Capítulo 5: Cicatrices del Pasado

Mientras Marco y Francesca estaban en el umbral de la habitación, esperando la llegada del médico principal del palacio, una mezcla de emociones los embargaba. Francesca se sentía preocupada por la herida de Marco, pero al mismo tiempo, había comenzado a sentir una profunda conexión con él, una que trascendía las circunstancias inusuales de su matrimonio.

El médico principal llegó apresuradamente, acompañado por dos enfermeras. Se acercaron a Marco, quien se quitó la camisa con cuidado para que el médico pudiera evaluar la herida. El médico inspeccionó la bala alojada en el brazo de Marco y procedió a extraerla. Marco soportó el procedimiento sin inmutarse, mostrando su resistencia ante el dolor.

Francesca observaba en silencio, preocupada por la herida de Marco, pero al mismo tiempo, impresionada por su entereza. Cuando finalmente la bala fue retirada, el médico limpió y vendó la herida.

Marco se volvió hacia Francesca con una sonrisa. "Estoy bien, gracias a ti y a este buen médico."

Francesca asintió, aliviada. "Me alegra que estés bien, Marco."

Sin embargo, antes de que pudieran decir mucho más, una mirada de deseo se cruzó entre ellos. La tensión sexual que había estado presente desde el día de su boda volvió a aparecer en la habitación. Marco, incapaz de resistirse, atrajo a Francesca hacia sí y la besó con pasión.

Francesca correspondió al beso con la misma intensidad. Las emociones que habían estado ocultas durante tanto tiempo afloraron, y la habitación se llenó con el ardor de su deseo. Marco comenzó a llevarla hacia la cama, pero antes de que pudieran consumar el acto, la puerta se abrió de golpe, y el médico principal irrumpió en la habitación.

"vine a dejarles unas medicamentos para prevenir una infección' dejando un frasco en la mesita de noche.

Francesca y Marco se separaron abruptamente, mirándolo con culpabilidad y vergüenza. El médico principal, aparentemente ajeno a la tensión en la habitación, se centró en Marco y su herida. Después de inspeccionarla, le dio instrucciones a Marco para el cuidado adecuado.

Cuando el médico se retiró, Francesca, ruborizada y avergonzada por la escena que acababa de presenciar, salió apresuradamente de la habitación. Se dirigió a su propia habitación, necesitando tiempo para procesar lo que acababa de suceder.

En su habitación, el corazón de Francesca latía con fuerza. Estaba confundida por sus emociones hacia Marco. A pesar de que su matrimonio había comenzado de manera forzada, no podía negar que había algo entre ellos, una chispa que los atraía. Pero, al mismo tiempo, la idea de estar en una relación íntima con el líder de la mafia la asustaba.

Mientras tanto, Marco se quedó solo en su habitación, también lidiando con sus propios pensamientos y emociones. Había sentido una conexión poderosa con Francesca, y la escena en la que casi consuman su deseo había desencadenado una urgencia en él. Pero entendía que su papel como líder de la mafia venía con responsabilidades y peligros, y no podía permitirse distraerse.

El camino de Francesca y Marco en su matrimonio estaba lleno de complejidades y desafíos, y la tensión entre sus deseos personales y sus responsabilidades hacia la mafia continuaría siendo una lucha constante. La pregunta que quedaba sin respuesta era si algún día podrían encontrar un equilibrio entre el amor y la lealtad a la mafia, o si sus caminos finalmente se separarían.

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