Tarta

-Claro, permítame yo le sirvo-

-Dije tomando mi lugar en la barra, le volví a servir un vaso y esperaba a que se fuera a su lugar, en cambio, me miró por un tiempo.

-¿Tu cabeza como sigue?-

-Mejor gracias, no le pude agradecer ayer por ayudarme-

-No es necesario, ¿la pomada?-

-Si la estoy usando-

-Bien- continúo mirándome un rato más y volvió a su lugar, solté el aire que no sabía que estaba reteniendo.

Que fue todo eso, después de lo que parecía una eternidad llegó su asistente, me sentí más tranquila, seguí atendiendo casi por 2 horas más, tomo tanto alcohol que creo que no se pondría de pie, pero, se abrochó el saco y camino como si nada, cuando estaba en la puerta se detuvo.

-Nos vemos mañana-

-Si Sr- dije sin saber si debía decir algo más, su asistente dejo un sobre en la mesa con mi nombre, lo tome y me fui de culo cuando vi que eran $10,000 volví a mirar el sobre, tal vez se había equivocado, pero solo decía mi nombre.

Fui con mi jefe y le comenté, tal vez se equivocaron, pero para mí, sorpresa.

-No, eso es para ti, el Sr. Dominic no había dejado que nadie lo atendiera o al menos desde que trabajo aquí, siempre es su asistente quien lo atiende, pero si te lo dejo y el sobre tiene tu nombre entonces es tuyo-

No dejaba que lo atendieran y entonces porque yo, sería una especial de pago por su ayuda y el doctor.

Si tal vez sea eso, pero viendo el sobre en mis manos lo dudo mucho, si estoy trabajando para pagar algo que debo, porque me darían dinero, luego recuerdo que me llevo en brazos al baño y mi cara se pone como tomate.

-Todo bien Gali-

-Si, si todo bien- salí de su oficina, termine y turno y salí para tomar mi trasporte, llegué a casa y que quede dormida inmediatamente, estaba agotada, de una manera diferente, aunque nos es mucha gente como en el área pública estar con tacones es agotador.

A la mañana siguiente le conté a mi abuelita que me habían pasado a los privados y me felicitó.

-Que bien mi niña, ahora estás más relajada-

-Si abuelita solo espero que no afecte mis ingresos-

-Verás que será todo lo contrario cariño-

-Espero abuelita- le di un beso y salí para la UNI, en cuanto llegue entramos a clases, cuando era hora de descanso le platique todo a Daniela.

-Te cargo- no lo puedo creer amiga, que emoción y que vergüenza.

-Lo sé aún me muero de la pena-

-Sabes investigué más cosas de él-

-¿Como que?-

-Pues es muy rico, pero no por su familia o más bien la de su padre, él hizo su propio imperio y en realidad nunca se casó y familia menos, es un lobo solitario-

-Tal vez porque da miedo-

-No lo sé, tiene apenas unas semanas que llegó del extranjero, dicen que es porque su hermano mayor está muy enfermo y tan vez no lo logré, así que el imperio de su padre pasará a él-

-¿Y de qué familia es?-

-Es el hijo ilegítimo de los Santorum- casi me ahogo con mi bebida, los Santorum son de las 3 familias más influyentes en la cuidad si no es que del continente.

-También me enteré de que para que pueda hacerse del imperio de su padre, debe casarse de lo contrario todo pasará a beneficio del gobierno de la ciudad-

-Como es que te enteraste de eso-

-Eso me lo contó mi papá, el siempre ha intentado hacer negocios con los Santorum pero soy inalcanzables.

-Deberías de trabajar de investigador privado- reímos como tontas y está vez se ofreció a llevarme al trabajo y acepte, aún me duelen los pies por estar parada casi 6 horas en el privado del Sr. Dominic.

Me cambié y comencé a trabajar atendí 4 servicios antes de ser llamada de nuevo al privado del Sr Dominic, exactamente a la misma hora que ayer.

Cuando entre a la habitación después de tocar y no escuchar nada, solo estaba el Sr. Dominic no vi a su asistente por ningún lado.

-Buenas noches Sr Dominic- estaba por continuar mi saludo pero me interrumpió.

-Sirve un vaso de licor- asenti y me dirigí a la barra le entregué el vaso en la mano y volví a la barra, paso como media hora y se puso de pie, camino frente a la barra y me miró directo a los ojos.

-¿Por quéé no has traído la fruta?- mi cabeza trabajo al mil, no me la había pedido entones como sabría que querría fruta, recordé que ayer le traje sin decir nada, pero también recordé lo que me dijo su asistente.

-Me comentaron que no le gusta lo dulce-

-solo yo sé lo que me gusta y lo que no- asenti y salí por fruta, la deje sobre la mesita frente a él y volví a mi lugar, la comió sin decir nada y al terminar tome el plato y lo saque.

No tardó mucho en llevar la comida, está vez solo la del Sr Dominic, la volví a acomodar y le coloque la servilleta en sus piernas, vi su espalda muestras comía, que hombre tan raro, recogí todo y saque del privado y cuando estaba a punto de regresar, recordé la tarta de coco, tome una y se la lleve. Se quedó mí rándola un tiempo, no sabía se estaba bien o mal o me reclamaría por algo.

Se puso de pie con el plato de la tarta y la puso sobre la barra frente a mí, jalo el banco y se sentó, tomo una pequeña cucharada de tarta y la apunto a mi boca, me quedé atónita, no sabía que hacer, si recibirla o rechazarlo, era tan inapropiado.

No me dio tiempo de decir nada porque en cuanto abrí la boca metió el bocado de tarta, casi se me salían los ojos y seguro toda la sangre de mi cuerpo se había ido a mi cara

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