Los planes continúan

En pleno acto, mi celular suena, era Carl y aunque no quisiera debía responder. Él tiene el poder de mover cielo, mar y tierra por si alguna razón no llegase a contestar. Se preocupa demasiado y más por los problemas en los que estoy metida con esto de hacer pagar a los que le hicieron daño a Clarissa.

—¿Qué pasó Carl?, estoy un poco ocupada, me podrías informar en cuanto llegue a casa, si es que no es algo importante.—

Descaradamente le pido a mi secretario, hasta la vergüenza perdí en este tipo de asuntos. Mientras que el hombre a lado mío solo muestra una sonrisa ladina y comienza a besarme tan sensualmente que no puedo evitar hacer algunos ruidos.

——Señorita, parece que le hablé en un momento erróneo, hablaremos en cuanto llegue. Es algo importante. Hasta luego——

Terminó de hablar y colgó el teléfono. Al parecer lo traumé, pues se podía escuchar el nerviosismo en su voz.

—Eres terrible, el pobre de tu secretario te escuchó—

—Tu tienes la culpa, si no fuera por tus impacientes ganas de continuar con lo nuestro, él jamás hubiera escuchado nada. No se si podré verlo a la cara sin ponerme nerviosa—

Le explico a este impertinente, pero que le perdono eso y una que otra cosa más, porque lo que hace, lo hace increíblemente bien.

—Tengo que irme, acabemos con esto—

Después de darnos una ducha juntos obviamente, me fui de aquel lugar despidiéndome del hombre que me hizo sentir increíble, me ayudó a sacar todo mi estrés. Bueno siendo honesta, esa solo fue una excusa.

Esta vez pedí nuevamente un taxi para que me llevara a casa, ya que no puedo permitir que nadie se entere.

Al llegar a casa, Carl ya me estaba esperando, cómo cuando un padre espera a un hijo, sabiendo que hizo algo indebido.

—Carl, no me mires d esa forma, estoy avergonzada por lo que pasó en nuestra llamada. Lo lamento, prometo que no volverá a suceder—

Acto seguido, Carl me da un abrazo, lo que me deja totalmente sorprendida, al parecer él no estaba enojado, en su rostro veía una sonrisa.

—De haberlo sabido, ni siquiera me molesto por lo que hizo al casarse con ese bueno para nada de su esposo. Creo que me debe una explicación señorita—

Me lleva hasta el estudio y comienza con un bombardeo de preguntas.

—Carl, antes que nada, quiero decirte que no amo al hombre con el que me vi, sin embargo hemos iniciado un tipo de relación de la que nadie debe enterarse. ¿Me entiendes verdad?—

—Entiendo mejor que nadie, pero por favor necesito saber todo para poder cubrirla frente a otras personas si es que se llegase presentar algún tipo de situación. Además me alegro que usted intente ser feliz—

—Te contaré todo, pero antes quiero saber el motivo de tu llamada, dijiste que era algo importante. ¿De qué se trata?—

Pregunto intrigada, ya que son pocas las veces que Carl me llama sin ser algo realmente importante.

—Cómo lo pidió, me encargué de hacer una cita con SI.FA, la esperan el día de mañana a las nueve. Estaban muy entusiasmados por su llamada, pero también preocupados por lo que fuese a decirles—

—Entiendo su preocupación, creo que jamás se imaginaron que alguien como yo se interesaría en su empresa. Gracias por la información, ahora déjame sola, necesito hacer un par de llamadas. También quiero que llames a la secretaria de Francisco, hazle saber inconscientemente que mañana me reuniré con la empresa SI.FA, veremos la reacción de mi ex esposo—

Después de recibir las indicaciones, Carl sale del estudio y yo llamo a la persona que dará crédito a lo que diré en la reunión, que tendré al día siguiente.

—¿Llegaste bien a casa?— pregunto

—Pareciera que soy una damisela que tiene que ser cuidado, pero agradezco que preguntes. Aún no estoy en casa, tenía una reunión pendiente y estoy a mitad de ella— dice como si nada.

—Lamento interrumpir, llamaré después. Discúlpame— avergonzada, hablo

—Tranquila, si debo escoger con quien hablar, prefiero hablar contigo. Además estos hombres están bebiendo demasiado, quizás deba irme antes de tiempo. ¿Puedo ayudar en algo?— amablemente pregunta

—Sabes, el día de mañana tengo una reunión con el presidente de SI.FA y me gustaría que…— intento pedirle un favor y él termina mi oración

—Estaré ahí, tendrás mi respaldo al cien por ciento. Te dije que haría lo que necesitaras y si debemos hacer pagar al bastardo de tu ex marido, te ayudaré siempre que lo pidas—

Con lo dicho me deja encantada, no es que necesite su ayuda, ya que puedo arreglármelas con mi puesto, pero quiero involucrarlo en mi vida, incluso si no lo puedo hacer abiertamente, quiero que se sienta bien y que sepa realmente lo que me interesa.

—Te lo agradezco, de verdad me vendría de mucha ayuda tu presencia. Entonces nos vemos mañana, descansa. Buenas noches — me despido y antes de colgar el también lo hace.

—Descansa cariño. Buenas noches—

Aunque sea por teléfono, el hecho de que me diga cariño, hace que mi corazón aumente un poco su palpitación, estoy loca, lo sé. Realmente me estoy enamorando de este hombre, que resulta ser una gran persona a pesar de algunos errores. Si bien dicen que es de humanos equivocarse y errar.

Ya de mañana, muy temprano, tanto Carl como yo nos pusimos en marcha para la reunión que teníamos. Cuando llegamos al lugar, el presidente de SI.FA se encontraba hablando con otro de los presidentes importantes, Michael Smith.

—Buenos días señores, ¿interrumpo?— saludo

—Buenos días señora Goin, por supuesto que no interrumpe, la estaba esperando y mientras tanto me encontré con un gran amigo— saluda el señor Silver, presidente de SI.FA

—Ya nos conocemos, ¿cierto señora Goin?. Un placer volver a verla— saluda sarcásticamente, el señor Smith

—¿Cómo es que se conocen?, ha pasado poco tiempo desde que la señora Goin llegó a esta ciudad.— Intrigado, cuestiona el señor Silver

—Trabajamos juntos en un proyecto, fue ahí cuando nos conocimos— explico

—Muy cierto, la verdad me gustó mucho trabajar con usted, sería increíble que pudiésemos hacerlo de nuevo, ya que gente como usted no se encuentra en cualquier lugar— toma un sorbo de su taza de café e informa, sin quitar su vista de mí

—Es sorprendente todo lo que dicen, quizás si lo hubiera sabido antes, yo..— el señor Silver trataba de explicarse, pero fuimos interrumpidos.

—¿Qué demonios significa esto?— furioso preguntó, nada más y nada menos que Francisco.

Al momento mostré una ligera sonrisa, pues lo planeado estaba sucediendo mejor de lo que esperaba. Francisco iba a cavar su propia tumba.

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