Capítulo 2

Al entrar la ve completamente dormida, no la quiere despertar pero es necesario que se alimente, necesita recobrar fuerzas y solo así lo puede conseguir.

-Amor despierta

No puede existir el tono más dulce y lleno de amor que se puede escuchar, a ella le cuesta mucho trabajo abrir los ojos, se incorpora y su alma se llena de ternura al ver a su esposo parado junto a su cama con una charola llena de comida en las manos. Esos detalles para ella siempre han sido muy importantes, tal vez es cursilería o no pero eso la hace feliz, por lo que Rafael no tiene inconveniente en complacerla de vez en cuando

-Me hubieras despertado para que yo preparara la cena

A él siempre le ha parecido hermosa cuando está adormilada y ella siempre ha tratado de verse lo más bonita para su esposo

-Te ví muy cansada, además no pasa nada, anda come y deja de hacer berrinche, déjame consentirte

Los dos jóvenes enamorados comen entre plática y risas.

-Ya estoy ahorrando para nuestro viaje por el Caribe

Cuando se casaron no tuvieron luna de miel, él le prometió que en cuanto tuviera un buen trabajo la llevaría a un crucero y no ha dejado de trabajar para poder cumplir su promesa

-Yo también puedo trabajar y así juntamos más rápido el dinero

Se ofreció ella, añoraba ese viaje y le hacía más ilusión realizarlo junto a su gran amor no se imaginaba viviendo sin él, pero la vida siempre te pone caminos para los que nunca estás parado, un amor incondicional y único no puede ser suficiente para superar las pruebas más difíciles

-No, tú descansa, para eso me tienes a mi para cuidar de ti

Le dió un beso en los labios, la ayudó a cambiarse de ropa y la acomodó en su cama, se recostó a un lado de ella y con sus grandes brazos la rodeó, siempre han dormido abrazados, es como si al estar tan cerca el uno del otro latiera un solo corazón

Al siguiente día sería para ellos uno de los peores momentos que les tocará vivir, la noche anterior hicieron muchos planes pero como nada es como lo dices a ellos les tocará cambiar sus prioridades, es hora de poner a prueba su amor, lo que están a punto de escuchar no es nada comparado con lo que están a punto de vivir, es hora de presentarse en la clínica para recoger los resultados y saber cual es el motivo de su cansancio, desde muy temprano se alistarse para poder estar a tiempo en la clínica.

-Tomen asiento

Les pide el médico, el tiene los resultados de los análisis que le ha ordenado listos en su computadora, por la expresión que tiene el hombre detrás del escritorio los chicos se llenan de angustia, los nervios que sienten hacen que sus corazones latan al grado de sentir que abandonan su caja torácica, nunca antes se habían enfermado, solo unas simples gripes, algo que con antibióticos y mucho cariño entre ellos, se quitaba, pero por alguna razón que no entienden saben que esta vez será diferente

-Y bien ¿Que tiene mi esposa?

Pregunta Rafael con un poco de ansiedad, tiene la mano de Mariana entre sus manos, no se sabe si es ella quien con sus caricias le está tratando de transmitir tranquilidad o es él quien hace un vano esfuerzo por demostrarle que está tranquilo para no llenarla de más angustia

-Lo que les voy a decir no es fácil, deben se muy fuertes

Comenzó a decir el médico, por lo que los jóvenes se alarmaron, sus corazones comenzaron a latir con más rapidez, ambos apretaron sus manos pero eso no los calmó en absoluto

-No alargue nuestra angustia

Pidió Mariana, las manos le sudaban, sus piernas temblaban si no es por que está sentada en esa fría silla de cuero ya hubiera perdido la capacidad de estar de pié

-Tiene cáncer de mama

Sin más les dijo el médico, a pesar de ser su profesión y vivir está situación día a día para él nunca ha sido fácil dar este tipo de noticias y más cuando se trata de personas jóvenes como la chica que tiene sentada al frente de su escritorio

-Les voy a dar el nombre y teléfono de un amigo mío, él es un buen oncólogo y estoy seguro de que los va a ayudar

Después de darles una pequeña explicación de lo relacionado con la enfermedad

Mientras el médico decía palabras que no querían escuchar, Rafael abrazo a su esposa ella estaba en shock, no podía asimilar lo que el hombre de blanco estaba diciendo, eso no es posible, no, a ella no le puede estar pasando eso, su esposo tomó la tarjeta con una mano que no dejaba de temblar, sin muchas fuerzas se pusieron de pié, Rafael en ningún momento soltó la mano de su esposa y después salieron los dos de ese lugar, sin decir una sola palabra durante el recorrido se fueron a su casa, ambos estaban sumidos es sus pensamientos, ambos tratando de asimilar esa cruel noticia y buscando el modo de seguir adelante, llegaron a casa y lloraron abrazados como dos niños a los que les acaban de quitar su juguete más preciado, una vez más tranquilo Rafael tomó su teléfono y marcó el número que estaba anotado en la tarjeta. No hay tiempo que perder, el médico fue claro entre más pronto inicien con el tratamiento adecuado más posibilidades de que todo salga bien tienen.

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