Mía
Decir que el nuevo año me ha traído buenas cosas es ser demasiado optimista, no llevo ni tres meses y ya tengo problemas que me están asfixiando, empezando por la desagradable líder de las porristas, como detesto a esa chica.
Casandra siempre me pareció una chica vacía, pero hermosa después de todo, la toleraba y hasta podría decir que en ocasiones compartimos una que otra palabra, ya que mi hermano es amigo de ella.
Pero el hecho de que haya menospreciado a mi mejor amiga me hace hervir la sangre, siempre he dicho que el físico no lo es todo, pero doña "soy plástico por donde me mires" piensa todo lo contrario.
Por eso le caí a golpes, aunque no salí del todo ilesa, también me lleve mis rasguños, pero la peor parte se la llevo Dana y el estúpido del hermano, en vez de ayudarla o poner en su lugar a Casandra se fue contra mí, como si yo fuera capaz de herir a Dana de alguna manera.
Y me duele, duele, porque en pocas palabras le dijo a mi hermano que por mi culpa a Dana casi la muelen a golpes, si, yo sé que no debí seguir el juego de Casandra porque me estaba provocando, pero con mi mejor amiga nadie se mete y mientras yo esté presente la defenderé.
Ya pasó dos semanas desde que le saque un par de hebras de cabello de Casandra, pero no me arrepiento aunque hoy tenga que ir con mi madre a la citación que me implantó el profesor de gimnasia.
- ¿Todo listo?-. Me pregunta mi mamá esperándome en la bajada de la escalera.
Asiento y me da un abrazo, ella sabe que no soy una chica violenta, pero aquel día me sacaron de mis casillas y he allí los resultados.
Nunca me ha gustado decepcionar a mis padres, pero pude ver en los ojos de mi padre como aquel sentimiento inundó sus ojos cuando el profesor lo llamó para poner la queja.
Mi madre en cambio me abrazó y dió un beso, asegurándome que ella estaba allí para cualquier cosa, pero a pesar de que mis padres se enojaron y uno se decepcionó de mi comportamiento, lo que más me dolió fueron las palabras de Lían.
Fueron tan hirientes y destructivas que por unos segundos me hizo sentir culpable, hasta que Dana me hizo entender que nadie es culpable por la actitud de personas que la han criado y educado para pisotear al más pequeñito.
La llegada a la preparatoria es demasiada rápida para mi gusto y no que decir cuando ingreso, todos me miran como si fuera una convicta que está a punto de ser enjuiciada y condenada a muerte.
Trato de no darles mucha importancia, solo yo sé lo que en verdad sucedió, y me importa lo que haya inventado Casandra en los pasillos.
- Pasen-. Nos dice la secretaria del director.
Ya en la oficina del susodicho están los papás de Casandra y ella también, ninguno me mira de buena manera y pues yo tampoco lo hago.
- Buenos días con todos ustedes, iré directo al grano y sobra decir porque los he citado aquí-. Dice el director.
- Nos citó porque mi hija espera que aquella niña le pida las debidas disculpas por agredirla de tal manera-. Habla la mamá de Casandra.
- Sobre mi cadáver mi hija pedirá disculpas, es más, quien debe pedir disculpa sería tu hija, pero no a Mía sino a Dana que fue la más perjudicada-. Dice mi mamá.
Ambas se retan con la mirada y es el director el que tiene que intervenir al ver que si no lo hace ellas serán las próximas que se jalaran los cabellos.
- Primero hay que escuchar ambas versiones y como se dieron los hechos, señorita Casandra cuéntenos su versión-. Le pide el director.
La muy... No diré la palabra, me mira y pone cara de perro regañado y empieza a decir babosadas que si no fuera porque el director está pendiente a mi reacción ya le habría estrellado la cabeza en el escritorio.
- Yo no le hice nada, simplemente estaba practicando la rutina y de la nada Mía se me acercó y me agredió juntos con sus amigas-. Termina de decir Casandra.
Mis manos se hacen puños y tengo que apretar fuerte mi falda porque si no lo hago apretaré la garganta de esa mentirosa.
- Señorita Mía, su turno-. Me pide el director.
- En algo si estoy de acuerdo con Casandra, ella no me hizo nada a mí...
- ¡Ya vio director lo está reconociendo!-. Me interrumpe la mamá de Casandra.
- Señora por favor no interrumpa y deje que la señorita Mía continúe-. La calla el director y mi mamá le dedica una sonrisa burlesca.
- Como seguía diciendo, Casandra no me hizo nada a mí, pero si ofendió a mi mejor amiga Dana y...
- Ese no era tu problema, tu amiga tenía que defenderse, acaso eres la defensora de los desdichados-. Me vuelve a interrumpir la mamá de Casandra.
- Oye deja de interrumpir a mi hija, ya la tuya lo hizo y escuché con atención así que ten un poco de educación y demuestra que tú eres menos insoportable que tu hija-. Le dice mi mamá.
La mamá de Casandra mira al director a la espera de que diga algo por lo que mi mamá le acaba de decir, pero este la ignora y me pida que continúe.
- Dana quería entrar a las audiciones para ser porrista, pero Casandra le quitó la hoja y no le bastó con eso que la empezó a humillar delante de todos los que había en el gimnasio sin importarle cuánto estaba lastimando a Dana, usted director sabe por todo lo que ha pasado mi amiga y no es justo que porque ella no cumpla con el tonto estereotipo que la sociedad aprueba la condenen a una vida llena de insultos y maltratos-. Termino de decir con lágrimas en los ojos.
El director no dice nada y llama a su secretaria, le pide que cité a todos lo que estuvieron presente aquel día y que digan su versión, yo solo espero que digan la verdad y que esto se acabe pronto.
Quizás dirán que el director le está dando mucha importancia a un problema como este, pero en esta institución no se permite por ningún motivo la agresión y eso incluye agresión verbal, por eso quiere saber que sucedió y poner su debido castigo para que sea de ejemplo para futuros conflictos.
Fueron pocos lo que dijeron mi versión y se los agradecí con la mirada, el resto decían babosadas y medias, pero casi nadie dijo la versión de Casandra a excepción de su séquito y Abby, que a pesar de no estar presente se inclinó por su amiga y no por su cuñada o lo que sea que tenga con Lían.
Hablando de Lían, a él también lo citaron, fue el último en entrar y lo primero que intentó hacer fue encontrar mi mirada, pero estoy tan resentida con él que hice como si el no estuviera a unos metros de mí.
- Gracias Lían, puedes retirarte-. Le pidió el director, pero él quería encontrarse con mi mirada, pero yo seguía ignorándolo.
Una vez que todos se fueron, el director dió su veredicto, Casandra fue expulsada por dos semanas y ya no sería la capitana de las porristas, según el director, ella debería dar un ejemplo de unión y no incentivar a los demás al bullying.
En cambio, a mí me dió horas extras en el colegio limpiando la biblioteca y ayudando en la cafetería, según el director, estuvo bien que defendiera a Dana, pero no fue de la manera que él esperaba, pues la agresión no resuelve nada.
Aquella reunión nos tomó media mañana y cuando salí de la oficina del director ya todos estaban en receso, caminé con la frente en alto y recibí de todo, miradas de apoyo, miradas de odio y sorprendente miradas de admiración.
Mamá se despidió de mí y me fui a la cafetería, tenía hambre además quería contarle a mis amigas que los aruños y jaladas de cabello valió la pena, pero le detuve en seco cuando vi a un chico de ojos grises sentando en la mesa donde estaban mis amigas.
Dana me vio y con mi mirada entendió apoyándome cuando decidí sentarme en otra mesa, por eso es que considero a Dana mi mejor amiga porque no necesita palabras para saber que es lo que quiero.
Me senté cinco mesas atrás de ellos, por suerte no había nadie sentado allí, aunque como lo he dicho antes, a veces mi suerte apesta, pues Abby se sentó al poco rato que yo lo había hecho.
- Hola-. Saludó fingiendo amabilidad conmigo.
- Hola-. Actúe de la misma manera.
- Oye solo quería pedirte disculpas por lo que dije en la oficina del director, no sabía de los hechos y supuse que Casandra decía la verdad porque si tan solo lo hubiese sabido jamás permitiría que dañaran de esa manera a Dana-. Su nivel de hipocresía me da jaqueca.
- Si lo que quieres es que no le diga nada a Lían, tranquila no es de mis genes ser la manzana de la discordia en una relación, pero si te pediría que te vayas de mi mesa, ya que la hipocresía y yo no nos llevamos tan bien que digamos-. Le digo y su cara se transforma a una de enojo.
- Eres una grosera-. Dice entre dientes.
- Sincera, eso es lo que soy y si no te gusta ya te dije que te fueras de mi mesa-. Le dedicó una sonrisa forzada.
Me fulmina con la mirada y se levanta dando zancadas llamando la atención de todos y cuando digo todos también incluyo a Lían, que gira su cabeza encontrándose con mi mirada....
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Comments
Aracelis Durango
Me gusta mucho como va la historia pero demoras demasiado en actualizar. Por favor autora actualiza más seguido
2023-12-27
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