Capítulo 9

Una hora después, mis manos hormigueaban y el éxtasis del momento aún seguía presente. No puse atención a mi clase virtual lo único en lo que pensaba era en disparar.

Mi hermano se habia sorprendido bastante cuando lo logré a la primera y me dejó acabar la carga del arma disparando al blanco. Fue como expulsar algo dentro de mi.

Gabriel me habia dicho que demostrara de que estaba hecha, pues lo había demostrado y había fuego en mi sangre. Tal vez en el futuro no muy lejano mi padre me dejaría entrenar con mis otros hermanos. Solo tal vez.

El tiempo pasó volando y la mañana terminó para dar inicio a la tarde. Sé acercaba el momento en que vería a Leonardo.

No sabia sí era solo yo o sostener esa arma me había dado la valentía que necesitaba. Porqué sentía que me podía comer el mundo.

Mateo no estaba en casa, aún permanecía en su colegio privado, donde solo se entrenarían los hombres Moretti. En la academia de la mafia como se le podría llamar

Asi que eso era un alivio, no tendría a Mateo como un centinela viendo si permanecía en casa.

Me puse un lindo vestido verde que resaltaba con mi color de cabello y ojos y para añadir más elegancia añadi sombra de ojos oscura haciendo más llamativa mi mirada, para mis labios use un color rojo madera y estaba lista.

Mi teléfono real, no el desechable, vibró con una llamada. Salí corriendo del baño descalza no me había puesto aún mis sandalias

--- Hola --- dije con voz cansada

--- Hola ya estamos aquí --- dijo la voz de Cristina y a los lejos escuché a Pamela decirle a uno de los guardias que tenía un cuerpo de muerte. Rodé los ojos, aveces Pamela podía ser una coqueta sin remedio.

---- Pueden subir las espero en mi habitación --- dije y colgué. Ellas ya habían venido a mi casa y sabían dónde encontrarme

Corrí y me puse mis sandalias plateadas y me comprobé en el espejo. Pude ver que estaba todo en su lugar, el vestido, el maquillaje, los zapatos y mi cabello castaño cayendo en ondas salvajes. Sonreí esperaba que a Leonardo le gustará

Cinco minutos después mis dos amigas entraron y venían hablando sobre algo

--- Tienes que dejar de hacerlo Pamela ---- decía Cristina con reproche ---- son hombres mucho mayores para ti ---

Pamela la observó irritada ---- no hay nada de malo con recrear tu vista, además es mejor tener experiencia para no caer en la redes de cualquier imbecil ---- dijo enojada

Yo y Cristina la miramos sorprendida, conocíamos esa mirada algún chico la hizo sufrir.

Me acerqué a ella y la abracé ---- qué sucedió ---- dije apartándome para verla a los ojos

Pamela negó comenzando a llorar y me miraba con culpa --- lo siento --- dijo y no sabía porqué me decía esto.

---Qué pasa Pamela --- preguntó Cristina --- porqué te disculpas ---

Pamela se alejó de las dos y se sentó en la cama. Así que la seguimos y ella continuó --- Me refiero a que lo siento por ser un desastre lloroso --- dijo riéndose pero no había alegría en sus ojos

--- No te disculpes, sabes que siempre estamos para ti --- dije sentadome a su lado y Cristina hizo lo mismo poniéndose en el otro lado

--- ¿Quieres contarnos? --- preguntó mi amiga Cristina

Pamela negó --- es algo sin sentido, pero no se preocupen no volverá a suceder ---- dijo y ella me vio en realidad por primera vez ---- Dios Maggie estas hermosa ---- sus ojos reflejaban sorpresa y alegría

--- Oh eso es cierto --- dijo Cristina --- ¿porqué no te habíamos notado? --- preguntó mirándome

Pamela río --- por mi culpa, pero no es momento de hablar de eso --- dijo y en su expresión se instaló la seriedad --- Maggie estas hermosa y eres una persona muy especial. La verdad que Leonardo no te merece ---- dijo

Yo me reí por ese comentario --- no es cierto yo soy la que no le llegó ni a los talones, pero mejoraré --- vi que Pamela no lo creía y continué --- es el chico correcto lo sé, pero descuida estaré bien --- dije

Pamela respiró profundo y asintió --- esta bien pero aquí estaremos sí alguna cosa pasa --- dijo aún seria y eso me hizo sentir confundida y a la vez molesta. No queria decir qué, porqué alguien la había hecho sufrir también lo harían conmigo pero no dije nada porque ese pensamiento era muy cruel

--- Ya basta Pamela --- dijo Cristina con una sonrisa --- nada va a pasar, más bien apuremonos por que ya son casi las dos, y si queremos que esto funcione, debemos irnos ya ---

Asentí y dejé a un lado esta situación con Pamela, tal vez después le preguntaría más a fondo sobre eso pero no ahora, ya estaba lista y no quería perderme la oportunidad de tener una cita con Leonardo. Sí había algo malo con él lo descifraria en segundos

Salimos de mi habitación juntas, a esta hora no había nadie en casa o por lo menos cada uno estaba en sus asuntos. Llevamos nuestras cosas al Spa que habia en la mansión dónde supuestamente estaríamos y luego ellas me acompañaron hasta uno de los límites de la propiedad.

Ya estaba todo planeado, había conseguido con mucho esfuerzo y sin que nadie me notará una escalera, está me ayudaría a atravesar el muro.

---- ¿Segura que no te romperas una pierna? --- preguntó Cristina con preocupación, Pamela también estaba un poco nerviosa y miraba hacía ambos lados.

---- Por supuesto que sí --- dije. El muro no era tan alto y era una experta en escalar árboles. Había uno al otro lado, lo había planeado bien

Una vez la escalera me permitió ir hasta arriba del muro observé a mis amigas ---- recuerden apegarse al plan y sobre todo no dejen que Mateo se enteré ---- dije y ellas asintieron ---- las quiero y déseenme buena suerte ---

--- Suerte amiga --- dijeron las dos en coro.

Luego me preparé para bajar, primero lance la bolsa donde habia puesto mis tacones y una sudadera para cuando regresara y nadie notara que traiga un vestido.

Alcancé el árbol y bajé con mucho cuidado. Cuando vi que ya no había mas ramas para sostenerme, tantee la altura y estaba segura de que saldría ilesa. Mis tenis Michael Jordan amortiguarian mi caída o al menos eso esperaba. Salté y como gran presicion caí al suelo sin hacerme daño

--- Ja --- dije seguro mi hermano Gabriel estaría envidioso por mi salto mortal.

Mi teléfono sonó y me distrajo de mi momento victorioso, era Pamela

Contesté enseguida --- estoy bien --- dije --- voy rumbo al coche ---

---Esta bien--- dijo Pamela al otro lado de la linea y colgué

Tomé mi bolso del suelo y corrí como si mi vida dependiera de ello y tal vez lo era, mi padre me castigaría de por mi vida si se enterara.

No me detuve y seguí corriendo hasta donde estaba el coche de Pamela, una macha roja que destacaba evidentemente con el verde del bosque. Esté estaba a un lado del camino, el cuál se dirigía hacia la mansión.

No tenía permiso para conducir pero sabía como manejar un auto hasta mi hermano Mateo sabía. Al menos esto no lo prohibió mi padre, él aceptó que era lo básico que todo chico de nuestra edad debía saber.

Entre rápidamente al auto de la mamá de Pamela y sonreí sintiendome realizada era la primera vez que hacia esto, salir sola.

No tendría guardias a mis espaldas, no espiarian todo lo que hacía, esto era simplemente genial.

Libertad absoluta sin restricciones, bueno de aquí hasta las cinco de la tarde. Sin perder el tiempo encendí el auto y lo arranqué.

Pise el acelerador y el auto me llevó a una velocidad moderada por el camino opuesto a la casa. Mire el espejo retrovisor viendo si me seguían pero resultó que no, aún así no estuve tranquila hasta que no sali de territorio de mi padre.

Cuándo lo hice respiré profundo, solo me llevó diez minutos escapar y eso era un récord. Le había pedido a Leonardo que me esperara en uno de los muelles que quedaba como a mediahora de mi casa. Allí había una heladería así que era perfecto.

En eso sonó mi móvil desechable con un mensaje

"Estoy esperándote cariño, no habrás cambiando de parecer, ¿o si? " escribió Leonardo.

En un semáforo en rojo contesté "por supuesto que no, estoy de camino" puse un corazón y le di enviar

Leonardo mandó enseguida una carita de enamorado. Sonreí complacida, jamas me arrepentiría de haber hecho esto.

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