capitulo 18: “ disculpas"

Tras acabarse la fiesta. Al día siguiente, en una habitación. Una pareja recién se levantaba de la cama. Ella recogía sus cosas y él le pregunta lo siguiente.

— ¿Ya te vas?... Aún es muy temprano, Eva...

— yo... Debo prepararme para asistir a la reina.

Cristopher la abraza por detrás y le susurra.

— la reina aún debe estar en su luna de miel... Duerme un rato más conmigo... O, acaso no te gustó lo que hicimos anoche.

Un poco avergonzada, Eva piensa antes de responderle.

« cielo... Anoche me pasé de copas. Cristopher me acompañó toda la velada por esa razón... Estoy segura que no se aprovechó de mi porque... Yo fuí quién lo besó primero y de ahí todo lo maravilloso ocurrió»

— claro que no. Anoche fue algo muy especial, no me arrepiento de nada...

Acostándose, Cristopher le dice de una manera lasciva a Eva.

— tengo que informarte que ahora que has robado mi pureza tendrás que casarte conmigo...

Eva inevitablemente se pone roja. No sabía que le había robado su primera noche a este hombre. Pero claro, todo era parte de una broma del rubio, a excepción del matrimonio.

— Eva. Se que es muy recién que nos estamos conociendo y que solo hemos pasado una noche juntos, pero déjame protegerte a ti y a tu hermano... No será ahora, pero es una promesa que quiero hacer contigo... ¿Que dices?

Lanzándose a los brazos de Cristopher, ella acepta gustosamente esa linda promesa. Como negarse al hombre que la ha ayudado desde que fue traída aquí. El corazón noble de Cristopher jamás se podría en duda en pedirle algo como eso a Eva y por ello, el propuso tal promesa.

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Por otro lado, en la habitación de los reyes. Elaisa recién se levantaba de su apasionada noche. Veía que la recámara estaba en un completo caos. Por supuesto, no pudo olvidar que era su noche de boda y que aunque en anteriores ocasiones ya habían estado juntos, está vez no se contuvieron.

Minutos después, llega Fausto con una bandeja de un desayuno ligero.

— buen día. Reina... O mejor dicho, esposa mía— antes de darle el desayuno, éste le ofrece un beso del primer día de casados.

La verdad, es que Elaisa se sienta muy feliz de tener a un hombre tan detallista como Fausto. Jamás la había despertado de es forma ni siquiera el primer día de casados que tuvo con Andrés, ese día, cuando despertó no vio a Andrés ya que se había ido a trabajar justo después del matrimonio. Pero ahora, sin importar lo tarde que era, Fausto no se fue hasta no ver despierta a su reina.

Todo parecía ir en orden. Luego de la boda, llegaba otro preparativo un poco más importante para el reino, la coronación del nuevo rey al ser pareja consorte de la reina.

Eso ocurrió días después de la boda. Fausto se había preparado para este momento de su vida. De tantos años de planeación, tanto dolor, al fin llegó ese día. Esta ceremonia se llevaría a cabo en el templo donde comúnmente es acostumbrado hacerse este tipo de eventos conmemorativos.

Antes de entrar a dicha sala. Elaisa acompaña a Fausto hasta la entrada.

— yo entraré por el otro lado, el futuro rey tiene que entrar solo...

— entra conmigo, me haría más que Feliz que estés a mi lado.

La reina niega con la cabeza.

— es el protocolo. Estaré contigo siempre...

Tomándola entre sus brazos, éste le pregunta con una voz suave.

— lo prometes...

Con una pequeña sonrisa, Elaisa le dice.

— no somos niños... Pero, por tí haría está promesa... Estaré contigo para siempre, Fausto.

Besando gentilmente la mano de la reina. Fausto al fin entra para ser coronado. Era el momento, donde al fin, lo que él había sembrado estába dando frutos.

Fausto entra con un aura dominante y seria. Si bien sabido que el nuevo rey era temible, hasta peor que lo anteriores, se ha dejado saber que podría estabilizar o mejorar el reino entero.

_____________ días después.

Una vez que la coronación se había concretado. Ahora Fausto, como nuevo rey comienza con la reformas de las nuevas leyes entre sus ministros. Entre ellos, Elaisa también se había encargado de ese asunto lo cual ayudó en mucho a Fausto en crear las nuevas reglas.

Ella por ahora estaba ocupada en su oficina. Tenía papeleos que dirigir y ahora más que se está encargando de la economía como tal.

— mi señora...

— ah, Eva. Adelante.

— no quería molestarla, pero le falta he traído té. A pasado toda la tarde aquí. Así que me preocupaba que no haya comido nada...

— tienes razón... No me había dado cuenta de la hora. Te lo agradezco, Eva...

Con una dulce sonrisa, Eva corresponde las palabras sirviendo un poco de té. Es cuando a la lejanía, una voz femenina con un tono molesto escuchan ambas. Eva reconocía perfectamente esa voz así que sin querer derramar un poco del té.

— señora... Reicher...

Le tembló un poco la voz. Elaisa le toma la mano y trata de tranquilizarla, sabía muy bien. que esa familia le hacía pasar una tortura a Eva. Cuando llega el guardia, intenta no dejar pasar a la mujer pero ella era persistente.

— su alteza, lo siento, pero ella insistía en verla. Le negamos varias veces la entrada pero entró sin importarle.

— no entiendo porque me niegan la entrada cuando yo antes podía asistir a las reuniones... Eva... Tú... ¿Que haces aquí?

Elaisa camina un paso adelante y se interponen entre ella y su doncella.

— lady Reicher. Justo a la persona que quería ver...

— su alteza... Yo, vengo por una razón muy importante... Quería explicarle que mi hija vio algo sobrenatural de ella— señala a Eva— esa bruja intentó dañar a mi hija... Por favor, no se deje engañar por esa mujer que-...

Elaisa toma la muñeca de esa mujer. Se contenía de no usar su magia para no ser expuesta pero tiene otro método para correr a esta señora y que no vuelva.

— basta... Éstoy llegando a pensar que usted es la bruja.

— ¿Que?

— si... Asegurá tanto que Eva es una, yo aseguro que usted es una. ¿A cuál de las dos van a creer más?

— n-no... P-Pero... Yo no he hecho brujería... Nadie me ha visto... No puede difamarme de esa manera.

— entonces tampoco haga lo mismo.

— pero Eva-...

Elaisa la fulmina rápidamente con la mirada. La mujer se queda callada porque daba miedo.

— está bien... Dejaré a Eva en paz. Perdóneme... Su alteza.

— disculpa negada.

— ¿Ah?

— me ha faltado el respeto a mi también, entrado de esa forma y exclamando algo que no permito. No creo poder perdonarla... Y como tal merece un castigo.

— ¿Que?... No, su alteza, por favor... Haré lo que sea.

— quiero que le ofrezca una disculpa pública a Eva, usted y su hija. Ya que ambas son responsables.

— ¿Publica?... ¿No podría...

— es eso o perder su título, y de igual forma disculparse con Eva.

Expuso con tranquilidad la reina. Ella sabía que su orgullo era más fuerte y que disculparse con alguien como Eva le causa un golpe más bajo. Sin embargo, la mujer acepta que hará tal cosa en público para mantener su título. Aún así, Elaisa no la dejara conservar su estatus actual por ser grosera.

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Hola mis amores, espero que estén bien. Como ya saben estos acostumbrada a las novelas cortas, y en esta falta muy poco capitulo para culminar, trataré de subirlo los más rápido posible. Muchas gracias por su paciencia. Como regalo le dejo esta imagen de los protagonistas echa con la IA.

Y está la de abajo a Fausto no le salió el color de sus ojos característicos, pero igual luce como yo quería.

✓ si le ha gustado el cap, no olviden darle su hermoso me gusta.

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