Capítulo 11

Mildred y Valentin regresan a su oficina.

Ella se sienta y

Valentin – Entonces ¿aceptas?

Mildred- Te dije que hablaríamos de ello, señor Valentin Carters.

Valentin piensa: nombre completo, eso no es bueno…

Valentin – Entonces voy a explicarte.

Mildred – De acuerdo.

Valentin – Necesito una novia, tuve un pequeño problema con mi hermana del medio, Ayla, y terminé diciendo que estaba saliendo con alguien y ahora realmente necesito una novia y (él respira)

Valentin piensa: está loca, espero que no me mate.

Mildred – ¿Y…?

Valentin – Dije que me comprometería con ella en Navidad, ante mi familia.

Mildred – Debiste caerte de cabeza cuando naciste, ¡eso es lo único que puede ser! Si ni siquiera tienes novia, ¿dices que te vas a comprometer? Y luego me llaman loca, eso es porque no te conocen. ¡Además de estresado, estás loco!

Los chicos contuvieron la risa.

Valentin piensa: ella me irrita, me hace enojar y ¿no puedo pelear con ella? ¿Qué diablos es esto? Mejor ni pensarlo ahora, necesito resolver mi problema.

Valentin – Está bien, la cagué (sorprendiendo a los chicos que pensaron que se enojaría con ella). Así que empezaríamos a salir, tendríamos que aparecer juntos hasta Navidad, seremos noticia y tendremos que tratarnos con cariño.

Mildred- Bueno, fingir ser tu novia y que nos vean juntos es fácil, ¡lo difícil es tratarte con cariño cuando quiero matarte!

Amigos riendo disimuladamente.

Valentin – A cambio hicimos una sociedad, como te dije yo pongo el dinero y tú el servicio. No entiendo mucho de fiestas infantiles, pero Héctor puede ayudarnos con las finanzas, Ruy, como mi abogado, puede hacerse cargo de toda la parte burocrática y Martín nos ayudará con los RR.HH. Vamos a necesitar algunos ayudantes.

Los chicos se miran sin entender mucho, no sabían nada, solo lo que habían escuchado.

Chicos – Por supuesto que ayudaremos en lo que podamos.

Mildred- Si acepta, escúcheme bien señor Valentin Carters, no voy a tener intimidad con usted, aparte de besos cuando sea necesario. Segundo, si me irrita mucho, no lo pensaré dos veces y terminaré la relación y no habrá posibilidad de compromiso. Sin embargo, hay un pequeño gran problema, tengo una hija de 8 años y no quería involucrarla en esto.

Valentin – Te entiendo, solo que saldremos en las noticias y no será solo en N.Y., sobre todo porque nunca he presentado a ninguna mujer, de hecho tuve una prometida con la que tengo un par de gemelos, pero eso fue hace 4 años, así que seremos la pareja a la que perseguir, interrogar, inventarán muchas cosas y así sucesivamente… Lo que sí te puedo decir es que, en cuanto a tu hija, haré lo que crea conveniente. Si quieres me presento como tu novio, sería muy bueno que ella pasara la Navidad con nosotros, ya que voy a pedirle matrimonio a su madre y luego, cuando terminemos a principios del año que viene, seremos socios y seguiremos siendo amigos, yo puedo seguir siendo amigo de ella. Pero como te dije, dejaré la decisión en tus manos. Te puedo asegurar que trataré muy bien a tu hija, me gustan los niños, aunque detesto el desorden. ¿Aceptas? Sé que te estoy presionando, es que necesito que aparezcas lo antes posible con mi novia, ya que le pediré matrimonio en Navidad, es decir, en 17 días…

Mildred piensa: no Mildred, esto es una locura, pero este hombre sí que sabe persuadir, mierda… esta vez Ade me mata o se vuelve loca.

Mildred- Si acepto.

Valentin – Ruy hará un contrato que firmaremos mañana, pero será de una futura sociedad y no mencionaré nada sobre el noviazgo ni el compromiso, no podemos estar en manos de nadie. Voy a confiar en tu palabra y solo haremos la sociedad, nada más.

Mildred- Así como confías en mí, yo puedo hacer lo mismo.

Valentin piensa: ¡No! ¡Así me estás volviendo loco! No confíes así en mí… ¡maldita sea! Creo que me estoy metiendo en un gran lío y pagando para ver qué pasa.

Valentin- ¿Aceptas ser mi novia?

Mildred – De mentira, acepto.

Valentin – Claro, hoy mismo vamos a cenar con mis amigos, bueno, los nuestros, y conocerás a más gente.

Mildred piensa: esto es aterrador, otras personas. Y los lugares que debe frecuentar…

Mildred- ¿Podrías decirme el nombre del restaurante al que vamos?

Valentin – Di uno muy famoso y caro, es uno de los que más me gustan y ya habíamos quedado en ir a ese. ¿Algún problema?

Mildred busca el restaurante en su celular – Imagínate, solo por ser un estándar señor Carters y nunca haber pisado un lugar así, ningún problema.

Ella mira otras fotos y

- además de tener que ir al salón y probablemente comprar un vestido…

Valentin coge una tarjeta y se la da – Úsala para comprar lo que necesites, como me estás ayudando es lo mínimo que puedo hacer.

Mildred – ¡Dios mío! Impresionante, hay un hombre amable detrás del estresado.

Los chicos ríen – Rara vez aparece Mildred.

Mildred sonríe- Pueden llamarme Mille.

Valentin – Te recojo a las 7 pm.

Mildred- ¿Qué? ¡No! Ni lo pienses, ya son casi las dos, tengo que ver a mi hermana enloquecer, hablar con mi hija y si sobrevivo a todo esto, tengo que comprar un vestido y pedir cita en una peluquería, así que cuando esté lista, te aviso y si quieres vienes a buscarme o mandas a alguien a buscarme.

Ella se va.

Te aviso mi amor, hasta luego.

Valentin – Me va a volver loco.

Los amigos ríen – Va a ser mejor que una película…

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