Capítulo 13

Esa mañana el príncipe despertó antes era el día de su boda con Elizabeth y por fin podría huir hacia los brazos de Hope. La boda sería en la misma capilla dónde él días antes había contraído nupcias con ella. Estaba nervioso y ansioso quería aparentar estar calmado y cautivado por Elizabeth para qué lo dejarán en paz, despistar al rey y poder huir. Comenzó a vestirse para la boda, se puso su traje de novio con la ayuda de una sirvienta, en esta ocasión era blanco competo, ya estaba casi listo cuando llegaron la reina y su hermana para verlo y desearles sus buenos deseos.

- Estás precioso hermano mío, estoy orgullosa de ti, dijo su hermana con lágrimas en los ojos.

- Radiante hijo mío, vamos todos estan listos, dijo besando su frente.

Bajaron juntos hasta la capilla, al llegar el rey los estaba esperando si ver a su hijo le dio su bendición asegurando que era correcto y estaba muy orgulloso de él por lo que se había convertido, el príncipe le dio las gracias a el también, se puso un poco triste, sabía que era una despedida, ya que no volverían a verse y él fue un gran padre, luego de un abrazo él rey ocupó su lugar en la primera fila junto a su esposa e hija.

- Pronto será ti turno hija, dijo orgullo de sus retoños. Está le dedicó una sonrisa.

Poco tiempo después hizo su entrada la bella Elizabeth, venía de la mano de su padre, al llegar a donde estaba el príncipe Alberto este le entregó a su hija y también les dio la bendición, fue y tomó asiento junto a la familia real. La boda se desarrolló sin inconvenientes cuando llegó la parte del beso el príncipe cerro los ojos y puso sus labios sobre los de ella sin sentir nada, dolo tenía ojos para Hope, fue un beso corto y sin gracia, pero era más que suficiente para la ceremonia.

Todos los nobles habían viajado al castillo para la boda del príncipe, el salón estaba desbordado de personas, al llegar la nueva pareja al salón los músicos tocaron un vals y ellos inauguraron el baile, los demás lo siguieron al instante. Hacían una hermosa pareja y se podía decir que estaban enamorados, ya que ambos aparentaban felicidad absoluta. Todos festejaban felices, bebían, bailaban y comían sin medida. Llegó la noche y era el momento de consumar la boda.

Los novios se despidieron de todos para ir rumbo a la cabaña, al otro día se suponía que viajarían juntos. Tomaron el carruaje y fueron rumbo a su destino. Al llegar fueron custodiados por varios guardias, los cuales estarían fuera de la cabaña, dentro había varias sirvientas también. La pareja fue a su habitación y pidieron no ser molestados cosa que era normal en un día como ese, antes de entrar el príncipe ordenó que se le diese cerveza a los guardias y los empleados en su honor dijo cerrando la puerta.

- Ahora que hacemos, dijo Elizabeth.

- Cuando sea la media noche y los guardias se hayan embriagado saldré por esta ventana. No te preocupes estarás protegida en todo momento. Serás libre para casarte con tu primo y yo podré vivir feliz con mi amada.

- Gracias dijo Elizabeth, eres un buen hombre, estoy agradecida.

El reloj marcaba las 12, Elizabeth fue a la puerta a revisar mientras el príncipe se iba por la ventana, todo estaba tranquilo en orden, la cerveza había hecho efecto, todos dormían plácidamente. El príncipe logro salir pidiendo a Elizabeth que cerrara por dentro, se despidieron y el se marchó en silencio.

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