La victoria de un Alfa

—Dios, si me ayudas donaré la mitad de mi dinero a tu iglesia—murmure bajo con la cabeza agachada.

—¿Dijo algo señor Minwon?—hablo el juez frente a mi.

—No su señoría—sonrei nervioso.

Cómo si no fuera suficiente con lo de esta tarde, ahora me tienen detenido por agresión a una "especie en extinción"

Solo espero que no me lleven a la celda de castigo, de otra forma este puede ser el último día que vea la luz hasta dentro de un mes.

—¿que tal eso?—escuche un susurro seguido de una risita atrás mío.

Sabía quién era, ese imbécil no sabe disimular.

—señor Minwon—dejo los papeles a un lado—¿sabe por qué está aquí?—pregunto.

—asi es, su señoría— inhalé hondo tratando de calmar mis nervios—estoy aquí por haber atacado al señor SeoHoon.

—cuénteme—se acomodó los lentes—¿por qué atacó a un Delta?

—El señor SeoHoon, entro a mi departamento sin autorización con la intención de atacarme, tuve que defenderme.

—Debió tener un motivo para irrumpir en su vivienda—fruncio el ceño—¿puede contarme?.

No puedo creer que siendo de genero Omega el que me dará sentencia, me hable de esa forma, debería de comprender mi situación, sin embargo apuesto mi apartamento en que está pensando "***de seguro te lo merecías***".

No podré salir fácilmente de esto así que tendré que jugar con la carta de "actor" para poder salvar mi trasero o una parte y realmente espero que funcione.

—señoría—trate de mantener mi voz serena—el señor SeoHoon independientemente del motivo que tuviera no debió tratar asi a su futura pareja—me di media vuelta apuntando a mi prometido—si yo seré juzgado por haberlo agredido, entonces...—mire al juez—...¿no sería justo que el también sea juzgado?

—¿sus motivos?—agarro su mazo dándome escalofríos.

—el fue a mi apartamento con intención de atacarme, a mi...—me apunté—...su única pareja—cerré los ojos un momento para calmarme.

—continue.

Aquí es donde tendré que actuar como un profesional, tal como un Alfa lo haría.

—nosotros seremos esposos, así que si el me trata así en este momento...—di una sonrisa desapercibida— no le aseguro sí seguiré con la descendencia del género Delta.

Mire de reojo atrás mío topándome con un rostro bastante confundido, le di un guiño y parece que el entendió de inmediato lo que trataba de hacer.

—¿por qué?—enarcó una ceja.

—Si en el futuro el llega a golpearme...—fingí preocupación—... ¿que pasaría con mi hijo?—toqué mi vientre—¿que pasaría si lo llegara a dañar?

—¡eso es absurdo!—grito parándose.

—sientese—habló el juez con voz sería.

—¡lo que dice es ridículo!—grito más fuerte.

—si no guarda silencio será llevado a la sala privada—sentencio apuntandolo con el martillo, haciéndolo callar.

Eso es justamente lo que buscaba, una reacción, con una advertencia del juez si vuelve a interrumpir, será sacado y el caso estará a mi favor.

—sigamos—se dirigió a mi—¿lo considera peligroso?—apunto a mi prometido.

—así es su señoría—empece a lagrimear—si llegará... a...golpearme...y estuviera embarazado—hable entrecortado—no podré dar una descendencia... adecuada.

El lo pensó unos minutos haciendo que su silencio me inquiete por dentro, así que fingi sollozar, cubriéndome el rostro y empezando a temblar hasta que escuché un ruido bastante fuerte.

—¡solo trata de desviar el tema!!—se acercó rápidamente a mi—¡maldito imbécil!—levanto su mano a punto de abofetearme, pero fue sometido por un oficial.

—toma eso maldito—murmure bajo.

—Vi suficiente—hizo una señal para que levantaran a mi prometido—al ver su actitud es obvio que es un peligro para su pareja—lo miro con desprecio—el señor SeoHoon tendrá que tomar una semana de terapia intensa, mientras su pareja tendrá que realizar diez horas de trabajo comunitario—golpeo su martillo.

—gracias su señoría—le di una reverencia posando mi mano en mi vientre.

—¡es un mentiroso!—gritaba mientras tres oficiales lo llevaban esposado—¡no pueden hacer esto!—golpeo a un oficial ganando una descarga eléctrica.

El se desmayo y yo solo lo miraba sin expresión alguna tratando de aguantar las ganas de grabar este momento.

......................

—no creí que me lo harías tan fácil —sonreí

—¿que haces aquí?—hablo molesto.

—solo vine a ver...—me acerqué mirándolo con burla—mi victoria—empecé a reír.

Se acercó a mi tratando de agarrarme del cuello, pero los barrotes de la celda lo impidieron.

—¿que pasa?—reí más fuerte—¿no puedes?.

—¡lárgate de aquí!—grito.

—espero que ahora si desistas del matrimonio—sonrei.

—¿crees que alguien quiere casarse contigo?—escupió a lado suyo—nunca me casaría con un imbécil

—entonces no lo hagas—incline un poco mi cabeza mostrándome serio—de esa forma ambos nos libraremos del otro.

—exactamente, eso es lo que haré, pero no sin antes darte una buena paliza—golpeo los barrotes haciéndolos sonar dolorosamente.

—Hasta entonces disfruta tu nueva casa—me alejé riendo mientras oía sus gritos.

Dejando de lado el castigo del juez, se podría decir que fue un buen día.

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