capítulo 3

Por Soledad.

Cristina me abre paso a la oficina. Es amplia y luminosa, muy masculina para mi gusto, pero va con él. Su perfume invade el lugar y mi cabeza no puede más que tomarlo como su aroma preferido. No podía ser de otra forma, como la primera vez que lo vi, me quedo muda y paralizada. Sus ojos miel tienen un brillo especial. Lo veo recorrer mi cuerpo con su mirada, y debo reconocer que no me quedo atrás. Se pone de pie y gira el escritorio para recibirme. Viste un traje azul noche q le queda a la perfección, su pelo corto y su barba de días no hace más que completar el excelente porte. Definitivamente este hombre no puede estar más bueno.

Nos quedamos frente a frente observándonos, no sé cuánto paso, pero ambos estamos mudos. El sonido de la puerta nos saca de nuestra burbuja. Ambos tocemos incomodos. Nos saludamos con un asentimiento de cabeza y me ofrece sentarme, mientras hace pasar a la persona que llama a su puerta.

-     Señor Carson, disculpe que lo interrumpa, el señor Lazarte quiere hablar con usted. Le di- Bruno la interrumpe, su expresión cambio totalmente a una de total enfado.  

-     No. Dile que no, que estoy ocupado, luego hablare con él. Y tráenos algo de beber por favor – se dirige a mí. la mirada le vuelve a cambiar,- quieres un café, té o algún jugo?

-     Un café estaría bien, pero no quiero interferir en su trabajo señor Carson, puedo venir otro día,- digo con pena, no quisiera q su trabajo se atrasara y además por su expresión anterior parecería que es grave.

-     De ninguna manera,- dice mirándome fijo a los ojos, y con tono seductor - nada es más importante en este momento que nuestra reunión, y por favor llámame Bruno.

-     De acuerdo Bruno,- digo y me sonrojo, Dios que me pasa? este nombre está haciendo que pierda mi enfoque, contrólate Soledad!!.una vez Cristina abandona la oficina, se sienta frente a mí. Nos separa el hermoso y moderno escritorio de vidrio, puedo ver su postura completamente relajada. sus piernas cruzadas, su espalda apoyada sobre el respaldo, su porte sexy y masculina. basta por favor Soledad me grito internamente y me obligo dejar los pensamientos de lado. A trabajar niña! Grita mi conciencia.

-     Bueno Bruno- digo tratando de no hacer notar mis nervios- me citaste por la fiesta anual de tu empresa. Lo que me intriga es porque solicitaste mi presencia, hubo algún problema con mi socia?

-      Directa, me gusta.- dice sin quitar sus ojos de los míos- no, nada, absolutamente ningún problema con ella, solo que no escuche tus ideas, y me pareció prudente tener esta reunión solo contigo. Tiene algún problema con eso? –dice con total tranquilidad, y sin dejar de mirarme –

-     No. Para nada, solo quería estar segura que no haya ningún inconveniente con alguna de nosotras. Y estando todo aclarado. Comencemos con el trabajo, te parece?

-     Me parece genial Soledad. – me muestra una sonrisa completa a la que correspondo.

La reunión fue muy productiva. Las ideas fluyeron y se complementaron de una manera excelente. Bruno estuvo de acuerdo con casi toda la sugerencia y con las que no estaba convencido hacia su aporte, que a decir verdad, eran muy buenas también.

Miro mi reloj y me quedo asombrada ya son las 19.45 hs. Han pasado 3 hs!!! .

-     OHH, mira qué hora es ya! se hizo muy tarde!  perdona por ocupar tu tiempo. –digo entre sorprendida y avergonzada

-     Nada de eso, hace mucho tiempo no tenía una reunión tan agradable. –dice mirándome y haciendo que me sonroje.

-     Y productiva!! – agrego – creo ya con esto no necesitamos más que una reunión para finiquitar algunos detalles cerca de la fecha del evento-. Su sonrisa desaparece.

-     Entonces Soledad no voy a tener otra opción que controlarte- dice con sus ojos en los míos y una voz seductora.

Por Bruno

No puedo dejar de mirarla. Desde que entro a la oficina no puedo hacer otra cosa.  Me pierdo en sus ojos, su pelo, su cuerpo, su forma de vestir y de moverse. Es perfecta a mis ojos, es todo lo que me gusta en una mujer.

Soledad hace que me olvide de Valentina y eso, aunque me gusta, me paraliza. No debo,  pero no puedo evitar sentirme atraído hacia ella. Hace q me olvide de todo.

También es muy buena en su trabajo. Cuando me pregunto si tenía algún problema con su socia no dude en mentirle y decirle que quería escuchar sus ideas, cuando en realidad lo único que deseaba era verla. Pero debo reconocer que todo lo que me propone para el evento me encanta, solo sugerí cambiar algunas cosas al gusto de mi madre. Ella seguro estará encantada con Soledad. Ni se por q pienso en eso.

La escucho hablar de su trabajo con tanta emoción que me contagia. De pronto mira su reloj y con cara de asombro dice.

-     OHH, mira qué hora es ya!! se hizo muy tarde!  perdona por ocupar tu tiempo. –miro mi reloj son las 19.45. el tiempo pasó rapidísimo con ella.

-     Nada de eso, hace mucho tiempo no tenía una reunión tan agradable. – le digo mirándola. La veo sonrojarse, me encanta.

-     Y productiva!!  creo ya con esto no necesitamos más que una reunión para finiquitar algunos detalles cerca de la fecha del evento- dice animada. Mi sonrisa se borra al darme cuenta que, al estar casi todo definido, no habrá más excusas para vernos.

-     Entonces Soledad no voy a tener otra opción que controlarte- es lo primero que me viene a la mente para poder tenerla cerca, por su mirada veo que no le gustó mucho mi comentario- bueno, no exactamente a ti. O mejor dicho... creo q cada vez la embarro más, perdón – ella ríe sonoramente, lo que hace que mi cuerpo reaccione como hacía mucho no pasaba. – qué te parece si te invito a cenar? – le digo con más entusiasmo del que debiera.

-     Te agradezco Bruno, pero no.- la miro con decepción y antes que pudiera insistir dice,- ya tengo un compromiso, si quieres puede ser otro día y te comento los avances así puedes controlarme. – dice con una sonrisa burlona

-     Genial!!. Me encantaría cenar contigo, pero no será para hablar de trabajo- digo con mi mejor sonrisa. –

Nos despedimos con un saludo de manos y quedamos en hablarnos para coordinar la cena.

No puedo dejar de sonreír, quizás mis amigos tengan razón y debería intentar seguir con mi vida. Y puede que Soledad sea  la indicada.

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