CAP 19 Mercancía dañada

Al bajar las escaleras están todos listos esperándome, baje como pude las escaleras, tomamos nuestras cosas y salimos rumbo hacia la dirección que les había dado, siempre estábamos como a unos 15 minutos de distancia, por todo el camino las imágenes de mí en el pasado y lo estúpida que fui en caer, me hace querer viajar el pasado y abofetearme, es como si mi pasado regresará por mí, primero mi tío, ahora está escoria, ahora solo faltaría que apareciera mi padre, para completar el pastel. Mientras que soy sacada de mis pensamientos por Gabriel.

Gabriel: Hay algo que no entiendo. Si Daisy es tu mejor amiga, sabe sobre tu ex, porque cayó tan fácil en esa trampa sabía la escoria que era mientras, Gael me mira a través del espejo, porque los demás están en el otro auto que estaba detrás de nosotros.

Camil: (Suspiré) cuando conocí a Daisy, ya eso había pasado, si le conté pero ella nunca lo conoció y ni tampoco le dije su nombre. Así que ella no lo conocía, el sabía o debió saber que Daisy era la unica forma de atraer a él. Mirando por la ventana

Gael: ¿Nos puede decir que fue lo que él te hizo?. (Mientras conduce).

Camil: No quiero hablar de eso ... Mientras todos quedamos en silencio, hasta llegar al lugar que les indique, era una especie de fábrica vieja, pero solo por fuera por dentro debe estar en buen estado, lleno de muebles y cosas. Me imagino que debe estar a dentro.

—Deben dar la vuelta hay una puerta en la parte de atrás, ahí encontrarán unas escaleras que los llevará una sala, hay los encontrarán, yo entraré por la parte de adelante y al entrar dígale a Sam que llame a la policía y le diga lo que pasa, eso me dará tiempo para saldar una vieja deuda con ese Maldito— Mientras los observé sacar dos armas de la guantera del auto.

Ellos me miran.

Gabriel: son un regalo de nuestro padre. Descuida preciosa sabemos cómo usarlas, te cubriremos.

Gael: Confía en nosotros. (Me sonríe) mientras yo me bajo y empiezo a cojear con mi pie, suspiro llegó al frente, tocó me abren la puerta puedo ver a uno de esas escoria de sus perros falderos, la cual abre la puerta para que pase, entro a ese lugar que está un poco sucio y el olor a cigarro predomina en todo el lugar y la oscuridad, hasta subir las escaleras, cada escalón que subía, era como si las imágenes se desbloquearan, subí no si se era la adrenalina que sentía, pero no sentía el dolor en mi pie, hasta llegar a una sala, hay se encontraba él y él otro perro faldero, al verme solo sonríe con una cerveza en la mano.

Pero mis ojos solo busca a Daisy hasta verla inconsciente en la cama, con su blusa abierta la sangre me hierve, ni sentía ninguna clase de dolor, solo me dirigí hacia ella, hasta llegar a ella e ignorando a todos, trato de hacer que reaccione, pero ella no lo hace, trato de liberarla de las cadenas, pero no puedo.

Mientras el solo se ríe con cinismo.

Cristian: ¡Hay Camil!. Que mala educada eres. Sabes que estás más hermosa que antes. (Mientras se levanta y toma una fumada de su cigarro).

Camil: ¡Ya vine, Dame las malditas llaves de las cadenas!. Poniendo mi mano para recibirla siento unas ganas de partirle la cara y golpearle sus pelotas.

Él se levanta, le hace una seña a uno de sus perros falderos de que salga, él toma mi mano y me hala hacía él, lo cual, hace quede de espaldas y su cuerpo pegado al mío, siento que olfatea mi cabello. Yo siento tanta rabia y las imágenes pasan por mi mente lo cual hace que pise su pie, golpe con mi codo su abdomen y con mi puño lo impacte en su cara rompiéndole su nariz, mientras el se limpia, se ríe.

Cristian: Eres todo una fiera, pero a mí no me engañas Camil. Sigues siendo una niña rota, a la que todos abandonan. Tu padre, tu tio. (Mientras se ríe, limpiando su sangre)

—Podrás aparentar que eres fuerte, pero solo eres, mercancía dañada —

Camil: ¡Si es cierto!. Estoy rota, pero yo misma me construí, y si tú pensaste que me rompiste te equívocas. Soy más fuertes y tú solo eres una vil escoria, que la única forma de sentirse superior es lastimando, pero bastardo entre tú y yo. Tú eres él quedas lástima. Siento su enojo que viene hacía mi, uso su mismo golpe en su contra, para inmovilizarlo, usando toda mis fuerzas para tirarlo al suelo, las imágenes del pasado, vienen a mí y ver a Daisy en ese estado y en esa cama. No se cuántas veces mis puños e impactaron su rostro, solo estaba sacando todo, cuando fui sujetada y retirada por Gabriel y Gael.

Gael: ¡Camil, cálmate lo vas a matar!. No vale que manches tu vida por ese imbécil. Mírame enfocándose en mí,mientras mi hermano la sujeta. Así que logro calmarla, mientras la observé ir con Daisy, que no reacciona, mi hermano llama y a una ambulancia pueda que tengo una sobredosis, solo veo ese hombre lleno de golpe mientras los nudillos de Camil, está hinchado y rojos pero su preocupación es por su amiga, que lo más importante para ella en el momento . Hasta que escuchamos las sirenas, vienen con Arturo, que les indicó todo hasta donde estabas los otros hombres amarrados, para ser esposados, mientras los paramédicos llegaron para atender a Daisy y a ese hombre que está inconsciente en el suelo, mientras los uniformados revisan la casa encontrando, drogas y mercancía robada, la policía nos pidió una declaración todo lo que sucedió, pero yo solo me preocupa es por Camil y su pie, sé que es una chica fuerte, pero sé qué necesita alguien con quien hablar.

Estando en la ambulancia Daisy logró reaccionar, estaba abrumada por todo y Camil sus manos eran revisada por un paramédico, hasta verlo a ellos salir esposados y ser subidos en una patrulla...

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