capítulo 4- alojamiento...

Tras lo sucedido con aquella chica misteriosa, Ritter se ha marchado del territorio del Marqués junto a sus tropas, pues su misión es mantener al márgen a quienes intenten causar problemas en el imperio y es una buena forma de mantenerse lejos de Delia, ella ha tomado su decisión, por lo que ya no puede hacer nada, solo espera sea feliz.

Las tropas avanzan, notando que no muy lejos de ese lugar hay otro territorio, su capitán, llamado Marius, le dice que ese, es el condado de Adilia, el cual pertenecía a la esposa del gran duque Von Hansen. Ritter observa la mansión que sobresale a los lejos.

— así que es ahí donde vivirá su exilió, más que un castigo es un premio.— menciona con cierta burla.

— para una chica como lady Von Hansen, vivir en un condado lejos de la capital, es lo peor que le puede pasar.— responde Marius.

— tuvo suerte de tener un padre influyente.—

— vamos amigo, ¿también crees que es culpable? Yo no creo, es demasiada coincidencia que las pruebas estuvieran en su alcoba, ella es una joven inteligente, no habría guardado las evidencias en su habitación, es absurdo.— le dice Marius.

Él también pensó eso en su momento, esas pruebas eran bastante convenientes, lo cual sería tonto para Alesha el guardarlos en su habitación. Pero ya fue juzgada y a nadie pareció importarle, nadie se molesto en investigar de manera más profunda el crimen.

Tras llegar donde les habían solicitado ayuda, se enteraron que los bandidos se fueron al territorio del condado Adilia, pero hace poco los cuerpos fueron colgados en la frontera de dicho condado.

— parece que los caballeros de Adilia se nos adelantaron. — menciona Marius.

— al menos hacen su trabajo. Regresemos, hay que enviar el informe.—

Debido a que tenían que irse pronto a otro lugar, iban a regresar al territorio del Marqués, pero una lluvia torrencial comenzó a caer mientras iban de regreso y no había pueblo cercano, por lo que Marius le sugirió pedir refugio en la mansión del condado, cosa que ha Ritter no le pareció para nada agradable, pero no podía permitir que sus hombres enfermeran, sabe que la lluvia no se va detener que habrá frío esa noche, así que ordeno que se dirigieran a la mansión de Adilia, ahí de inmediato solicitaron refugio por una noche.

— mi lady, una legión de caballeros fue atrapada por la tormenta y piden refugio.— le informa Laurie.

— que se queden en la sección de invitados.—

— mi lady...la legión es guiada por lord Escalante...— menciona con nervios.

Alesha levanta la mirada, no esperaba encontrarse con ese hombre, pero él no le vio la cara, así que no habría problema alguno, por lo que ordeno que pueden quedarse. Laurie dio la orden al mayordomo y este se apresuro para recibirlos, guiando a todos a la zona de invitados, donde les ofrecen la cena y agua caliente para bañarse.

— me gustaría hablar con el dueño de la mansión para agradecer.— menciona Ritter.

— mi lady esta ocupada, pero le daré su mensaje.— responde el mayordomo.

— bien, no importa la hora que sea, espero poder agradecerle personalmente.—

El mayordomo se retira y Ritter se dirige a una habitación para ducharse. Mientras tanto, Alesha mira por su ventana, la lluvia cada vez era más fuerte al igual que el aire, los empleados corren de un lado a otro, asegurando las ventanas y puertas, también colocan en las chimeneas, piedras de calor, éstas eran piedras mágicas que se calentaban para que el entorno se sintiera cálido, gracias a estas, no era necesario encender leña en las chimeneas con el riesgo de que hubiese un incendio, también las luces eran hechas de cristales mágicos, así que si el aire llegase a abrir una ventana, no hay riesgo de que las velas se apaguen, porque ya no se usan y evitan el mismo riesgo que con las chimeneas.

El mayordomo le informa a Alesha que Ritter desea hablar con ella, así que ordena que sirvan la cena y le digan a Ritter que esta invitado.

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Minutos después, Ritter llegaba al comedor, donde Alesha ya estaba presente, Ritter hace una reverencia y agradece la invitación.

— pero miren, quien diría que tendría en mi hogar a uno de los perro falderos de la zorra que se robó mi lugar.— menciona con burla.

Ritter frunce el entrecejo al escucharla.

— le pido respeto lady Von Hansen, ella no fue la única culpable, su prometido tampoco la respeto.—

— eso lo sé. Cuando aparezca una más hermosa que ella, seguramente acabará en la calle.— sonríe con malicia. — si no me pudo ser fiel, tampoco lo será con ella.

— la diferencia es que ellos se aman, usted simplemente no fue correspondida.— responde con calma.

Alesha no puede evitar dejar salir una risa, no cabe duda que Ritter es un tonto enamorado, pero precisamente es eso lo que lo hace débil.

— el amor se acaba, están en su fase de luna de miel, pero cuando vean lo que realmente es un matrimonio, los problemas se harán presentes. En especial, cuando la zorrita descubra que ser princesa heredera, no es solo complacer a su amado.—

Ritter trata de mantenerse calmado y no discutir demasiado con ella.

— veo que le tiene mucho rencor, en verdad debe amar al príncipe.—

— ¿amar? Yo no amo a nadie, lo único que deseaba era el trono y cuando llegue el momento, lo tendré.— Alesha mira fijamente a Ritter.

El chico se sorprende al escucharla, pues a su parecer, ella se veía muy enamorada del príncipe, pues siempre se comportaba tan dulcemente con él, tanto que no se podría decir que actuaba.

— dice eso porque esta despechada. Realmente lamento lo que paso, pero no podemos hacer nada, yo también perdí a mi prometida.— agacha la mirada.

— fue lo mejor que le pudo pasar, usted no es tonto como el príncipe, casarse con ella habría sido lo peor de su vida. Ya verá a lo que me refiero muy pronto.—

—¿como puede asegurar eso? Lady Lange es una buena chica, solo que se enamoró de quien no debía y ahora aquí estamos, la diferencia es que yo no guardo rencor.— responde.

— en eso tiene razón, yo si soy rencorosa y la próxima vez, me encargaré de que eliminar a esa parejita.— clava con fuerza su cuchillo en la mesa.

Ritter se sobresalta ante lo hecho y puede ver que la mano de Alesha comienza a sangrar, debido a la fuerza que uso, su mano se deslizó cerca del filo. Ritter toma una servilleta y la coloca en la mano de la chica.

—sus rencores le harán daño, mire donde esta debido a eso, la próxima, podría ser ejecutada, ¿no fue suficiente con su intento de envenenarla?— presiona la servilleta para evitar que siga sangrando.

— eso no lo hice yo, de haber sido yo, no habría dejado evidencias tan obvias y la tonta, estaría muerta, yo no fallaría de manera tan obvia...—

—¿que esta tratando de decir?—

Alesha se acerca lo suficiente para susurrarle al oído, causando que Ritter se quede quieto al sentir esa cercanía.

— que su dulce amada, podría ser en realidad una fruta podrida.—

Dicho esto, Alesha se aparta al igual que aparta la mano, para así ponerse de pie y dirigirse a la salida.

— disfrute la cena.—

Alesha se retira del comedor, pero Ritter se ha quedado quieto y parecía sorprendido, pero no por lo que dijo Alesha, si no, porque al tenerla cerca, pudo sentir un aroma dulce, ese mismo que tenía la mujer con quien paso la noche, además, su voz era similar, algo que no tomo en cuenta cuando estuvo con ella, después de todo, Alesha no era alguien a quien él le prestará atención.

...

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