todo - rectificó mirándose al espejo - ¿Alguna vez has olvidado algo y luego te viene a la mente en pequeñas partes?
Susan se quedó pensativa
- ¡La verdad es que no! ¡Nunca me ha sucedido algo así! ¿Te refieres a déjà vu? - le preguntó extrañada
- No es tanto así...es como si mi cerebro intentará recordar algo... pero...mmm…- buscaba como describirlo con palabras - No lo recuerda todo y solo veo partes...
- Es extraño lo que me dices y no te entiendo - se quejó Susan - ¿Eres amnésica? ¡Solo así tendría explicación!
Nikki estaba confundida
- ¡No me hagas caso! ¡Volvamos a trabajar!
Ambas se sentaron tras su buró y prosiguieron en su trabajo.
Un rato más tarde la señorita Cobas entraba como huracán al departamento... Se detuvo y miró fijamente a Nikki como si quisiera matarla...
¿Y ahora que le había pasado?
...****************...
- ¿Quieres ser diseñadora verdad? - le preguntó casi burlonamente - ¡Está bien! Tengo que cerrar este trato - le lanzó una carpeta literalmente sobre la mesa - ¡Ve! Si lo logras, serás ascendida
- ¿Un trato? - le preguntó extrañada
- ¡Así es! Ve y habla con esa persona, dile por qué debe comprar nuestras joyas y si lo cierran, a partir de mañana serás diseñadora en vez de la chica aprendiz... ¿Te parece bien?
- Pues, gracias por la oportunidad - tomó la carpeta - No la defraudaré
La señorita Cobas se sonrió burlonamente...
- ¡Está bien! ¡Ahora ve!
Nikki salió con la carpeta apretada al pecho.
- ¿Vas a salir? - le preguntó Susan al verla coger su bolso
- Sí, debo ir a convencer a un comprador... Si lo logro seré diseñadora y dejaré de llevar cafés
- ¿Y te lo dio tan amablemente? ¡Yo juraría que te está mandando a matar! - le alertaba
- ¡No seas así! - le regañaba - Me está dando una oportunidad
- O te está apartando del medio por algún maquiavélico motivo
Nikki volteo los ojos divertida
¡Su amiga era muy ocurrente!
¡Y ella muy inocente!
...****************...
Llegó al lugar donde la habían enviado... No era precisamente una joyería... más bien parecía un lugar de aquellos donde se reunían mafiosos o algo así...
Entró al lugar con la sensación de que debía estar alerta... allí había varias parejas disfrutando del momento y más al fondo rodeando una mesa de billar había unos hombres apostando, bebiendo y fumando...
- ¿Qué tenemos aquí? - le admiró con malicia un tipo robusto y sin gusto estético... se le notaba el mal vestir - ¿Te has equivocado de lugar preciosa?
- Estoy buscando al señor ... - miró el nombre en los documentos - Daniel de la Torre
- ¿Y para qué lo buscas? - preguntó otro hombre un poco más joven y con la misma pinta de matón que el otro.
- Necesito convencerlo de que cierre un trato con Joyas Castell y Asociados
El más joven soltó una risa burlona y pegó a una de las bolas de billar...
- No creo que eso sea posible
- ¿Es usted el señor de la Torre? - le preguntó Nikki al verlo tan seguro de lo que decía.
- Sí, yo soy... pero no me interesa comprar esas prendas que me ofrecen - le miró por unos segundos
- Debería saber que nuestras joyas son de la mayor calidad, las piedras y materiales que utilizamos para sus confecciones son auténticos y...
- Ya sé que son auténticos - le cortó mientras le pegaba a otra bola de billar. - pero el precio es muy exagerado
- Señor, disculpe, - se le acercó un poco - Nuestra compañía ofrece precios según la calidad de sus joyas y otros productos, también depende del tipo de contrato que usted...
- ¡Basta! - le gritó el hombre - ¡Aunque renové contrato con ustedes me suben el interés sin previo aviso!
- ¿De qué habla usted? - extrañada
- ¿De qué hablo? - se le acercó demasiado por lo que Nikki dio un paso atrás - ¿Acaso no te han informado? ¿Eres nueva en el mercado?
- Pues la verdad es que sí... pero...
El hombre acarició entonces el cabello de Nikki, ya que lo llevaba suelto, ese gesto la hizo guardar silencio
- Me gustas...
- Perdone señor,, pero creo que usted se equivoca... - intentó apartarse de él pero este la tomó por una muñeca y la atrajo hacia él...
- No creo que me esté equivocando... - la apretó contra su cuerpo
- ¡Soy casada! ¡Suéltame! - intentaba soltarse
Entonces los otros hombres que estaban en la sala salieron y cerraron la puerta tras sí
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