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A pesar de volar a gran velocidad, el cuerpo tardo toda la noche en llegar al castillo. Aterrizó en la ventana del cuarto del sirviente y con el picó empezó a golpear el vidrio. Gabriel se encontraba en su escritorio viendo diversos papeles que debía clasificar en importantes o no para su amo. Levanto la cabeza al oír los ruidos y con un movimiento de su mano abrió el gran ventanal.

Por fin llegas cuervo vago ¿acaso no sabes la hora que es? Habla rápido que tengo que terminar con todo este papeleo- dijo sin levantar la vista de sus tareas.

He encontrado señor, a una mujer ideal para el maestro, pero es sacerdotisa- dijo el cuervo mientras se posaba en la mesa.

¿Eres estúpido? ¿O el andar volando de noche te ha hecho mal? ¿cómo se supone que le entreguemos al amo una mujer espiritual?- dijo enojado mirando al cuervo.

Pero señor, es hermosa y pura como me pidió, véala usted mismo por favor- de pronto imágenes de Ámbar inundaron todo el salón.

Realmente es hermosa- dijo Caleb, asustando a los dos seres, había ido a buscar a su sirviente para empezar a preparar todo para la reunión que tenía ese mismo día con su padre y su madre. Pero nunca pensó que iba a ver a una mujer que hiciera que el corazón le latía tan rápidamente -¿de dónde es tan hermosa criatura?

Señor ella es una sacerdotisa- dijo el sirviente asustado no solo de su presencia sino de que quizás al revelarle eso los matará.

¿y crees que puede purificarme? En todo caso si tiene tanto poder, aun con más ansias quiero conocerla- dijo sonriendo y eso generó más temor en los presentes.

Vive en una aldea cerca de los límites con el reino del Sur, mi señor- dijo el cuervo

Bien pues tú estarás encargado de vigilarla hasta que llegue el momento de que vaya a buscarla, ahora que recuerdo esas aldeas nunca entregaron mujeres para nosotros, quizás sea bueno que empiecen desde ahora, mis ejércitos necesitan carne fresca para poder hacer mi voluntad- se marchó con esas últimas palabras.

Creo que al amo le ha gustado mi hallazgo- dijo el cuervo inflando su pecho.

Solo vete y cumple su orden, antes de que te haga sopa de pájaro- dijo molesto Gabriel.

El ave salió de nuevo por la ventana y volvió a la aldea donde ya todos estaban despiertos y en sus labores diarias. Busco incansablemente a la sacerdotisa, pero no pudo dar con ella. Solo encontró a su madre y a su hermana juntando varias hierbas. Así que decidió quedarse viéndolas a ellas, pues sabia que pronto o hablarían de ella o la cruzarían.

Mamá ¿por qué Ámbar hoy tenía fiebre? Ella no suele enfermarse- dijo Anahi mientras sacaba las malas hierbas de las plantas.

A veces tu hermana suele presentar ciertos síntomas parecidos a una gripe, pero con el caldo que le deje más el té que se va a tomar a la tarde va a estar bien, ahora tenemos que darnos prisa hija porque debemos ir a la casa de la señora Irma a curarle nuevamente sus heridas- dijo agarrando la cesta donde ponían las hierbas.

El cuervo había escuchado lo que necesitaba, por eso no la encontraba por ningún lado, la muchacha aún estaba en el templo, se iba a dirigir hacia ese lugar, cuando de pronto un grupo de jinetes rodeo a las dos mujeres y prefirió quedarse a ver la escena.

Buscamos a la sacerdotisa Ana, nuestro terrateniente la necesita- dijo el oficial al mando.

Soy yo- dijo Ana poniendo a su pequeña detrás de ella.

Debe acompañarnos a Azlum, nuestro terrateniente se encuentra preocupado por su hija, quien está siendo poseída por un demonio- tenía mucha pena en su voz.

Bien dejen que lleve esto al templo y voy con ustedes, vamos hija debemos apurarnos- miro a la pequeña y avanzaron presurosas hacia su casa.

Las alcanzaremos señora, en verdad no hay tiempo que perder- dijo el joven.

Llegaron todos al templo en cuestión de minutos, Ana empezó a preparar el brebaje que debía beber su hija y le dejó todo explicado y listo a Anahi.

Por favor cuida de tu hermana en mi ausencia- le dio un beso en la frente y un fuerte abrazo.

Si mamá, ya verás que cuando vuelvas, ambas te estaremos esperando- dijo la pequeña con una sonrisa. Y salió a despedir a su mamá que se perdía junto a los jinetes.

Todo era observado bajo la fiel mirada del cuervo, quien no era el único que las espiaba, pues en otro lado del templo, Kevin también había escuchado de la partida de Ana y la enfermedad de Ámbar, creyendo que esa era su oportunidad para acercarse a la muchacha.

Anahi preparo un poco de agua tibia en un fuenton con un paño, para poder limpiar el sudor de la frente de su hermana. Había estado volando de fiebre toda la noche y la cama estaba muy mojada. Esperaba que con eso pudiera empezar a mejorar, aparte necesitaba que se despertara para comer y para beber el té. Las horas pasaban y Ámbar aún no había probado un bocado de comida así como tampoco había bebido líquidos, su pequeña hermana empezaba a preocuparse, más aún cuando la veía retorcerse bajo las sábanas, parecía que sufría de mucho dolor. El ave había ingresado y se había posado en uno de los tablones del techo para poder observar todo sin ser visto. A través de su mirada podía mostrarle todo lo que veía a su amo, quien realmente había quedado deslumbrado con la belleza de la joven aun cuando estaba enferma.

La pequeña de pronto recordó que en el almacén había raíces de jengibre que eran muy buenas para estas enfermedades, así que decidió ir a buscarlas para prepararle otra clase de té a su hermana. Pero ni bien cruzo la puerta para salir se topó con Kevin que había ingresado sin permiso en la propiedad.

¿tú que haces aquí? Mi madre no está en estos momentos, por favor vete- dijo asustada la niña. Pues sabía muy bien que debía cuidarse de ese joven.

Oh, pero si yo no vengo a ver a tú madre pequeña, sé que tu hermana está enferma, así que he venido a cuidarla a ella- dijo y empujó a Anahi, quien dio fuertemente la espalda contra la pared y cayó de cola al suelo. Pero no llego a avanzar mucho cuando la niña lo tomó por la cintura evitando que siguiese caminando.

atácalo- fue la orden que escucho el cuervo en su mente y no necesitaba saber de quién era esa voz tan temible. Por lo que extendió sus alas y salió de las sombras dirigiéndose al joven invasor, con sus patas rasguño la cara del chico y de un picotazo lastimó su ojo derecho. Los gritos de dolor inundaron la habitación, haciendo que Ámbar despertase y viera toda la escena. Tardo solo segundo en tomar su arco y apuntarle. Pero fallo, quiso pegarle en el pecho y llegó a clavarle la flecha en el hombro.

La próxima no tendrás tanta suerte, lárgate de aquí- dijo en tono amenazante.

Kevin se había quedado helado de que se hubiese despertado justo en ese momento, así que no le quedó más remedio que salir corriendo de ese lugar. Al ver que ya no había peligro presente, Ámbar cayó de rodillas al piso, la poco fuerza que tenía ya se le había desvanecido. Su hermana corrió en su ayuda, pero ella logró ponerla en su espalda y volver a apuntar sus flechas pero está vez al cuervo.

No déjalo por favor, él nos ha salvado, mamá siempre nos enseñó que debemos ser agradecidas, démosle algo de comer- decía la niña llorando.

está bien ya no llores más, puede quedarse, y tú ven aquí- le dijo al cuervo mientras extendía su brazo. Como si fuese un animal doméstico, él hizo caso y voló hasta posarse en su mano, aprovechando para dejarle ver a su amo más de cerca a esa increíble mujer.

Del otro lado, la decisión ya estaba tomada en el momento en que otro hombre amenazó con robarse la mujer que sería suya, saldrían inmediatamente para esa aldea con sus hombres más fuertes, aprovechando que la sacerdotisa mayor no iba a poder protegerla.

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