Estaban a punto de compartir un momento íntimo. Los ojos grises de Diego detallaban minuciosamente cada aspecto de su piel desprotegida. Sus mejillas empezaron a arder como nunca. Sentía mucha vergüenza y a la vez temor de no gustarle... Y por ello, en un acto reflejo, intentó cubrirse. Sin embargo, él la detuvo, posando su mano con delicadeza sobre su rostro.
—No tienes por qué ocultarte, Alexa—le dijo uniendo sus labios, en un beso casto—. Eres realmente bella.
Y si antes sentía que su cuerpo ardía de expectativa, ahora parecía querer incendiarse ante aquel calorcito en su pecho. A los pocos segundos se encontró sonriéndole como una tonta y amando a su cuerpo que anteriormente le había causado tantos complejos.
Alexa tragó saliva y se animó a no ser una cobarde. Sus manos adquirieron osadía y se propuso también a explorarlo. El recorrido de sus dedos fue bien recibido por parte de Diego, y eso lo pudo notar en su respiración cada vez más acelerada.
Sonrió nuevamente, una y otra vez... Se sentía plena de alguna manera. Como si a ese lugar y justo momento fuese a donde perteneciera. Le pertenecía a él. Y a partir de ese día iba a pertenecerle por siempre.
—Hazme tuya—suplico en un murmullo suave, aunque su respiración seguía siendo irregular.
Diego se quedó observándola con ojos muy abiertos. No era como si no pretendiera hacerlo, pero escucharlo salir de su boca en forma de petición era mucho más placentero. Asintió una sola vez, transmitiéndole el mensaje de que iba a cumplir su deseo. De alguna manera, las palabras se perdieron en su boca, y en lo único que podía pensar era en que aquello en algún punto había dejado de ser simple sexo.
De esa manera, se entregaron mutuamente, compartiendo un momento que fue único y hermoso.
Al poco tiempo, Alexa se quedó dormida entre sus brazos y mientras la contemplaba en sus sueños, recordó que se había olvidado de un importante detalle...
[…]
A la mañana siguiente, Alexa se encontró sola y con la sensación de haber dormido demasiado. Y ciertamente lo había hecho... Se desperezó lentamente, sintiendo como las molestias provocadas por la noche anterior, se apoderaban de su cuerpo.
En ese estado, no quería moverse ni siquiera, pero debía hacerlo. Tenía que asistir a su trabajo para su desgracia. Mientras se daba una ducha, pensó en la razón por la cual Diego se fue sin siquiera despedirse.
Aunque, aquello no era algo estrictamente necesario, al menos le hubiese gustado darle un beso de despedida, después de todo habían compartido una noche juntos. Noche que realmente le pareció más hermosa de lo que había imaginado. Sintió que su ser se conectaba con él de alguna manera inexplicable, que la hacía sentir feliz.
«¿Él se habría sentido igual?»
En su interior esperaba que sí. Y de alguna manera tenía la certeza de que así había sido, por la forma tan dulce en que la había tratado. ¿Y cómo no podría seguir enamorándose de él, si la hacía sentir tan especial?
A partir de ese día, realmente no creía que hubiese marcha atrás. Lo quería y estaba perdidamente enamorada... Únicamente soñaba con el día en que él se sintiera igual.
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Updated 41 Episodes
Comments
cindy vera
Qué porra se va a dar Alexa. Y el que la pague caro
2024-03-30
1
Lesly Argumelo
no cabe duda esta chica la dejaron caet de la cuna cuando era pequeña o nacio sin neuronas
2024-01-29
0
MALÚ 2834
Abre bien los ojos,,y se tu la que no lo busques,,es lo mejor para ti
2024-01-23
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