EL OMEGA TRAICIONADO SOLO BUSCA SER FELIZ

Capitulo 6: Las apariencias engañan

Ming Yue se sorprendió al escuchar la edad de la mujer frente a él, su apariencia parecía diez años menor.

Momo al ver que el pequeño cachorro parecía muy sorprendido cuando dijo su edad, no pudo evitar sonreír alegremente. «Me dicen a menudo qué parezco más joven de lo que soy.» Dijo mientras tocaba su cara.«No te preocupes, pago bien, te estaré pagando 3000 yuanes a la quincena.» Dijo orgullosa.

Ming Yue no pudo evitar quedar estupefacto, «¿Con esa cantidad de dinero alguien estuvo dispuesto a renunciar?» Se preguntó internamente. «¿Tal vez es una trampa?» Ming Yue se preguntó esto muy seriamente.

Momo entendió al instante la mirada dudosa del pequeño. «No es nada raro, ya que los clientes que atenderás, muchas veces son algo... raros, bueno, solo esos al...» La anciana se detuvo abruptamente. No podía ahuyentar a este pequeño. Anteriormente, había contratado a otros jóvenes omegas qué estaban estudiando y buscaban trabajo, si no fuera por ese grupo de alfas excéntricos qué llegan a comprar a la tienda tal vez los chicos no se sentirían amenazados, incluso ella se ha visto intimidada por este grupito. Pero quitando eso, son una gran fuente de ingresos y gracias a ello esta tienda puede dar este tipo de salario, sin duda, es mejor buscar a alguien que pueda afrontarlos qué prohibirles la entrada.

Ming Yue no pudo escuchar las últimas palabras que dijo la anciana y solo se quedó mirándola sin comprender.

La anciana actuó rápido y de pronto ya le había especificado qué hacer y había sacado un uniforme del almacén. Fue tan rápido para Ming Yue quien estaba esperando que dejara de hablar para negarse.

«¿Qué horarios tienes para poder organizar mis horarios?» Le pregunto Momo a un confundido Ming Yue.

Ming Yue respondió algo desconcertado, él tenía clases desde las siete de la mañana hasta la una de la tarde, por lo que tenía mucho tiempo libre por la tarde.

Momo parecía haber ganado la lotería, este chico podría trabajar en el tiempo que esos ratitos vienen. Claro, tendría que esperar un tiempo para ver si podría afrontarlos, por lo que se calmó y le pidió que se presentará mañana a partir de las tres de la tarde, y mañana ya le iba a decir sus horarios.

Ming Yue salió de la tienda aturdido mientras Momo lo despedía, no sabía que había sucedido.

Llego al departamento y se puso a descansar, necesitaba dormir, en este momento eran las seis de la tarde, pero debido a que no ha podido dormir bien se sentía muy cansado.

En sus sueños estaba sentado en ese cuarto cerrado mientras veía a Lee Chang golpearlo, él estaba aterrado.

De pronto se despertó sobresaltado, eran las nueve de la noche, miro por la venta y miro las luces prendidas en los grandes edificios, de alguna forma esta vista lo hizo sentir solitario y lleno de incertidumbre, ¿cómo podría cumplir su venganza?.

Al día siguiente, como de costumbre se dirigió al instituto sin distraerse en el camino y de ahí a diferencia de antes se dirigió a la tienda, Momo ya lo estaba esperando con una sonrisa, le explico como funcionaba el negocio, le dijo que su horario sería de tres de la tarde a las siete de la noche y durante una semana lo estuvo capacitando hasta que fue capaz de dejarlo por cierto tiempo solo.

Ming Yue estaba limpiando los estantes, no entraban muchas personas a la tienda, a diferencia de ciertos días que eran los días que llegaban actualizaciones de ciertas novelas, mangas u otros productos, qué era cuando llegaba un poco de más gente de lo normal, lo cual lo hizo sospechar más, no entendía como una tienda que no tenía tantos clientes tuviera una paga tan buena.

«Recientemente, la jefa parece desconcertada y a menudo preguntaba si habían entrado un grupo de raritos, tal vez sean clientes especiales.» Ming Yue pensó mientras miraba a Momo que parecía esperar a alguien.

«Yue'er salgo un momento, encargarte mientras no esté» Dijo Momo algo cansada.

«Si abuela Momo.» Dijo Ming Yue con una sonrisa, al parecer la abuela Momo ira a dormir.

En estas dos semanas que ha estado trabajando en la tienda descubrió que cuando la abuela Momo se retira es para dormir, cuando recién llego creyó que se retiraba para realizar algún pendiente, pero supo que no era así cuando un día la abuela Momo llego vistiendo un pijama, originalmente se refería a ella como jefa, pero le dijo que mejor la llamara abuela Momo, ya que de todos modos solo eran ellos dos. La tienda era pequeña así que podría ser administrada perfectamente solamente por dos personas y no era necesario contratar a más personas.

Ming Yue miro los estantes llenos de novelas y mangas, nunca le habían llamado la atención ya que estaba muy ocupado estudiando, pero la abuela Momo le recomendó qué leyera una para distraerse cuando no hubiera personas, el no tomo ninguno ya que si tiene tiempo prefiere estudiar, de alguna forma este trabajo lo a mantenido distraído, y lo a ayudado a no dejarse hundir por sus sentimientos negativos.

Ming Yue termino de acomodar y limpiar todo así que se sentó en el mostrador acomodando todo lo que había en el.

«Creerk» Se escucho la puerta abrirse.

Ming Yue levanto la mirada para saludar a los clientes, era nuevo que un cliente viniera este día, por lo general venían solo en los días que actualizaban ciertas novelas, así que estos días los utilizaban para hacer inventario o limpiar.

Ming Yue se quedó estupefacto, era un grupo de al menos cinco alfas, su instinto se lo dijo, todos ellos llevaban sudaderas y tenían puesta sus capuchas qué les cubría la cara junto con un cubrebocas.

Ming Yue estába aterrado, nunca los había visto y cada uno exudaba un aura siniestra, no sabía que hacer, ya que eran cinco, aunado a esto las feromonas qué liberaban le advertían qué eran peligrosos.

Ming Yue estaba apuntó de pedir ayuda cuando el alfa qué estaba en el centro se acercó al mostrador, sus ojos eran rojos como las brazas, su cabello de color negro con una estatura casi similar a la de él solo unos sentimientos más altos.

Ming Yue se sintió tensó, justo cuando una voz siniestra se escucho.

«¿Ya salió la nueva actualización de la novela “Bajo la luz de la luna”?» Dijo el alfa.

Ming Yue se quedó sorprendido. Por alguna razón sintió que el tono de la voz y el pedido estaban fuera de lugar.

El alfa qué hablo tenía la voz de una joven, por el tono de su voz tendrían al menos la misma edad y viéndola más de cerca parecía tener ojeras y un cabello muy negro. De pronto recordó lo que le había preguntado Momo todos estos días, así que este era el grupo de ratitos.

Ming Yue soltó un suspiro internamente, realmente creyó que se había acabado para el.

Era la primera vez que venía un alfa a pedir este tipo de historias, de pronto el miedo que sentía fue sustituido por incredulidad. No puedes juzgar por las apariencias.

Ming Yue busco entre las cajas qué acababan de llegar y saco varios tomos, la alfa pareció muy entusiasmada por tomarlos mientras los demás alfas elegían producto y los acercaban al mostrador, la mayoría de los libros que habían elegido eran de un género no muy común leído por los alfas "Romance". Ming Yue noto que no trataban de aparentar, ya que cada uno llevaba una lista de lo que quería llevar.

Ming Yue estaba un poco nervioso al ver a esa alfa mirarlo a los ojos, su mirada era como la de un demonio qué parecía poder ver lo más profundo de su alma, detrás del cubrebocas parecía estar sonriendo mientras lo miraba con esa aterradora mirada medio entecerrada, lo que hizo que Ming Yue sintiera escalofríos.

Después de unos minutos los demás alfas ya habían puesto en el mostrador todo lo que habían elegido.

Ming Yue bajo las aterradoras miradas de estos alfas empezó a sacar la cuenta de cada uno, quedo sorprendido por cada cantidad que daba como resultado, cada uno de los artículos qué estos alfas habían elegido eran artículos exclusivos qué podrían compararse a su salario por un mes eso solo contando un artículo qué es menos buscado, y juntando varios de estos artículos en una cuenta, podríamos contar su salario por hasta cinco meses.

Después de que cada uno término de pagar le agradecieron y salieron corriendo como si quisieran salvar su vida.

Ming Yue los miro irse con una expresión incrédula, nunca había sentido que algo estuviera tan fuera de lugar como ahora.

Ming Yue ahora comprendía por qué la abuela Momo esperaba con ansias a este grupo de ratitos, si él fuera ella haría lo mismo.

Cuando la abuela Momo regreso a hacer las cuentas se sorprendió por las ganancias de este día y le pregunto entusiasmada si un grupo de cinco ratitos había venido, Ming Yue asintió en respuesta.