La Desaparición de Amalia

Finalmente Amalia se fue con Simón, a través de la ventana Bruno pudo observar y apretó el puño con coraje, pues si el descubría que la golpeaba seguramente le partiría la cara...

Amalia al subirse al auto notó a Simón más tranquilo, pero con el nunca se sabía, en el transcurso del camino recibió una llamada...

📞 ¿Que quieres?...

📞 Hermano se me olvidó comentarte algo ayer...

📞 ¿Ahora que?...

📞 Ayer tu mujer fue a un evento o algo así, por qué traía un vestido entallado y escotado...

Al escuchar eso Simón la volteó a ver y ella se asustó porque traía una cara furiosa y de querer matarla...

📞 Ok, gracias

Dijo Simón y colgó, aceleró al auto y llegaron más rápido, Amalia estaba asustada, ¿Que pasó en esa llamada que lo puso así?...

— Quieres revolcarte con ese maldito abogado verdad?...

Dijo Simón con furia y comenzó a aventar cosas...

— No, ¿De que estás hablando?...

— ¿Ah no?, y ¿Por qué te fuiste vestida como una zorra ayer?...

— Era una fiesta, tenía que ir vestida elegante...

— Tienes mil cosas para ponerte y decidiste usar vestido?...

Dijo Simón comenzando a acorralarla a la pared...

El pego en la pared con su puño, la tomo del cuello y la comenzó ahorcar, después de unos momentos la aventó al suelo y ella comenzó a toser, su ira de Simón al saber que Amalia se fue así vestida hizo que entrara en locura, así que cuando miro que Amalia estaba en el suelo la comenzó a patear en repetidas ocasiones, Amalia estaba harta y cansada, todavia no se recuperaba de sus heridas anteriores y ya estaba recibiendo otras...

Simón se había vuelto loco, le dio varias bofetadas y al finalizar le dio una patada más que la dejo inconsciente...

Pero lamentablemente para Simón esa vez Amalia ya no despertó, estaba desmayada y él se asustó, rápidamente la levantó y la puso en la cama e hizo una llamada misteriosa...

Al día siguiente Bruno llegó un poco tarde, tuvo que recoger unos papeles y cuando llegó notó que Angelo estaba solo...

— ¿Y la señorita Amalia?...

— No ha llegado señor...

— Ya es un poco tarde...

— Sí señor, pero no tengo forma de localizarla no tiene celular...

— En este siglo ¿Quien no tiene celular?, por dios!

— Lo sé señor, pero no creo que sea por Amalia...

— Claro que no, evidentemente es por su esposo y además está incumpliendo el contrato... lo llamaré si Amalia no llega!

Bruno estaba molesto, se metió a la oficina y todo el rato no pudo concentrarse, Amalia no estaba y eso le preocupaba pues el día anterior había llegado con golpes, temía que Simón le hiciera algo...

Mientras tanto en la casa de Simón, llamó a un médico clandestino para que revisara a Amalia, ya lo había hecho en repetidas ocasiones, el médico lo miro mal, pero al final era cómplice...

— ¿Cómo está?...

— Está estable, pero tiene varias fracturas y no podrá moverse... esta vez te pasaste Simón, solo por qué eres hijo de tu difunto padre que era amigo mío, si no créeme que no te ayudaba! la próxima vez tienes que frenarte o la terminarás matando...

El médico tomo su maletín y salió muy molesto de la casa de Simón...

Simón se quedó al lado de Amalia, no entendía porque era tan bruto con ella si en el fondo realmente estaba enamorado, solo que tenía mucha ira en su corazón y odio...

Bruno mientras tanto espero lo necesario, Anna entró a su oficina...

— ¿No llego Amalia?...

— No...

— ¿Ya no vendrá?...

— Eso es lo que voy a averiguar!

Bruno tomó su saco

— ¿A donde vas?...

— A buscarla a su casa!

— ¿Que?...

Dijo Anna sorprendida

Bruno salió y ya lo estaba esperando Angelo...

— Vamos!

Ambos salieron, Anna se quedó muy sorprendida y confundida

Llegaron a casa de ellos y comenzaron a tocar muy fuerte, Simón se pudo asomar un poco por la ventana y vio que eran ellos, el volteo a ver a Amalia que estaba completamente dormida y se preguntó cuál era el interés de Bruno hacia ella, o si realmente lo hacía por el dichoso contrato...

Simón ni abrió y eso le dio pie a que tanto Bruno cómo Angelo sospecharan más...

— Tal vez salieron señor... deberíamos volver más tarde...

Dijo Angelo

Evidentemente Simón se sentía muy poca cosa al lado de Bruno, él era un hombre exitoso, millonario, atractivo y con un ego impresionante...

— Tienes que despertar y recuperarte si no ese tipo nos va a hundir...

Dijo Simón susurrando y mirando a Amalia...

Al regresarse Bruno se quedó aún más inquieto, Anna inmediatamente lo notó y fue hacia su oficina, adentro estaba un abogado...

— Si no tienes la información completa no me vengas a preguntar nada!!!

Dijo Bruno gritandole al abogado

— Lo siento señor con permiso!

— Bruno, ¿Que pasa?... — Preguntó Anna

— Nada!, estoy estresado y quiero estar solo! — Respondió alterado

Anna se dio la vuelta para irse pero se detuvo

— ¿Es por ella verdad?...

— ¿Por quien Anna?, ¿Por quien?...

— Por Amalia... ¿Fuiste a buscarla no?.. ¿La encontraste?...

— No, no la encontré...

— ¿Esa es la molestia?... ¿Que no la encontrarás?...

— Estoy preocupado nada más...

— ¿Y desde cuándo te preocupas tanto por la gente?...

— Anna, ¿Que clase de persona crees que soy?...

— Precisamente porque te conozco, es por qué te digo... ¿Por qué te molesta tanto?...

— Anna me preocuparía por cualquier mujer, por tí, por Aurora, en este caso es ella y nosotros somos abogados, la podemos ayudar!

— Está bien, ¿No la encontraste por qué?...

— No abrió la puerta de su casa...

— Bueno, tal vez se fueron de vacaciones o salieron a algo...

— Ella tiene un contrato conmigo, en donde dice que tiene que laborar conmigo por un año de Lunes a Sábado...

— ¿1 año?... ¿No te parece mucho tiempo?...

— Mira Anna tengo trabajo, después hablamos ¿Sí?..

Anna asintió y salió de la oficina

Bruno estaba molesto, además y estaba acostumbrándose a las pláticas con Amalia y a su alegría por los pasillos, salió un momento de su oficina y escuchó una conversación de Angelo...

— ¿Y la señorita Amalia?...

— No hoy no vino...

— Que lástima, es la que le da alegría a estos corredores tan fríos...

— Sí, además me aconseja siempre en cosas que le platicó — Dijo otra persona que estaba ahí...

— Lo sé, pero esperemos que mañana venga, tranquilos — Respondió Angelo

Bruno apretó los puños, regreso a su oficina, se sentía con impotencia por no saber nada de ella...

Al día siguiente llegó temprano, y notó que Amalia no estaba...

— ¿No llego?...

— No señor, no llegó...

— ¿Ni llamo para reportarse?...

— No señor...

Él no dijo más y se metió a su oficina, cerró los ojos y se acordó de su sonrisa y su alegría, además de aquel sueño que tuvo con ella y la suavidad de su mano en aquel accidente...

Se asomaba y se asomaba, Angelo le hacía señas con la cabeza de que no llegaba, Anna pudo notar que el seguía inquieto por su desaparición...

Finalmente salió con Angelo nuevamente a buscarla a casa, pero como pasó el día anterior nadie abrió, Bruno se molestó mucho, tanto que Angelo se sorprendió de la actitud de su jefe que jamás había tenido por nadie...

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