capítulo 10- en busca del culpable...

Marius había estado investigando sobre el ataque, pero han pasado tres días y aún no encuentra un posible culpable, las pistas solo le llevan a otro delincuente, más no al culpable. Mientras tanto, en el palacio de la capital, la emperatriz tenía una fiesta de té y Delia estaba presente, ya que tenía que aprender a relacionarse con las damas de más alto estatus, aunque para Delia, aún era difícil hacerlo, ellas no le daban el respeto que deberían.

La baronesa Roger estaba presente en ese evento, así que ella y sus amigas, no tardaron en sacar a relucir lo que habían presenciado en la fiesta.

— lady Delia, supe que lord Escalante fue su prometido antes que su alteza real, ¿cierto?— pregunta una amiga de la baronesa.

— a-así es, pero hemos quedado en buenos términos, porque somos amigos desde la infancia.— responde Delia.

— bueno, no es como si la ruptura le hubiera afectado.— agrega la baronesa.

— cierto, en la fiesta de cumpleaños de lady Roger, lord Escalante llego con lady Von Hansen y ambos se veían demasiado cariñosos.— menciona con una sonrisa burlona una de las amistades de la baronesa.

Delia se quedo en silencio al escuchar eso, no era posible cuando Ritter estuviera cerca de esa mujer, Ritter siempre presenció los momentos en los que ella la agredió. Aprieta las manos en su vestido, pero levanta la vista mostrando una breve sonrisa.

— quizás lord Ritter solo quiso ser amable con ella.— trata de mantenerse calmada.

— quizás, aunque yo presencie todo y parecían tan cercanos, como una pareja enamorada.— vuelve a recalcar la baronesa.

— que inesperado, pero ambos son libres de un compromiso, no hacen nada malo, aunque si sería una pena por lord Escalante, si se casa con una mujer exiliada.— menciona la emperatriz.

—¿casarse? No creo que llegue a tanto.— responde Delia.

— nunca se sabe, lord Escalante es un hombre despechado y esa mujer también. Pero no hay que amargarse por eso.— vuelve a decir la emperatriz.

Para calmar todo eso, cambia la platica y menciona sobre los avances para la boda de Delia y el príncipe heredero. Pero Delia se había quedado pensativa debido a lo que escucho, no era posible que Ritter este con Alesha, pues siempre se mostró en contra de ella, siempre la defendía de esa mujer, no puede ahora estar pensando en casarse con Alesha.

Delia entonces recordó el último día que vio a Ritter y este dijo que entre ellos ya no habría nada, ¿tal vez Alesha le pidió alejarse de ella? ¿Y si en realidad Alesha lo esta amenazando de alguna manera? Ante estos pensamientos, Delia se estaba sintiendo preocupada.

Por otro lado, el príncipe Johan, también se enteraba sobre el acontecimiento que sucedió en el baile de la baronesa, Johan fue informado por su secretario, quien escucho dicho rumor de parte de las doncellas.

—¿con Ritter Escalante? De todos...¿lo eligió a él? —

Se supone que no se llevan para nada y Ritter siempre estuvo en contra de Alesha debido a que molestaba a Delia. No puede ser posible que tras romper su compromiso con Delia busque a la mujer que le hizo daño a su ex prometida, ¿acaso se consuelan entre ellos? De alguna manera, saber eso le causaba un poco de molestia a Johan.

—¿tal vez esperabas que ella llorará por ti, por siempre? ¿O que volviera suplicando perdón? — pregunta El secretario.

Este hombre, era mayor que Johan por algunos años, pero ha sido su amigo desde la infancia, su nombre era Peter Fort, el hijo de un duque.

— no, pero no entiendo como dos personas que se odiaban, pueden estar juntas ahora.— responde Johan.

— tal vez porque comparten el mismo pesar, sus parejas de compromiso los dejaron. Todos sabían que lady Von Hansen esta enamorada de usted.— responde Peter.

— no creo que fuese amor. Aún así, me resulta difícil creer que ellos estén juntos, no creo que a lady Delia le guste...—

—¿por qué debería de importarle? Ella ya se separo de lord Escalante, es libre de elegir a la mujer que desee, aún si esta no le agrada.—

Parece que tanto Johan como Delia, se niegan a aceptar que han hecho mal, solo al pensar en ellos mismos y en su propia felicidad. Ritter y Alesha, están en su derecho, tal vez en su caso, del odio, paso al amor, porque comparten la misma pena, perder a quien amaban en brazos de alguien más.

*****

En la mansión de Alesha, ella revisas los informes que le han entregado por uno de los guardias de Ritter, al parecer aún no hay avances sobre la búsqueda del culpable en el ataque, ella tampoco tiene idea de quien pueda ser, incluso le informó a su padre sobre ese hecho y este investigo, pero en la capital, no parece haber ningún sospechoso.

— es demasiado extraño, ¿y si fue el príncipe? Él parecía muy molesto cuando solo fue exiliada.— menciona Laurie.

— si es él, lo están ocultando muy bien. Laurie, envía dos espías al palacio, quiero saber si es obra del príncipe...—

— claro mi lady, les pediré que traigan la información lo más pronto posible.—

Laurie sale del estudio, para cumplir la orden de Alesha. Mientras que el mayordomo, Gerald, se encarga de ayudar a Alesha con la revisión de los documentos del ducado. Alesha le encarga terminar solo unos pocos, mientras que ella debe de salir, no es como si fuese a quedarse sin hacer nada, también desea encontrar al culpable del ataque y acabar con esa persona.

Se puso una capa y tomo un caballo, ordenando que nadie la siga, prefiere ir sola y los guardias simplemente se limitan a cumplir con la orden, saben perfectamente que la joven puede defenderse sola.

Alesha se cubrió con una capucha al llegar a un pueblo, conocido por tener un mercado negro, lugar donde los delincuentes suelen reunirse y donde se puede comprar toda clase de mercancía, desde joyas robadas e imitaciones, hasta venenos de los más letales. Por supuesto, también es el mejor lugar para obtener información. Camina por las calles, observando los puestos, pero al pasar por un pequeño callejón alguien la jala del brazo y la presiona contra la pared, mientras le ciñe de la cintura.

— parece que le gusta el peligro, lady Von Hansen...— le susurra una voz varonil.

Alesha observa el rostro bajo la capucha de aquella persona, era Ritter quien la observa con seriedad.

— la vida sería aburrida si hubiese un poco de peligro...— responde con una sonrisa ladina.

— me agrada su forma de pensar...— Ritter observa fijamente a Alesha.

Jamás imaginó tener ese tipo de emociones cerca de la chica, lo cual le agrada, ya que Alesha no es una mujer aburrida que sienta a esperar a que alguien la proteja, tal y como lo hace Delia, que solo sabe llorar y agachar la cabeza. Siente pena por el imperio al tenerla como futura emperatriz.

Ritter se aparta un poco, pero la sujeta de la mano para guiarla por el callejón, mientras le comenta que encontró un posible informante que pueda darles la información que necesitan con respecto al atentado.

— será divertido cazar al cazador.— menciona Alesha.

— supongo que sí...—

Ambos llegan hasta un edificio antiguo, donde habían dos hombres custodiando la entrada, Ritter le muestra una insignia y les dejan pasar.

...

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