CAP 2 Apuestas

Así aprendí que la soledad puede ser tú más triste amiga ahora tengo 21 años, soy estudiante de arquitectura de una de las mejores universidades del país, soy becada tengo tres trabajos uno soy corredora clandestina de carreras ilegales para el "Don" solo me faltan tres carreras para pagar mi deuda y quedar libre de él. Aunque conociéndolo como es, sé que no me dejara salir tan fácil, porque es como él dice soy su gallina de los huevos de oro, para pagar todos mis materiales de la universidad y mantener la casa que me dejó mi madre trabajo en un Club night, como mesera y también doy tutoría en la universidad en cálculo avanzado hago todo tipo de trabajos que me encarguen ya sea de mi carrera o no .

Tengo una amiga por decirlo así que tolera mi carácter, La cucaracha entre más la trato de apartar más difícil es de quitar, pero ya le cogí hasta cariño su nombre es Daisy la conocí en una de las carreras ilegales.

Su novio al quedar sin dinero, la apostó, mientras ella la rogaba que no, pero él no le importó. Así que corrí contra él y la gané al bastardo y le di una lección esa noche, para que no se acercara más a ella de ahí. No me la puedo quitar de encima sigue atrás de mí.

Salgo de mis pensamientos, apagando mi voz narradora para darme una ducha rápida me pongo mi típico, blue jeans, una camiseta negra y una chaqueta de cuero, me maquillo y delineó bien mis ojos para resaltarlos, cierro mi casa, tomo mi moto y salgo rumbo a mi trabajo, porque hoy es sábado y en el club night donde trabajo estará lleno, pero más las propinas, me irá superbién, llego a mi trabajo, estaciono mi moto, le pongo seguro entro saludos a los chicos y empieza a atender todo lo que asisten en ese club saben qué pasa cuando se meten conmigo o si llegan a propasarse, porque nunca faltan los clientes, que quieren tocarte nada más, porque eres mesera o acosarte o las propuestas indecentes sabe que soy capaz de partirle la madre, así que ya todos me conocen y me respetan, sabe que no soy de cuentos, ni de palabras, soy de acción. Así que la noche transcurría con normalidad el club estaba lleno los clientes pedían que ya no dábamos abasto entonces me tocó trabajar en la barra sirviendo tragos porque era mucho más rápida que la otra chica, ahí es cuando observó a Daisy que entra con Sara sentándose en la barra junto con ella, les paso unos trago.

Daisy:¡ por favor! tómate un trago con nosotras es tu cumpleaños.

Camil: Estoy trabajando. Ya déjate de pendejada Daisy. No me gusta celebrar mi cumple.

Sara: ¡Por favor Daisy!. No sé por qué pierdes tu tiempo con esa a amargada.(en un tono de molestia).

—Yo vine a divertirme y a conseguir un bombo —

Daisy: ¿Porque? Ella es mi amiga, sé que detrás de ese frío corazón hay una chica linda. Señalando mi pecho .

Camil: ¡Ya deja de tomar! Creo que esto, te matará la única neurona que te queda y déjeme trabajar. Viendo Sara que es una rubia oxigenada riquilla, de mi universidad. Para quitarle el trago a Daisy y tomármelo.

Sara: ¿Qué tal si te quitamos lo amargada? y te divierte un rato, hagamos algo intenso.

Camil: (alzando una de mis cejas) ¿Dime? soy todo oído. Mientras servía tragos y me acerca para escuchar por el ruido de música.

Sara: ¡hagamos una apuesta!

Camil: Dale esto se pone interesante, (mientras entrego cervezas).

Sara: Te transferiré Mil dólares que serán tuyos, si logras acostarte con el hombre que yo elija y si no lo hace tú debes devolver mi dinero más mil dólares más.

Camil: (Yo la miro me río), Acepto en seguida llega el mensaje de la transferencia.

—pero que no sea feo, ni borracho, ni viejo — agregando

Sara: Déjame ver ¿a quien elijo? ( Observando todo el club y mirando de manera maliciosa) Si lo logras, me debes enviar una foto de él desnudo.

Mientras yo sirvo los tragos la veo a ella a elegir mirar para todos lados hasta que me hace un gesto para hablarme al oído.

Sara: Vez al hombre que está en la zona VIP, traje negro y camisa abierta, él es tu objetivo.

Yo lo miro debo admitir que el tipo está como quiere, pero solo eso,

—Ok acepto —. Le digo.

Por lo general no soy de las que me acuesto con cualquier, si perdí mi virginidad con un idiota y desgraciado y además gratis, es mejor ganarse mil dólares desempolvar el asunto.

Así que tomé una bandeja para subir al área de VIP. Para llegar a mi objetivo. Pero de un momento a otro todo se vuelve un caos total, hay una pelea, las botellas, Llueve, todos se están dando hasta la madre, hasta veo un hombre que viene hacía mi, pero yo tomó la bandeja y se la parto en la cara, pero todo es un caos total.

No sé que generó la pelea, pero todo están contra todos dándose golpes, pero siento que soy tomada de mi brazo, mientras que puedo ver qué soy salvada por mi objetivo. Y la policía llega. Él me toma de la mano y me saca de ahí. Hasta llegar un callejón a las afueras del club.

Puedo verlo detenidamente es muy guapo, pero se ve que tiene una pinta de don juan única. Mientras pasa la policía persiguiendo aún unos hombres que llevan sangre en su ropa, pero el me toma, me lleva hasta la pared, finge besarme.

Escucho su voz

—Hueles delicioso preciosa, pero me debes una, debes pagarme—dice el yo solo pienso en ese pobre ilusos, si no fuera por los mil dólares, ni siquiera lo hubiese necesitado para salir de ahí, pero vi la oportunidad y la tomé.

Camil: ¿Dime qué quieres?. No me gusta deber nada a nadie. Veo que el me observa de los pies a la cabeza posando su mano en mi trasero.

(Yo solo sonreí).

—Te quiero a ti, en mi cama—dice el una voz ronca mordiendo mi oreja, de verdad eres un tanto excitante hacerlo con un desconocidos, ganar algo por ello y solo sería una noche después jamás lo volvería a ver.

Camil: Toma lo que quieras, me toma por barbilla sintiendo sus labios en un intensos beso, mientras me besa envía un mensaje. A los cinco minutos aparece un auto, me toma de la mano para subirme al auto mientras nos besábamos dentro del auto, solo tocándonos, a través de la ropa, debo admitir que me excitaba y era buen besador, hasta llegar a un lujoso apartamento, donde no habíamos entrado cuando mi ropa ya prácticamente se había ido, está ya húmeda mientras me sube y me besa en una de las mesa y palmea y apretaba mi trasero, para fundirse en mí. No sé cuántas rondas fueron, pero ambos estábamos insaciables, nuestro gemidos se escuchaban por todo el lugar...

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