Amantes

Contenido adulto al final. Leer bajo su responsabilidad

Pasaron más días y los problemas para Jack comenzaron, se unió al club con Francisco y Katy.

—Nueva información sobre la persona que se encarga de vigilar a su esposo, señorita Clarissa—

Carl me entrega un sobre con algunas fotos, dónde claramente se puede ver a Jack con otra mujer. Se le hizo fácil traicionar estando casado.

—Esta bien, al final es hombre y necesita satisfacer sus necesidades. Si es parte de su venganza y eso lo hace sentirse bien, dejemos que piense que me duele lo que hace—

—¿Cómo puede decir eso?. Parece que en realidad no le importa para nada lo que el señor Lambert haga, le está dando demasiada libertad, ¿qué hará si la gente se da cuenta de lo que sucede?— con el rostro completamente rojo por lo furioso que está, Carl me reclama.

—Entiendo tu preocupación Carl, para mala suerte de Jack, tenemos todas estas pruebas, la verdad no me preocupa sacar a la luz su infidelidad, él que quedaría mal entre la sociedad, seria el señor Lambert— trato de persuadirlo para que ya no se moleste tanto.

No es que sea irresponsable o que deje hacer a Jack todo lo que él quiera, simplemente me despreocupa ese tipo de cosas porque lo tengo todo el tiempo vigilado, sigo cada paso que da y la verdad mientras no atente contra mi vida o la vida de alguna otra persona, no tengo problema alguno.

—Lo dejaré pasar, pero debería demostrarle a ese tipo que tiene una esposa a la cual respetar— ya un poco más tranquilo, Carl se retira.

Enseguida, realizo una llamada. —¿Estás libre?, estoy dispuesta a escucharte ahora mismo, te mandaré la dirección del lugar— es lo único que digo y cuelgo

Pasadas unas horas, llego a una casa pequeña alejada del centro de la ciudad, pero que no deja de ser una zona muy buena para vivir. La mandé a construir desde que regresé, a pesar de eso, nadie sabía de su existencia hasta ahora.

Estando ahí por un corto tiempo, llega un automóvil, de el baja la persona que estaba esperando.

—Me gusta este lugar, te describe totalmente, ¿estás lista para escuchar lo que tengo que decir?— pregunta

—Si no estuviera lista, jamás permitiría que fueras la primera persona en visitar mi lugar secreto, que por cierto a partir de hoy, será de los dos—

No le doy tiempo de responder o decir algo más, porque lo tomo del cuello y comienzo un beso apasionado, dónde me adueño de su boca completamente. Solo lo dejo cuando me falta la respiración.

—Espera, ¿estás segura de esto?. No quiero que mal intérpretes mis actos, no me gustaría perderte— me dice con una mirada sincera

—Me gustas, de echo me encantas. Quiero estar junto a ti y quiero hacer esto solo contigo, a menos que tú no quieras..—

Prácticamente no me deja terminar de hablar, pues fue el quien se apoderó de mi boca está vez. Besa tan bien que me podría hacer adicta a todo él. Volvemos a separarnos por falta de aire.

—¿Debo sentirme celoso?, estás casada y yo simplemente seré el amante. No me gusta el papel que me estás dando en tu vida— resentido, menciona

—Te diré una cosa, no te amo, pero si me gustas muchísimo. Tampoco amo a mi esposo, digamos que estoy con él para ayudarlo, de hecho te diré un secreto, tu decidirás si continúas con esto o lo terminamos antes de que inicie—

Entonces me acerco a su oído y le explico lo que realmente está sucediendo en mi vida, el porque de ayudar a Jack, claro que omitiendo el hecho de que no soy realmente Clarissa, a él le digo casi toda la verdad.

—Tu decides, ¿qué es lo que harás?— pregunto con la cara seria

—Si me das una segunda oportunidad, haré que no te arrepientas de esto. Acepto ser el otro, el que no estará presente en algunos asuntos de tu vida diaria, pero el que hará todo cuanto esté a su alcance para que seas feliz—

Al terminar de hablar, continuamos con un beso, pero está vez fue un beso lleno de amor y muy tierno. Aún no puedo decir que amo a esta persona, pero estoy totalmente segura que llegaré a hacerlo, lo supe desde que lo vi.

Me toma por la espalda y poco a poco baja el cierre del vestido que llevo, termina cayendo al suelo, dejando ver el escultural cuerpo que tengo. No es por nada, seré vanidosa al menos por el cuerpazo que me fue heredado. Me besa el cuello mientras acaricia mi espalda, pasando sus manos hacia enfrente, comenzando a acariciar mis senos, yo giro la cabeza un poco y correspondo a un beso de los tantos que ha depositado en parte de mi cuerpo. Nos deshacemos de toda la ropa que aún queda y quedando al desnudo, damos rienda a nuestros antojos. Estando frente a frente, el me sienta en la orilla de la cama y se inca delante de mi, siendo honesta, me sorprendo por tal acto.

Inicia tomando mi pierna derecha y el camino de besos y caricias comienza, hace lo mismo con ambas piernas hasta llegar al punto de unión, ahí se detiene y realiza una tarea espectacular con esa boca y lengua que tiene. Enseguida soy yo la que realiza una ardua tarea con su amigo, aquel que se esconde entre sus muslos, algo que nos deja muy satisfechos a los dos. Más adelante, sin perder el tiempo continuamos, al unir los dos cuerpos, convirtiéndonos en uno solo. Perdí la cuenta de las veces en las que aquel hombre me hizo suya y simplemente sacie esas ganas inmensas que tenía de estar con él.

—¿Así será siempre que nos veamos en este lugar?— pregunta, aún estando en la cama. Él abrazándome y yo recostada en su pecho.

—Prometo que no durará mucho tiempo, además quién puede asegurar que me enamorare de ti algún día— burlándome de él, le contesto.

—Me encargaré de que eso suceda, porque yo ya estoy más que vuelto loco por ti—

Sin dejarme descansar el tiempo suficiente, comienza una ronda más de lo que a ambos nos encantaba.

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