Investigación.

[Hola, ¿qué tal?, una gran disculpa por mis días de ausencia, pero estoy de vuelta, recuperada y dispuesta a seguir subiendo más capítulos, gracias por comprender, esperar y brindarme su apoyo, mil bendiciones mis bellas lectoras].

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Elián

Al llegar al comedor, mi hermana se levantó para abrazarme e intento acercarse a Zazil, pero al ver que no levantaba la mirada y mucho menos la sostenía.

Y para evitar que se incomodaba me acerqué, tomándola del brazo con delicadeza la guie hacia la silla, la ayude a sentarse para después sentarme yo, en el lugar de siempre.

— hola Zazil, me llamó Ellen, pero puedes llamarme Éll o tal vez, ¿cuñada?— al escuchar a mi hermana, el agua que estaba tomando del vaso se me atoro provocándome una tos que ahogaba.

— ¡Ellen!— grité un poco molesto, volteé a ver a Zazil quien estaba sentada cerca de mí y con sus ojos muy abiertos — disculpa, pero mi hermana es un poco impredecible Zazil, solo, solo siéntete en casa— ella asintió sin voltear a verme; vi por algunos segundos a mi hermana y solo negué por sus palabras tan desatinadas.

En este momento yo no buscaba ningún romance con nadie y menos con Zazil; y puedo asegurar que ella tampoco está en busca de amar, ella solo busca venganza, por tanto sufrimiento causado a manos de un solo imbécil.

Al terminar de cenar, una de las mucamas llevó a Zazil a su habitación, así que al estar a solas en el comedor de inmediato contacte a Paúl quien al tercer tono contesto.

📲 ¿dígame patrón?

📲 Paúl, necesito que investigues a alguien.

📲 dígame, ¿quien es?, y en este momento comienzo.

📲 su nombre es Zazil Xul y quiero saber absolutamente toda su vida sin omisiones.

📲 entendido señor Makris, deme un par de días y le tendré todo lo que me pide.

📲 no tengo días Paúl, solo horas, sé que lo lograrás.

📲 no lo defraudaré patrón.

📲 lo sé Paúl, por eso aún trabajas para mí.

Al colgar, me puse de pie y salí de casa, tenía asuntos pendientes con Ciro y castigarlo por sus asquerosas bajezas que se atrevió a hacerle a Zazil.

Subí a la camioneta yéndonos a toda velocidad, el camino fue muy corto, al bajar de inmediato entre a la bodega, y ahí estaba ese imbécil, aun atado a la silla y con el rostro inflamado, ya que al saber lo que hizo, no dude en decirle a mis hombres que le dieran una calentadita.

Y con solo verlo mi furia crecia, quite mi saco mientras caminába hacia él, desajuste los botones de las mangas de mi camisa y al comenzar a remangarlas, escuché su voz.

— ¡suéltame!— y sin cruzar palabra con ese malnacido; a puño limpio lo golpeé varias veces hasta que me canse.

Me alejé un poco de él, mientras lo veía escupir sangre por su boca — y, ¿qué te hace pensar que te dejaré libre?— lo escuché quejarse por los golpes — tienes cosas pendientes Ciro y tu vida, ahora me pertenece.

Abrió sus ojos hasta soltar una carcajada— yo no tengo nada de pendientes y si lo dices por el dinero, ya te repetí que mi mu…— y antes de que terminará de hablar, saque mi arma y lo encañone.

— cierra tu asquerosa boca imbécil, el dinero ya no importa, puedo recuperarlo en solo una hora— con la punta de mi arma se la restregué por su mejilla hasta llegar a su boca— hoy puedo afirmarte que pagarás por haberte aprovechado de una mujer y puedo asegurarte que ella jamás fue tu mujer.

En su rostro se reflejaba el terror de que terminaría con su vida, pero esto apenas recien comenzaba, bese su frente y apreté el gatillo, lo escuché gritar por lo que sucedía, ya que fue un tiro nulo.

Me alejé de él, y mis hombres de inmediato montaron la mesa con mis juguetes de tortura, y al observar cada utensilio, desajuste mi corbata hasta quitármela, desabotone los dos primeros botones de mi camisa para sentirme cómodo, estaba más que listo para iniciar la carnicería.

— ¡¿harás todo esto, por una maldita prostituta?!— me grito y no sé porque, pero me hervía la sangre que su asquerosa boca se refiriera a Zazil— ¿qué, también te ofreció sus servicios?.

Y antes de poder contestarle, tome lo primero que mi mano sujeto, encajándolo en su pierna con fuerza, lo removí mientras escuchaba sus gritos que era una bella melodía para mis oídos.

— no te permitiré que hables de ella y cada que lo hagas, creeme que te irá peor— saque el cuchillo de su pierna y lo enterré con furia en su entrepierna— si tú crees que sabes jugar, hoy te demostraré como es que se mueven las piezas.

Seguí removiendo el cuchillo, disfrutando como nunca, me incorporé y lo golpee con mi arma, estaba fastidiado por sus gritos tan escandalosos.

— ¡cállate Imbécil!— regrese a la mesa, tome un mazo entre mis manos, me acerqué de nuevo a Ciro, listo para dar el primer golpe — me encantará oír que supliques por tu asquerosa vida.

Levante mis brazos para iniciar, cuando la voz de uno de mis hombres me interrumpió— ¡patrón!.

— ¿qué quieres Axel?, estoy ocupado— se acercó a mí con el teléfono en la mano.

— lo llama Paúl— asentí, voltee a ver a Ciro y le di un golpe con todas mis fuerzas con el mismo mazo.

Y mientras el gritaba, deje caer al suelo el mazo, tome el teléfono caminando hacia la salida.

📲 ¿dime que lo tienes?.

📲 si, lo tengo, pero lo que encontré es un bonus extra, y sé, que le interesará.

📲 ya veremos Paúl, te veo en diez en la casa.

Y solo corte la llamada, regrese por mi saco y antes de irme, les di órdenes que lo torturaran un poco.

Subí a la camioneta y nos fuimos a alta velocidad, estaba ansioso por lo que leería, pero también por lo que mencionó Paúl.

Al llegar, él ya estaba esperándome al pie de la puerta, baje y lo saludé, de inmediato entramos para ir al despacho.

Me senté y el frente a mí deslizó una carpeta la cual abrí sin esperar más tiempo; comencé a leer y venía todo lo que ella ya me había dicho, pero agregando la información sobre sus hermanos y su paradero después de que ella salió de México.

Me hirvió la sangre al saber que ese hijo de puta, no le entregaría a su hijo, sino que iba a entregarla de nuevo con el culpable de sus desgracias, venía anexada la cantidad exacta por la que se vendió Ciro y en verdad era una miseria.

No pude controlar mi enojo, arrugue las hojas y solo di un golpe al escritorio.

— Paúl, quiero que busques al tal Claus— el asintió y de su mochila saco otra carpeta.

— de eso es lo que te hablaba, pero necesito que veas y leas el contenido de esta carpeta— asentí y de inmediato la agarré.

Al abrirla, venía toda la vida de ese imbécil, de su trabajo, mujeres y lo que hizo en el tiempo que vivió con Zazil, venía adjunto las fotos de cada integrante de su miserable familia, pero al pasar cada foto me detuve en la imagen de un pequeño y por su cabello oscuro y sus ojos, entendí que era el pequeño Ramsés.

Suspire mientras guardaba en mi bolsillo la fotografía del pequeño, seguí leyendo, pero esta vez era la escasa información de Eloy, arrugue mi entrecejo y voltee a ver a Paúl.

— Paúl, ¿qué es esto?— solo asintió y sin decirme una palabra, de su chaqueta saco una fotografía y me la entrego.

Al verla, me quedé sorprendido, estupefacto y lo que le sigue, como era posible que nunca dimos con ese maldito imbécil.

— antes pudo cubrir sus huellas por qué sabía que usted lo buscaría, pero ahora no lo vio necesario.

— quizás Paúl, pero ahora que lo hemos encontrado, pagará por todo, por lo que le hizo a mi hermana y Zazil, y créeme que lo haré que supliqué para qué termine por su vida.

Destroce la fotografía de ese hijo de puta. Movilice a mis hombres para que lo mantuvieran vigilado, pero antes de cualquier paso que pueda dar, primero tendré que hablar con Zazil sobre toda esta mierda.

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