Indudable Evidencia

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Kira Volkova era mujer estricta, ambiciosa y cruel, antes de casarse con Damiam Volkova Kira era de economía baja, casi en la miseria, trabajaba como empleada de servicio en la mansión del padre de Anton el mafioso y allí conoció al padre de Gavril atrapándolo consiguiendo que este se casara con ella.

"Gav, tienes que divorciarte de esa mujer que no es capaz de retener a tu hijo 9 meses, es una basura" Dijo Kira a su hijo a través de la línea telefónica.

"Madre no me divorciaré podemos adoptar ¿Qué te parece?"

"¡Nunca Gavril Volkova! Para qué todo el imperio sea tuyo, tienes que tener hijos propios, nunca aceptaría a un huérfano" Dijo Kira enojada.

"Elena es mi esposa, tu misma la escogiste, no la abandonaré como dices tú ¡Nunca!" Advirtió Gavril, mientras observaba el escenario la presentación de Valentina que llevaba una lencería blanca transparente que dejó a todos locos.

"Mira Gavril, escúchame si tú... Gavril, Gav... Maldito muchacho me colgó" Se enojó Kira lanzando el teléfono fuera de su vista. Si Gavril tenía un hijo ella sería mucho más rica y tendría más poder en la familia y en las empresas.

En la casa roja Anton no podía creer que su primo hubiera comprado una de sus mujeres, sabía que el hombre desde que se estaba casado había dejado sus andanzas de mujeriego para dedicarse por completo a su esposa, entonces supo inmediatamente que algo estaba tramando, tenía que ser astuto para que no sospechara que las mujeres eran secuestradas.

"Ve con la virgencita y le dices que tendrá que hacer y decir todo lo que queramos o si no su familia en Colombia se muere ¿Tenemos toda la información de su familia?" Preguntó Anton.

"Si señor enseguida"

En ese instante Gavril ingresó a la oficina "¿Dónde está? Me la llevo"

"Hola primo, ¡Vaya! Creí que estabas tan enamorado de la linda e inservible Elena que nunca la engañarías" Dijo Anton provocando a su primo.

"La compré, ahora es mía y lo que haga con ella no es de tu incumbencia ¿Dónde está?" Preguntó Gavril.

"Te equivocas Gav, como no vienes seguido no conoces las reglas, la chica no es tuya sigue siendo mía únicamente te vendí su virginidad, ahora cógetela y lárgate de mi casa" Dijo Anton riendo.

Gavril le devolvió la misma sonrisa burlesca "Me la vendiste, eso esta claro, no te hagas el listo conmigo, no te queda, ahora dame a la golfa y me voy de tu mierda"

"Bien, no sabía que te gustaba tanto la virgen, es por que nunca te has cogido a una, ¿Lena tampoco lo era cierto?" Preguntó Anton irritando más a Gavril.

"Una palabra más sobre mi esposa y te juro que la próxima vez que te rías no habrá ningún diente en tu boca, ahora vuelvo y te pregunto ¿Dónde está lo que compré?" Preguntó Gavril, entonces Anton dejó de jugar porque sabía que su primo cumpliría su promesa.

"Ella recibiría una comisión de lo que pagaste por su virginidad, pero como ahora te la llevarás tendrás que pagarle tú" Dijo Anton y Gavril asintió.

"Está bien"

"Otra cosa, la mujer tiene que perder su virginidad en este lugar, después te la podrás llevar" Dijo Anton.

"Es mía la puedo tomar donde quiera" Reprendió Gavril, bebiendo un vodka.

"No primo si ese es el motivo por el que la compraste se debe consumar aquí y Nikita mi mujer de confianza la examinará después" Dijo Anton.

"¿Qué tiene esta bebida?" Preguntó Gavril.

"Un empujoncito primo para que le des la mejor experiencia a la mujer que te espera" Dijo Anton.

"Eres un maldito, pero aun así me la voy a llevar" Dijo Gavril saliendo de la oficina.

Valentina había intentado escapar, pero fue imposible cuando estaba a punto de salir los hombres de Anton la atraparon y la amenazaron.

"Entonces ya sabes, te portarás como una linda perrita y dirás todo lo acordado" Dijo en inglés Sergei hombre de Anton.

Valentina ingresó a la habitación no había podido evitar llorar, recordar a su familia la puso sensible y fue al lujoso baño para lavar su rostro, todo el lindo maquillaje se fue a la basura dejándose ver totalmente natural, suspiró y decidió obedecer por la vida de los suyos.

La puerta se abrió y Gavril quien se sentía acalorado fue de inmediato al baño topándose con la linda mujer "Uydi otsyuda! ¡Sal de aquí! Podozhdi snaruzhi! ¡Espera fuera! "

Valentina salió despavorida por la fuerte voz, no entendió absolutamente nada, pero reconoció que era un hombre muy guapo, sus ojos eran penetrantes y pensó "Por lo menos no es un viejo verde asqueroso"

Gavril salió del baño, sin su saco y la corbata floja, la droga no era fuerte, pero él llevaba 6 meses sin tener relaciones sexuales por el embarazo de alto riesgo de su esposa, estaba a mil.

Antes de lanzarse a la chica quiso corroborar que estuviera de acuerdo "YA zaplachu tebe stol'ko, skol'ko bylo soglasovano s tvoim byvshim nachal'nikom"

Valentina frunció el ceño sin entender ni una sola palabra "No le entiendo señor" Dijo Valentina en Español.

Gravril hablaba 5 idiomas sin meter el natal entre esos el español, inglés, alemán, mandarín, frances y portugués, entonces dijo "Pagaré lo acordado con tu ex jefe"

La niña quiso llorar, pero se contuvo y asintió "Está bien" Musito.

Gavril se acercó a la mujer y recordó que no tenía con el preservativos. El no podía tener hijos y ella era virgen, entonces pensó "Todo esta bien"

El hombre La llevó a la enorme cama y la acostó, quitó su camisa dejando a la vista su tonificado cuerpo, luego quitó sus pantalones y Valentina tragó en seco al ver su lanza resguardada en la ropa interior blanca que estaba un poco mojada.

Gavril pareció notar una mirada tímida de parte de ella, pero inmediatamente sacudió su cabeza, ella estaba dejando claro que estaba aceptando dinero por esto. En ese instante la mirada del hombre fue directo al cuerpo de la niña, Valentina era delgada, pero su figura era sin igual.

Gavril atrapó los labios de la mujer, la niña se inmutó, dejó que lo hiciera sin corresponder, realmente no sabía como hacerlo, entonces no quiso pasar por tonta. El castaño bajó su boca por el cuello y luego fue a sus pechos cubiertos por la tela delgada color blanco, con una mano bajó los tirantes y admiró la belleza natural de ellos quienes se mantenía en su lugar y sus puntitos erectos, cuando Gavril llevó uno de ellos a su boca mientras con la otra mano acariciaba el otro, Valentina de manera involuntaria dejó escapar un lindo y sexy gemido.

La mujer se tensó, eso era abuso, ella realmente no quería perder su virginidad de esa manera, ella deseaba que fuera con su novio o esposo y muy romántico, pero ahí estaba su cuerpo traicionero dando a entender algo totalmente distinto con ese lindo extraño.

"Déjalo salir, es normal" Dijo Gavril bajando sus bragas.

Valentina deseaba ser un pulpo y tener manos en cada tentáculo para tapar sus pechos, su rostro y lo que el ruso estaba a punto de asaltar. Gavril deseaba jugar un poco con la chica, pero no podía contenerse más, entonces sé quitó la única prenda que faltaba y sé posicionó entre sus piernas diciendo "Te dolerá, pero después te acostumbrarás"

Valentina posó la mirada en el enorme miembro del hombre, no imaginaba como iba a ingresar ese soldado en su intimidad, entonces cerró los ojos y respiro pausadamente. Gavril fue abriendo paso en el estrecho lugar, no cabía duda que la mujer estaba vendiendo su virtud, al recordar que podía haber sido otro en su lugar se enojó y de una sola estocada se introdujo. Valentina gritó de dolor y varias lágrimas se escaparon, quiso quitarse al hombre de encima, pero este estaba sobre ella firme como una roca.

Gavril se arrepintió reconoció que había dañado el momento, ahora tendría que volver a relajar a la chica "Ssshhh Calma, deja que el dolor pase, ahora te sentirás mejor"

"Duele mucho" Musito Valentina.

Gavril se dejó atrapar por sus lágrimas parecían sinceras, pero su deseo era más grande, la estrechez de la niña lo volvía loco, entonces empezó a hacer movimientos suaves, pero certeros, Valentina intento calmarse y disfrutar, recordaba a su amiga Catalina diciéndole "Si algún día van a abusar de ti y no lo puedes evitar, disfruta"

Las sensaciones cambiaron, pasaron de ser dolorosas a ser placenteras y el ardor que sentía había desapercibido un poco, el hombre empezó a decir cosas que no entendía en su oído, pero fueron mágicas para que muchas chispas salieran de su interior llegando al clímax.

"Ahora es mi turno" Dijo Gavril en español dejando escapar una curvatura en sus labios que parecía ser una sonrisa.

El hombre aceleró sus movimientos experimentados y metió el rostro el cuello de Valentina haciendo una succión con sus labios y lengua, llegando al clímax también derramando toda su esencia en ella.

Gavril permaneció inmóvil aún dentro de la chica mientras su respiración se estabilizada, el hombre salió lentamente dejando un pequeño ardor en la intimidad de Valentina quien se quejó un poco, en las relucientes sábanas blancas quedaba la evidencia de la ruptura del himen de la niña.

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