CAP 12

El rumor se esparcía como pólvora... El señor Castell estaba casado... Pero... ¿Si así era, por qué no llevaba anillo?

Todos hablaban sobre eso...

- Te digo que estuvo la reunión para hablarle a su esposa - le comentaba a la señorita Cobas

Ella quedó pensativa por un momento... No podía creer lo que escuchaba

- ¿Dices que detuvo la reunión con los asociados para responder el teléfono? - extrañada

- ¡Así es! - le comentaba uno de los presentes en la reunión - ¡Yo mismo fui testigo! ¡Sonreía como tonto!

- Pero... ¿Por qué mantener en secreto una esposa? - aquello le causaba curiosidad.

La verdad era que a la señorita Cobas siempre le había gustado el señor Castell... ¡Y a quién no! Era joven, guapo y millonario... uno de los solteros más cotizados de aquella enorme ciudad. Era un hombre muy apuesto, alto, de cabellos negros y flecos traviesos que jugaban sobre una frente plana, su cuerpo atlético, con todos esos músculos bien definidos sin exagerar... Sus ojos rasgados y su nariz perfecta... sus labios... en fin... era una delicia solo mirarlo…

¿Qué mujer no iba a suspirar por él?

- Averigüe un poco más, quiero saber quién es la esposa misteriosa... - dijo con algo de malicia

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Velas aromáticas... Vino tinto... Flores...

El ambiente era bastante romántico para ser solo una cena de agradecimiento.

- Has llegado - le recibió sonriente. Llevaba un juego de short bastante moderno, de patas anchas que lucía como una saya, y la blusa anudada sobre el abdomen dejando ver parte de este - Te he esperado un buen rato

- Lo siento - le besó la frente - Hoy demoré un poco más de lo previsto

- ¿Vas a ducharte primero o vamos a cenar?

- Cenemos por favor - le sonreía como tonto - No quiero seguir dejando enfriar lo que has preparado para mí.

Entonces él le pasó un brazo sobre los hombros y se dirigieron al comedor.

- ¡Vaya! - admirado de lo que veía - ¡Sí que te has esforzado!

Le abrió una silla para que se sentara y luego se acomodó él.

- Debo agradecerte

- ¿Por qué? - servía el vino

- Realmente muchas cosas buenas están sucediendo en mi vida desde que te conozco

- Son imaginaciones tuyas... Yo solo te estoy haciendo ver lo que puedes lograr si te lo propones.

Ella negó con la cabeza después de dar un sorbo al vino.

- No es así, primero aceptas casarte con una completa desconocida, luego aparece un donante para Chispitas y alguien anónimo paga todo el tratamiento, ahora formó parte de diseños en Joyas Castell y Asociados... Todo es un sueño.

Comienzan a comer y la conversación fluía cálidamente... Ella estaba más que agradecida con él...

- La verdad... Nikki... quería darte hoy algo

- ¿Algo más? - le miró asombrada

Él fue hasta el saco que había dejado en el sofá y regresó con una rosa roja aterciopelada.

- ¿Qué es? - la tomó con sumo cuidado

- ¡Ábrelo! - le invitó

Ella así lo hizo y lo que vio la dejó boquiabierta

- ¡Es una alianza matrimonial! - era tanta la emoción que sus ojos dejaron escapar unas lágrimas

- Quiero que seas mi esposa... - hizo una pausa para secar las lágrimas y poner el anillo en el dedo anular - Quiero que seas mi esposa de verdad.

Ella lo miró con ternura... Sabía lo que implicaba ser "su verdadera esposa"

Suspiró...

Entonces tomó entre sus manos delicadas su rostro varonil, ya que aún seguía de cuclillas frente a ella y depositó sobre sus labios un beso dulce y gentil...

- Sí, quiero ser tu esposa.

Entonces Fabio sintió como si todo se hubiera detenido por un segundo... la alzó en sus brazos y la llevó hasta su habitación... Apenas habían probado unos bocados...

Abrió con un pie la puerta y la depositó sobre la cama... La llenaba de besos ... Su cuello... sus hombros...su pronunciado escote...

Abrió la blusa y dejó sus pechos al descubierto... Eran perfectos... Todo en ella era perfecto... Se desvistió también él... besó su empeine..... sus piernas... la cara interna de sus muslos... Su vientre... ella estaba lista para él... Era su primera vez... O al menos eso ella pensaba...

Él entonces entró despacio con miedo a lastimar... entonces ella cerró los ojos para sentirlo y...

¡Recordaba algo así!

Había un cuarto en penumbras... Alguien la besaba... La poseía... se sentía igual... Lo apartó bruscamente...

- ¿Te estoy asiendo daño? - se asustó un poco

Ella jadeaba...

Se puso de pie y miró la sábana... No había sangre allí... ningún indicio de su virginidad....

Entonces... Roberto no mentía... Ya ella había estado con alguien....

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