Capítulo 16

Esa palabras lo prometo quedaron en el olvido. Leonardo me pidió ser su novia una semana despues. Se arrodilló en el recreo delante de varios alumnos y me declaro su amor

Me dio una margarita mi flor favorita y hasta un anillo qué conservaba con cariño en una cadena que colgaba siempre de mi cuello. Mi padre no me podía verme con un anillo en el dedo, así que lo escondí

El tiempo pasó y todo era tan mágico entre Leonardo y yo. Me invitaba a comer con él, o por un helado, ir al cine, todo con supervisión claro, Angelo siempre estaba pegado a mi.

Aunque algunas veces me escapé con suerte de mi casa sin que nadie se enterara, en estas ocasiones acompañaba a Leonardo a la academia de boxeo de su padre.

Me dejó disparar varias veces un arma, sabía que Gabriel no me dejaría volver a hacerlo y meterme en esa sala entrenamiento fue toda una osadía, siempre había algúien vigilando, así qué tomé lo que Leonardo me ofrecía

Cuándo mi padre aceptó que Leonardo no era un peligro lo dejó ir a la casa, asistir a una cena familiar. Todas las mujeres Moretti quedaron encantadas con él. Leonardo era todo un caballero y sabía como ganarse sus afectos

Pero papá siempre veía algo malo en él y era normal estaba celoso y se sentía protector con la niña de sus ojos. No dije nada sobre esto y mi padre lo dejó pasar, apesar de como se sintiera, él quería verme feliz.

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--- Ven aquí --- dijo Leonardo minutos después de que terminaron las clases. Él me besó con locura como yo también lo hice

Convencí a mis padres y a Angelo de que tenía que quedarme por un proyecto del Instituto, más exactamente las asesorias de matemáticas que daba.

Leonardo me subió al escritorio del profesor y se posicionó entre mis piernas. Lo recibí con agrado y él acaricio mi piel con deseo subiendo poco a poco mi falda

--- Te deseo -- dijo él entre besos

--- Yo igual --- dije. Habíamos hecho esto cada tarde solo besarnos, únicamente que hoy sería algo especial y quería que sucedería.

Este no era el mejor lugar pero nuestro amor lo haría especial. Recordaría este salón de clases con cariño.

Leonardo se alejó y me bajó de encima del escritorio. Luego me hizo ir al centro del salon y arrodillarme en la cama improvisada que había en el suelo, no sabia como logró traer esto pero no me importaba.

Él había decorado el salón con velas rojas y pétalos de rosas estaban esparcidos por todo el suelo. Los pupitres estaban a un lado así que nos daban espacio.

--- ¿Estas segura?, no quiero presionarte --- dijo cubriendo mi cuerpo con el suyo

--- Nunca he estado más segura en mi vida --- dije acariciando su mejilla.

Ya habia roto muchas reglas pero lo hacía por amor y sentía que no estaba mal. Estaba segura de esto y no me arrepentiría.

--- Te haré pasar la mejor tarde de tu vida --- dijo Leonardo con una sonrisa juguetona

Le sonreí --- espero con ansias --- dije

Él no se hizo esperar me quitó con cuidado mi uniforme y luego el suyo. Me besó y me acarició hasta que me tuvo rogando por más.

Nunca había experimentado el placer en mi vida y esto se sentía genial. Mi zona sensible palpitaba con deseo

De seguro vi videos para informarme y sabia lo que Leonardo me haría allí abajo.

--- Qué quieres que haga --- dijo él sacando mi pezon de su boca

--- Quiero que me toques allí abajo --- dije un poco avergonzada, no sabia como decirlo correctamente o sí, pero jamás diría esas palabras grotescas

Leonardo río un poco ---¿ te duele? --- preguntó y asentí. Él continuo --- te quitaré el dolor --- dijo alejando su mirada de mi para luego dejar tiernos besos en mi vientre hasta llegar a mi zona sensible

Miles de juegos artificiales explotaron dentro de mi, no sabia que se podia sentir así por primera vez, probé y no quería que él se detuviera. Luego de que terminara de besarme entre mis piernas y me hiciera llegar al cielo

Entró en mi suavemente, dolió pero ya lo esperaba así qué lo acepté. Se movió suavemente primero, luego sus movimientos se tornaron más bruscos y rápidos.

No fue tan grandioso como lo otro que hizo con sus labios pero lo acepté con amor.

--- Fue la mejor tarde --- dije minutos después despidiéndome de Leonardo.

Lo bese y él lo hizo igualmente. Luego se separó y me dijo con cierta intención en su mirada --- con esto me recordarás toda tu vida y jamás saldrá de tu mente que yo fui tu primera vez --- dijo con una sonrisa juguetona

--- Por supuesto --- dije, así lo sería

Angelo no notó nada extraño, por gracia de Dios y porque le suplique a mi padre que dejara que mi guardaespaldas me esperara a fuera y ya no dentro del colegio. Así que fue perfecto para mi tarde con Leonardo.

Fui a mi casa con una sonrisa en mi rostro y dormí con ella, ya no era virgen, le había entregado todo a Leonardo, el chico que amaba.

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