Cap. 5 Vergüenza

Por otro lado, Flavia llegaba a la hacienda, Saúl estaba enamorado de todo, había salido del hospital recién hace seis meses, estuvo en recuperación durante ese tiempo y estaba conociendo el mundo recién, los animales lo cautivaban y Flavia lo miraba feliz, había tenido algunos problemas con su nuevo embarazo, pero, aun así, estaba feliz de tener lo que tiene, si bien había sufrido mucho, ahora se sentía bien con lo que pasaba en su vida.

—Flavia, tu puesto como administradora está ya garantizado, te pagaré un sueldo, vivirán conmigo en la sacona, Saúl irá a la escuela del pueblo, es pequeña, pero tiene muy buenos profesores, verás que estaremos bien, el hospital también es bueno para que tengas al niño, aunque aún no me dices lo que pasa, solo quiero que sepas que te apoyo — dijo Aleida mientras que Flavia asiente y sonríe, aún no se atreve a decir nada lo hará, pero no puede, aún no.

—Mami, mira, muchos animales lindos — gritaba Saúl emocionado haciendo reír a ambas.

—Cuando Flavia bajó del auto, los trabajadores que las recibían se quedaron boquiabiertos, Flavia es muy bella, y era la mano derecha de la gran jefa.

La belleza de Flavia había llamado la atención de todos y no tardó en correrse la voz que la nueva administradora de la hacienda era una belleza y que tenía aún niño muy guapo, pero después, cuando su vientre se empezó a notar, empezaron los chismes que fueron calmados por Aleida, la historia era que Flavia, perdió a su esposo estando embarazada de su último hijo, el hombre había muerto en accidente durante el tiempo que su hijo Saúl se recuperaba de una terrible cirugía y ella estaba embarazada, eso puso a todos muy consternados por la terrible situación, así fue como Flavia fue apreciada por todos, era una luchadora que no se dejaba vencer por nada ni por nadie.

Mientras tanto, Santiago buscaba a Flavia por todo lado, estaba buscándola desesperado, no podía dejar esto así, quería exigirle que le explique la razón de su silencio, ella debió decir que no era la amante, que ella no había sido quien lastimó a su familia.

No podía encontrarla, no había rastro de ella, pero lo que más lo puso ansioso fue algo que reportó el hospital, su asistente personal, Leonel, fue quien buscaba algún otro dato sobre ella y ahí fue que descubrió la prueba de embarazo, Flavia tenía un mes y una semana cuando se hizo los exámenes, para Santiago era claro que era suyo, Flavia solo estaba con él fuera del trabajo y de su casa, en el hospital era lo mismo, solo salía a esos lugares y él lo sabía, la tenía vigilada todo el tiempo, pero cuando todo acabó solo quiso olvidarla, que se vaya lejos; sin embargo, ahora solo quiere hablar con ella, y más aún sabiendo que tenía un niño en su vientre, aunque no sabe si ella lo tendría, aún quiere aclarar esto.

DOS AÑOS DESPUÉS.

En la empresa Flabel, Santiago se alista para hacer una visita, están entrando en el rubro de exportación de soja, un gran negocio y están teniendo cooperaciones con productores, para esto, ahora se reunirán con la hacienda La compañera, que es una de las que tiene la mayor producción .

Los ejecutivos de Flabel Corporación, viajaron al pequeño pueblito de Los Sauces, el lugar es muy bello, y cerca están los mayores productores de soja de la región.

En cuanto llegaron, sabían que deberían hospedarse en el hostal del pueblito, sin embargo, el señor Mario Miranda, el coordinador de la hacienda, había invitado a la comitiva para quedarse en la casona, la vivienda de la hacienda donde los dueños vivían, ahí sería la mayor parte de las reuniones y no tenía sentido que ellos vayan y vengan cuando tienen tanto espacio en el lugar.

Santiago llegó al lugar y quedó impresionado por la infraestructura, era bellísima, una casona antigua estilo colonial con largos pasillos y corredores con pilares de madera tallados con delicadeza, las ventanas en su mayoría de estilo francés, pero con un toque lugareño que las hacen ver exquisitas.

Mientras Santiago se distraía con los detalles, una mujer aproximadamente de su edad se acercó a él con una sonrisa agradable.

—Presidente Flabel, bienvenido, permítame conducirlo a su habitación, pronto se servirá la cena — dijo Leila, quien es la encargada de relaciones públicas de la hacienda productora de Soja más grande del país.

—Gracias, los propietarios nos acompañarán — dijo Santiago con la seriedad que lo caracteriza.

—Lamento informarle que no será posible, pero estarán en la mañana para el desayuno, tuvieron un imprevisto hoy — dijo la mujer con una agradable sonrisa, sin embargo, ella lo miraba intrigada por el peculiar color de ojos de ese hombre, era realmente interesante para ella.

Santiago acostumbrado a esto, solo se limitó a caminar para ir a su habitación, cosa que la mujer entendió y lo guía por los pasillos iluminados por hermosos tragaluces y macetas con flores del lugar, todo era como un sueño en ese lugar.

Esa noche, la comitiva de inversores que encabezaba Santiago, cenaron y conversaron además que expresaron sus pensamientos al respecto.

—Dicen que el dueño de esta estancia es una persona huidiza y que nadie la ve con frecuencia — dijo el socio de la empresa Flabel.

—Me dijeron que es un ermitaño que solo cuida a su esposa y sus dos hijos, que la tiene oculta, ya que es muy bella — dijo otro de los socios mirando para todo lado.

—A mí me contaron que en las noches les cortan las lenguas a los chismosos que vienen a dormir bajo su techo y encima esparcen rumores — dijo Martín, quien es el mejor amigo de Santiago y ahora su director general de finanzas.

Todos se quedaron mudos, pero solo Santiago puso una sonrisa burlona al ver sus caras de pánico.

Como era de esperarse, en la noche, las cosas eran diferentes, el lugar era más tranquilo, el sonido de los animales nocturnos se escuchaba con claridad, eso hizo que los socios no quieran salir, y más con la bromita de Martín.

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