PUEBLO CHICO... INFIERNO GRANDE

Al otro día Ana llega antes de las ocho al trabajo para organizar la agenda del día. Cuando son las ocho en punto entra Jessy a su oficina sin tocar ni saludar. Ana la observa, pero decide no reprochar su grosería y empezar con la sesión.

-buenos días, Jessy. Cómo estás?-

-mira niña, ve al grano. No estoy para cordialidades-

-¿Que te sucede conmigo? ¿Que yo sepa no te he hecho nada, porque eres tan altiva conmigo?-

-aquí viniste a trabajar, no a socializar. Las niñas como tú no me impresionan-

-no necesito impresionar a nadie. Y sí... Tienes toda la razón vine a trabajar, pero veo que tienes un problema conmigo y no es de trabajo. ¿entonces porque no me hablas claro

- ya empezaste a analizarme... ¿Doctora?-

-pues para eso se me contrato no? Así que es mejor que le bajes tus revoluciones conmigo o...-

-o que?-la interrumpe -me acusarás con Joel? Me imagino, como ya lo tienes en el bolsillo.-

-tu misma lo dijiste yo vine a trabajar así que no te confundas y respeta-

-no te respetas tú... Por favor. Que te crees; la dueña que llegas dando órdenes que te pasa? Mírate, eres una empleada más y seguramente una más en la cama de Joel. Pero eso no te asegura nada. Mírate tan corriente, pobre incrédula-

-Basta ya de ofenderme y lo que Joel haga con su vida no es mi problema. Pero te saco de la duda, no he estado aún en su cama, yo tengo novio y estamos comprometidos. Así que si es por eso que me odias pues cogelo para ti. Y aclarada la situación demos inicio a la terapia.-

-para mí ya terminó, doctora- Ella sale de la oficina sin decir nada más. Ana se queda pensando en las palabras de Jessy -O sea que es otro mujeriego más... Que desperdicio- piensa Ana

Tiene su próxima cita a las diez. Prefiere no salir de la oficina para no cruzarse con Joel.

el empleado que tenía agendado para las diez no logro llegar así que llamo a avisar que no llegaría. Mientras tanto los investigadores llegaron a las diez.

Se escuchan muchas voces afuera, Ana cree reconocer una de las voces. Cuando observa por la ventana... ¿Joshua? ¿Pero que hace aquí? ( dice Ana) ruega por no tener que salir de la oficina pero es imposible.

entra sin avisa -Joel te quiere afuera- sale de nuevo

Ana sale de su oficina y Se dirige a donde está Joel

-mando llamarme?-

- Ana, cariño.¿quee haces aquí?-

-Josh . aquí trabajo y tú qué haces aquí?-

-me asignaron este caso. Pero que bien te felicito. ¿Nos vemos el fin de Semana?-

si claro.¿pero hablamos luego ¿si?-

- sí. Permiso vamos a continuar.-

-¿ tu novio?-

-sí, mandaste llamarme?-

-cancela las citas que tienes para hoy y para estos días. Ellos van a requerir unos días más aquí así que es mejor que no haya nadie. Tú también tienes el día libre y estos días también.- dice entrando a su oficina como molesto

- está bien... Gracias.- ¿está molesto?- se pregunta para sí misma

Ana volvió a su oficina y hace las llamadas pertinentes. Recoge sus cosas y se retira. Va a buscar a Joel para despedirse, pero este solo levanta la mano en señal de despedida. Ana sale y se va. En realidad no entiende su actitud con ella después de conocer a Joshua.

No dejaba de pensar en eso. Esos dos días paso en casa organizando y reacomodando los muebles de la casa. Llegó rápidamente el viernes. Joshua paso a recogerla en la noche. Pasarían el fin de semana en una pequeña cabaña propiedad de los padres de Joshua. Él la espero en el auto mientras ella salía.

- madre no vendré el fin de semana. Saldré a pasear con Josh.-

ok hija. Cuídate por favor y disfruta.

Ana da un beso y un abrazo a su madre muy fuerte y largo. La llena de besos y le recuerda que la ama. y sale de la casa. Para Esther era raro que Joshua nunca entrara a la casa. Pero entendía que su casa era muy humilde para un tipo con mucho dinero. Seguramente su casa es del tamaño de la habitación de él.

Ana y Joshua van hablando durante el camino, o más bien Ana escuchando lo que él contaba sobre sus aventuras en el trabajo. Ella para cambiar de tema le pregunto que harán el fin de semana.

-que hare, mejor pregunta-

-¿como así ?- pregunta asustada

-jajajaja, consentirte, te amaré, hacerte todo lo que no te he hecho estás semanas mi vida, te llevaré al cielo y verás de cerca las estrellas.-

-solo estaremos encerrados en la cabaña o saldremos al menos a caminar?-

- no te agrada el plan de quedarnos encerrados solitos?- le guiña un ojo

-sí, pero quisiera salir a la playa y caminar un poco.-

-Amor haremos lo que tú quieras, tú mandas.-

Ana sonríe ante sus palabras. Está feliz de poder compartir con su novio después de tanto tiempo.

Luego de unas dos horas de camino llegan a la cabaña. Bajan sus cosas del auto y se acomodan en la habitación. Ana decide darse un baño. Estaba algo cansada,, pero quería disfrutar la noche. Mientras Ana está en la regadera Joshua la sorprende entrando a la bañera. Dejó besos regados en su cuello y espalda. Luego la gira para quedar frente a frente. Empieza a besarla apasionadamente.. Él siempre supo mover todas sus fibras así que sabía perfectamente que hacer. Mientras la besaba con una mano tocaba su intimidad para provocar la aún más. Ella soltaba gemidos de satisfacción. Cuando él sintió que ella estaba a punto de llegar a su clímax la levantó, hizo que rodeará su cintura con las piernas y la penetró. Ella le pedía más y más mientras él entraba con fuerza una y otra vez hasta que los dos llegaron a su punto máximo. Él la baja con cuidado y en silencio terminaron de bañarse. Salieron a la habitación se colocaron ropa cómoda y salieron a comer y luego dieron un paseo por la playa. Ya era un poco tarde, pero decidieron sentarse a hablar un poco más. Y luego solo escucharon él sonido de las olas.

- amor, perdóname por descuidar te, estás semanas. Mi trabajo es algo pesado y no paro en casa mucho tiempo. Pero te juro que te lo compensaré de esta manera siempre que pueda.-

-descuida, te entiendo-

-podemos hablar de algo que no te gusta mucho mencionar-

-¿de que?

- Boda- dice cerrando los ojos

-jajaja, no hagas eso. No me molesta.-

- nena quiero ponerle fecha definitiva a nuestra boda de una vez, por favor.-

-a eso me trajiste aquí?-

-no no, no, como crees. Quiero pasar tiempo contigo, es todo. Pero todo sería diferente si nos casamos porque llegaría a casa todos los días y nos veríamos siempre.-

está bien Josh. Que te parece un año-

-nooo, es mucho tiempo Ana.-

-seis meses y es mi última oferta-

- está bien. Seis meses.-

-¿arreglamos los detalles después?-

-como quieras mi reina. Igual ya me diste tu palabra.-

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