04 Encuentro

Fueron alrededor de quince minutos, para que llegáramos a la empresa del señor Michael. Bajamos del coche y entramos a recepción.

—Buen día señorita, estamos buscando al presidente de la empresa. Mi nombre es..— no pude terminar de hablar porque la recepcionista me interrumpió.

—No son horas de visita y sin previa cita, no pueden pasar, así que si no se van, llamaré a seguridad— prepotente, contestó.

Decido marcarle a Carl para que él sea quien arregle este asunto, a veces tener cierto poder, ayuda mucho.

—Carl, necesito tu ayuda. Quiero que le marques a la secretaria del presidente de la empresa C.N.D, sabes tengo algo importante que decirle y hacer, por el momento no preguntes, solo dile que baje a recepción y listo. Por favor— cuelgo la llamada, sin darle tiempo a Carl de responder siquiera algo.

Asumo que llamó, porque en minutos una chica delgada y muy bien vestida bajo a recepción.

—Disculpe, ¿alguien aquí es la señorita Clarissa Goin?— pregunta.

Estando sentada en una sala, levanto la mano levemente y ella me identifica.

—Acompáñeme por favor, el director la recibirá.—

Amablemente nos dirige hasta el último piso del lugar y pide paso a la oficina del presidente. Cuando le dan acceso, pasamos.

—Señor, esta es la señorita Clarissa y con ella viene un niño pequeño— informa y se retira.

—Mucho gusto señor Michael, mi nombre es— y de nuevo fui interrumpida, pero ahora por este hombre.

—Se quién es, me lo informó Carl. Lo que no acabo de entender, es como mi hijo terminó con usted, señorita.—

—Solo quise venir a dejarlo con alguien que él conoce, ahora me retiro señor.— Por supuesto que estoy molesta por lo que está sucediendo, pero no pretendo discutir con el padre del niño que yo me llevé y si el bien quisiera, me denunciaría.

—Espere señorita, por favor no se vaya. Papá debe saber lo que pasó— tomando mi mano, el pequeño suplicaba.

—¿A qué se refiere Dilan?, nadie mencionó algún percance—

—Creo que debería de investigar mejor a las personas que cuidan a su hijo. La mujer que estaba con él, trataba de golpearlo en plena calle. No es justo que su hijo tenga que soportar a personas, solo para que usted sea feliz— y ahora sí, salgo muy molesta de aquella oficina, azotando la puerta.

Me dirijo al ascensor y me voy, no pretendo entrar en la vida de alguien, no de esta forma. Además tengo mejores cosas que hacer, como la forma de arruinar la boda de mi querido esposo.

—Señorita, ¿a dónde nos dirigimos?—

—Vamos a casa, necesito arreglar muchas cosas—

Por fin llegó el momento de llegar a casa, un pent-house hermoso en una zona despejada y amplia, en una zona céntrica.

—Señorita, por fin llegó. ¿Todo está bien?— me interroga Carl.

—Todo bien Carl, aunque preferiría no volver a ver al señor Smith, hice algo incorrecto y su forma de tratarme no me gustó. Pero ahora enfoquémonos en la boda de mi esposo—

—Bien, la boda se llevará a cabo el sábado por la tarde—

—Quiero la dirección de su casa y la de su trabajo. También quisiera toda la información de su prometida, además de que necesitaré ir de compras—

—Perfecto señorita, me encargaré de todo, solo que su salida de compras será el día de mañana, necesita descansar y comer algo. Por favor— como siempre, preocupándose por mí.

Haciendo caso a lo que Carl pidió, me retiré a descansar, comer algo y darme un baño muy necesario. Fue un día cansado, con la lectura del testamento, la tontería que hice al entrometerme en asuntos ajenos y planear como hacerle la vida imposible a Francisco, el esposo de Clarissa, me tiene muy cansada. Por suerte tanto Carl mi secretario y Tomás mi guardaespaldas, viven dentro de la propiedad, con ellos no tendré problema alguno si los llego a necesitar en cualquier momento.

Un nuevo día llegó y la boda de Francisco está más cerca, debo arreglarlo todo para que salga a la perfección.

—Buenos días señorita—

Cómo siempre, Carl está listo para trabajar y en la puerta se encuentra Tomás, que aunque son más que cercanos, siempre mantienen su vida privada, separada de su vida laboral. Todos unos profesionales.

—Buen día Carl, Tomás. Acompáñenme a desayunar, no quiero estar sola en la mesa—

Es mejor desayunar acompañada que sola, por otra parte, fue Carl quien preparó el desayuno, sería muy descortés de mi parte que no los invitara a desayunar.

Así los tres desayunamos muy amenamente, aunque Carl sabe mi más grande secreto, sería incapaz de contarlo a alguien más, por más que lo quisiera.

—Por cierto Carl, necesito que te encargues de contratar a una persona para la limpieza y otra para la cocina, que estén dispuestas a vivir aquí, no importa sin son hombres o mujeres, esa es la única condición, eso sí deberás revisar sus antecedentes debidamente. Tomás, de ti necesito que te encargues de que pongan cámaras en absolutamente toda la casa, a excepción de mi habitación, también quiero que consigas a otros dos guardias, tú serás el encargado, pero quiero sentirme segura, después de lo que haré. ¿Quedó claro?—

—¡Si señorita!— ambos hombres, afirman positivamente.

Terminamos de desayunar y ellos se fueron a realizar lo que les pedí, por otro lado, me dediqué a revisar la información que Carl había conseguido sobre Francisco Lira el flamante esposo y Katy Northoun la dichosa prometida, solo quiero ver sus caras cuando por fin tengan que enfrentarse a mí.

Fue así como pasaron un par de días y el día de la boda llegó. Mi plan comenzaría en este momento.

Muy en la mañana voy a mi cita en la estética para arreglarme uñas, cabello y por supuesto me hacen un maquillaje de impacto, también llevo puesto un vestido color rojo con escote pronunciado, a la altura de la boca del estómago, su largo apenas si llega a la mitad de mis largas piernas, unos tacones hechos a medida y únicos en existencia, accesorios de diseñador y un saco color negro, para cubrirme un poco del aire fresco. Todo previamente comprado por mí.

Tomás maneja el auto en dirección a la casa de Francisco y Carl va en la parte de atrás junto a mí. Cuando llegamos a nuestro destino, bajo del coche y me dirijo a la puerta, toco y espero respuesta.

Un hombre recién levantado abre la puerta y al verme, sus ojos se abre lo más que se puede y no pierdo la oportunidad de saludar.

—Hola cariño, he vuelto— lo digo con un gran sonrisa y abro los brazos, como esperando que el entienda la indirecta y me abrace.

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Comments

Sabri Nahir Zapata Zini

Sabri Nahir Zapata Zini

Pero como hizo para divorciarse?

2025-04-08

0

Sarai Bernard

Sarai Bernard

Se murió 🤣🤣🤣🤣🤣🤣🤣🤣

2024-09-28

2

Elizabeth Moreno

Elizabeth Moreno

sera Francisco

2024-01-14

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