CAPÍTULO 14

Llegue a casa, estacione mi camioneta al lado de la camioneta de la abuela, tome mis cosas, miré por la ventana y vi el reflejo de hombre de antes por el retrovisor, me baje enseguida para preguntarle quien era, y que quería, pero después de bajar y cerrar la puerta, no vi a nadie, de verdad lo vi, no fue un espejismo ni nada de eso, yo vi al hombre y se parece mucho a papá.

Miré por todas partes, y efectivamente estaba sola, entre a la casa, ya no hay nada que hacer, no sé si me estoy volviendo loca o de verdad, un ser extraño me está persiguiendo, abrí la puerta la abuela está sentada en el sofá, parecía enoja, ¿será por qué llegue tarde?, dejé caer a su lado, y le pregunté directamente.

— ¿Qué pasa abuela?

— Tom me invito a salir.

En serio ese viejo, todavía está pensando en eso, bueno, no es que sea tan viejo, y la abuela todavía es joven, no creo que sea mala idea que ella tenga un compañero de vida, ya que mi vida puede que no sea larga, no me gusta pensé en esas cosas, sin embargo, para morir la única condición que se necesite es estar vivo, y el destino que me ha tocado, es muy amargo, dejar a la abuela con alguien no es mala idea.

— ¿No te gusta?, ¿por eso estás molesta?

— No es eso, es... es...

— ¡Ah!, ¿entonces si te gusta?

La abuela se quedó en silencio, por ahí dicen que el que calla otorga, vamos a darle un empujón.

— ¿Deberías salir los tres?, así como papá, mamá y yo, cuando estaban vivos, eso sería genial, ¿qué tal el viernes en la noche?

La abuela me miró con pena y compasión, conozco bien esa mira, la veía mucho cuando estaba en el hospital residiendo el tratamiento, todos decían que pena, tan joven, y otros, que pena no llegara a ser adulta, pero sorpresa aquí sigo, y pienso seguir por mucho, mucho tiempo luchando contra esta enfermedad, y contra cualquier otra cosa que quiera robarme mi paz o mi vida.

— Está bien iremos al cine el viernes, pero no voy a salir con Tom como pareja, sino como amigo, ¿está claro?

— Clarísimo abuela, ¿qué ahí de cenar?

— Haré algo rápido, está preocupada por qué no llegabas, ve a darte un baño en lo que hago la cena.

— Está bien.

Me pare de sofá y subí a mi habitación, tire la mochila sobre la cama, me quite la ropa y entre al baño, abrí la llave del agua caliente y tome un baño, están pasando tantas cosas extrañas que no sé ya lo que es real, y lo que no lo es.

Después del baño, me puse una pijama, y bajé a la sala, para mi sorpresa cara pálida, está sentado en el sofá, como si de su casa se tratara.

— Mi niña, tu compañero de clases lleva un rato esperando por ti, ya que bajaste prestale atención yo estaré terminando la cena.

— Sí, abuela.

Me senté en el sofá, al lado de él, y que no podía hablar fuerte lo mejor es estar cerca.

— ¿Qué quieres?

— Te extrañaba, esta muy celo cuando supe que saliste con ese idiota de Robert, que si yo le caigo mal, él a mí me cae mil veces peor.

— Es una broma verdad, ahora me estás vigilando o que, ¿qué quieres así?

Puso los brazos en plan, ya te lo dejé, cuanta locura, puso la palabra, celos en su boca como si de verdad fuéramos pareja, son todos los seres paranormales así de locos, o es solo este chico.

— Sí vienes aquí, solo me pones en peligro, y atraes a la loca de tu novia a mi casa, ¿es que no tienes conciencia?

— Nadie te va a lastimar mientras yo exista te lo prometo.

¡En serio!, es que no sabes, soy una chica con mucha mala suerte, aunque lucho por vivir, en mi corazón siento, que no me puedo acercar a nadie, por qué si lo hago esa persona se va a morir, y no soy capaz de soportar más perdidas en mi vida, ya es suficiente para mí.

— Deja de decir que soy tu novia, primero, somos de dos mundos diferentes, segundo, no me gustas, y tercero, estar contigo es casi una sentencia de muerte y yo no me quiero morir, ¿entiendes?

Se quedó pensando no sé que cosa, en ese momento la abuela se acercó, y le preguntó.

— ¿Te vas a quedar a cenar con nosotras?

— No abuela, él tiene que irse, no te preocupes yo lo llevaré a fuera, y en unos minutos cenamos.

Me pare del sofá, y le puse mala cara para que se parara, se paró y lo agarre del brazo, y lo jale hacia fuera de la casa, no le di oportunidad ni de despedirse de la abuela.

— Adiós...

— Sé que tienes miedo, por qué has sufrido mucho, pero conmigo no vas a tener que sufrir nunca más, solo tienes que tomarme de la mano y yo voy a hacer todo por ti.

— ¿Por qué?, ¿por qué harías todo por mi?

— Por qué me gustas.

— ¿Y qué va a pasar cuando te deje de gustar?, ¿cuándo ya no me quieras proteger?, ¿qué va a pasar?

— Eso no va a pasar.

— ¿Qué va a pasar cuando me muera o cuando envejezca?

— No dejaré que eso pase yo solo te voy a convertir y así pasaremos la eternidad juntos.

Me quedé fría con eso que dijo, convertirme, apenas puedo vivir esta vida humana, ¿cómo voy a vivir una vida inmortal?, sin nadie, ni siquiera me gustas y ya quieres chuparme la sangre, no eso no va a suceder.

— Gracias por las buenas intenciones, rechazo el ofrecimíento, no me molestas y déjame en paz, si estás loco, no es mi asunto, solo sé un loco dejos de mi.

Entre a la casa y cerré la puerta con seguro, esta turbulencia están demasiado fuertes para mí, tengo que buscar una manera de alejarme de todo esto.

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