CAPÍTULO 17

Estaba viviendo eventos que eran irreales, nunca me imagine estar en una casa rodeada de Vampiros, o que se obsesionara conmigo un vampiro con tendencias a la depresión, esto es una total locura, no debería ser yo la que se sienta deprimida y asustada por toda esta situación, pero ¡no!, es el chico con cara de adolescente pero con edad de ser el padre de matusalén.

Sonó la alarma de mi teléfono, saque me quite la mochila de la espalda, saque mi pequeño envase de agua y mis pastillas, por suerte tengo una alarma para mis dosis, si no perdería el ritmo, especialmente en momentos de mi vida tan ridículos como este olvido hasta que estoy enferma.

— Soy médico hace mucho tiempo y nunca vi una enfermedad como la tuya antes, incluso hice muchas pruebas con tu sangre, y note que es muy especial.

Dijo el Doctor de la nada, delante de todos los presentes, ¿sangre especial?, ¿qué quiere decir con eso?, no, no, no, ni quiero saber, solo me quedaré con el hecho de que estoy enferma esa es mi realidad.

Entre las cosas en mi mochila, me estaba sintiendo un poco tensa, con tantas miradas sobre, yo no suelo ser así, pero estos que me miran son bebedores de sangre no son cualquier persona normal, me pare del sofá y le dije al idiota.

— ¿Podemos hablar a solas?

— Sí

Se me acercó, me agarro por la cintura, luego de su espalda salieron grandes alas, pocas cosas en el mundo me sorprenden, pero eso definitivamente me dejó atónita, de dos aletazos volamos, salió por la puerta volando conmigo agrada con razón la puerta es tan alta, el clima estaba fresco cada vez íbamos más alto, llego un momento que podía ver el bosque abajo, y el cielo gris arriba, por qué como la mayoría de las veces en Arizona no ahí sol.

Llegamos a un lugar apartado y alto, era una planicie sobre una montaña, me puso en el suelo y luego él toco tierra, me quedé mirando las alas con detalles, eran negras como de murciélago, pero gigantes y brillantes, me daba deseos de tocarlas, me sentía atraída a ellas.

— ¿Te gustan las alas?

— Sí.

— Puedes tocarlas si quieres.

Me acerqué y puse mi mano derecha sobre una de ellas, era suave, no sé sentía como me lo imaginaba, y cuando la tocaba sentía una especie de placer, era algo que nunca había sentido antes, ¿qué raro era?

— Para.

— ¿Qué cosa?

Quite la mano, no me di cuenta de que ese toque no solo a mí me hacía sentir extraña, el cuándo sus alas, eran como si nunca hubiera tenido, supongo que se puede transformar en un murciélago gigante, ¿verdad?, creo que Drácula podía, este chico podre también, ha, ha, ha, y estoy llevando la fisión a la vida real, pero a estas alturas y no hablo de donde estoy parada, ya no sé qué es real y que no.

— Vamos al punto, esta obsesión que tienes conmigo, ¿no puede deshacerte de ella?, ¿entonces cada vez que te rechacé te pondrás enfermo?, ¿los Vampiros se enferman?, ¿qué me harán todos esos que viven en tu casa si te muere o no despiertas más?, ¿qué se supone que tengo que hacer ahora?

— Solo tiene que estar conmigo, y todo estará bien.

Camine un poco por el lugar, la vista era hermosa desde ahí, sentí algo extraño, como si estoy lo hubiera vivido antes, era como una especie de dajavu, sin embargo, desde que nací, nunca había venido a Arizona, tampoco he estado en lugares parecidos a este, ¿cómo me puedo sentir familiarizada con todo esto?

De pronto me agarro otra vez por la cintura, y acercó su cara mucho a la mía, de tan cerca es muy guapo eso no se puede negar, bueno de lejos también es guapo.

— ¡Oye!, ¿qué te pasa suéltame?

— ¿Te vas a quedar conmigo?

— ¿Tengo otra opción?

Entonces me soltó, y se alejó de mí, no sé si era que estaba enfundado o que fue lo que le molesto, un vampiro con cientos de años, que no pudo pasar de sus 18 años, y tiene la adolescencia perdida, sin embargo, tiene que vivir como un chico de 18 años tiene que ser difícil, lo que me sorprende es que actúe como un chico de 18 años también, no debería tener mucha experiencia de la vida, ¿no que los años trae la madures?, ¿por qué este es tan inmaduro entonces?, hay cosas más increíbles que saber que los Vampiros si existen, siento que es más desconcertante que un vampiro ser así de inmaduro.

— ¿Te sientes obligas?

— ¿Tú que crees?

— ¿No te gusto ni un poco?

— No es que no me gustes, eres muy guapo, es que esto va muy rápido, aparte de que tu novia la loca ya trato de matarme una vez, quien sabe lo que me haga en el futuro.

— Ella no es, y nunca a sido mi novia, está obsesionada, pero no me ha interesado nunca, así que no piense en ella además, ese collar que te di, te va a proteger de ella, si yo no estoy, ¿lo llevas puerto verdad?

Se acercó a mí, para ver si llevaba el collar, por suerte mi suéter es de cuello alto, y llego un abrió encima también, para mí es más importante que esa vampira loca no le haga nada a la abuela.

— Me estás acosando otra vez, te lo advierto no me gusta mucho el contacto físico además solo tengo 16 años, bueno así 17, pero no estoy preparada para el contacto físico así que da unos pasos atrás.

Esto es como si tuviera que decidir el resto de mi vida ahora, y me niego a decidir apresuradamente cualquier cosa, sé que día a día el tiempo se me va agotando, pero eso no quiere decir que si un día quiero morirme y no seguir en este mundo, cosa que dudo mucho, es mi derecho elegir no el de nadie más.

—Vamos al cine mañana después del instituto, no sé que le dijiste a la abuela que quiere que vallamos todos juntos.

— No le dije nada, ella solo me pregunto, que si tú me gustabas, yo le dije que si y eso fue todo, no es que la haya manipulado de alguna manera, eso fue todo.

No me queda más remedio que cree en lo que dice, ya que a abuela está muy necia con ese tema, la alarma para tomar mi medicina sonó otra vez, ¿cómo es posible?, saque el teléfono y es verdad el tiempo estaba pasando muy rápido, tanto que no lo podía ni creer, por otro lado, tenía mucha hambre además del desayuno de esta mañana no he comido nada más, saque mi envase de agua, y mis pastillas, las tomé y luego volví a guardar todo.

— ¿Podemos bajar de aquí?, me estoy muriendo de hambre.

— Sí.

Se me acercó me agarro de la cintura sus alas aparecieron otra vez, cada vez que las veo me gustan más, son tan de mi gusto, sus alas comenzaron a moverse, no podía apartar la vista de ellas, era como si me hipnotizaran con su revoloteo, miré hacia abajo y podía ver la copas de los árboles y hacia arriba casi podía tocar las nubes, luego nos miramos un instante, cuando quise apartar la vista de él, me había aprendido hacia su pecho y puso sus labios sobre los míos, eran algo frío, ¡Eh!, así fue mi primero beso.

No lo podía apartarlo, el suelo me esperaba, este idiota se está aprovechando de mí, me beso por un largo rato, hasta que se me estaba cortando la respiración y no tuve más remedio que morderlo, entonces comenzó a descender despacio, cuando sentí que mis pies tocaron el suelo, lo aparte de mí.

— ¡IDIOTA!

Entre a la casa, sin dudarlo dos veces, no fue cuando estuve adentro que me recordé, que había muchos Vampiros dentro esperando.

***Este trabajo esta bajo contratado con NovelToon y la piratería, como la reimpresión sin permiso, están estrictamente prohibidas.***

***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***