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Por la mañana, Emily se despertó temprano, alrededor de las 5:45 am, luego de ducharse y hacer su higiene matutina, Emily le cambió el pañal a Noah y le puso un conjunto de manga larga, lo llevarán al jardín por primera vez. Por una vez, Emily sabe que los bebés necesitan un poco de sol y que tiene que ser muy temprano, por eso se levantó temprano.

Después de ordenar a Noah, Emily pronto salió de la habitación y caminó hacia las escaleras, por alguna razón hoy caminaba aún más lento, tal vez por la pereza de alguien que acaba de despertar o por el dolor que sentía en el lugar de la cirugía.

Al llegar a la habitación, Emily encontró a Lia, ella sonrió y dijo:

—Oye jovencita, mi celular no te di, solo fue un préstamo jajaja.

Muy avergonzada, Emily le devolvió la sonrisa y luego dijo:

—Mil disculpas señora Lia, lo siento mucho, dejé el dispositivo en la mesita de noche, por favor vaya a buscarlo y una vez más le pido disculpas.

Al ver la cara roja de Emily, Lia sonrió aún más y asintió para decir que todo estaba bien, luego de lo cual Emily llamó a Lia para ir juntas al jardín, Lia encontró una mecedora y Emily se sentó con el niño muy cerca. El olor a rosas flotaba en el aire, pero la niña parecía ser alérgica y empezó a estornudar sin parar, por lo que Emily tuvo que cambiar de asiento.

Estaba sentada allí bajo el tenue sol, balanceándose ligeramente y mirando al vacío, de repente se escuchó una voz algo familiar.

—Buenos días señoras Sra. Lia, mis vacaciones terminaron, hoy vuelvo a trabajar - dijo un apuesto hombre mostrando una hermosa sonrisa, vestía un traje negro, tenía una especie de cable o radio conectado a su ropa, tal vez era uno de los guardias de seguridad de la mansión, su piel era clara, su cabello negro caía sobre su frente y sus ojos eran parcialmente verdosos, el hombre era realmente muy guapo.

—Buenos días Ryan, ella es Emily, es la niñera del pequeño Noah, dijo Lia mientras señalaba a Emily.

Ryan miró a Emily y simplemente la saludó con la mano, pero Emily parecía querer algo más.

Resulta que ese hombre era el hombre de esa noche, el que tomó la mano de Emily y le dijo que todo estaría bien.

Recordar esto entristeció repentinamente a Emily.

—Te equivocaste, las cosas no terminaron bien, mi hijo murió. Señor, ¿podría hacer un boceto del conductor del otro vehículo implicado en el accidente? ¿O siquiera recuerdas el número de placa?-dijo Emily mientras miraba fijamente a Ryan, había mucha esperanza en sus ojos e incluso mostró una pequeña sonrisa, pero el hombre le respondió con frialdad:

—Lo siento señora Emily, pero no sé de qué está hablando —respondió Ryan y luego rápidamente dejó a Emily, completamente destrozada.

Está completamente convencida de que los accidentes ocurren todo el tiempo, pero Emily pensó que la forma en que ocurrió ese accidente fue demasiado imprudente, Juan era inocente y murió y el culpable está vivo, ¿dónde está la justicia en eso?

—Estoy segura de que fue el hombre que permaneció a mi lado hasta que perdí el conocimiento, ¿me estoy volviendo loca?-murmuró Emily mientras analizaba la situación, Lia solo observaba todo, no le convenía expresarse. sentimientos, opinión, que sería: si Ryan no habló es porque tiene fuertes razones para permanecer en silencio, pero ¿cuáles serían esas razones?

A partir de ese momento reinó un extraño silencio, Emily estaba inmersa en los recuerdos de los momentos felices que vivió con su esposo, quien ni siquiera se dio cuenta que Lia entró a la mansión y estaba sola allí, en ese momento llegó Rafaela, ella Sólo vestía un camisón de seda blanco y en sus pies una zapatilla de oso.

Emily la miró de pies a cabeza y honestamente no sabía si reír o llorar.

“¿Podría ser que ella me vio a través de la ventana del dormitorio y vino a hacer de mi vida un infierno?”, reflexionó Emily mentalmente mientras esbozaba una sonrisa falsa.

—¡Buenos días Emy!-dijo Rafaela para luego besar a Emily en la mejilla.

No hace falta decir lo petrificada que esto dejó a Emily, Rafaela parece ser bipolar y exige el máximo cuidado, “es mucho más peligrosa que Jackson”, concluye Emily.

—Buenos días Rafaela, respondió Emily con entusiasmo forzado.

En ese momento, Rafaela buscó una silla y se sentó al lado de Emily, sinceramente la joven niñera deseaba que el poder desapareciera, solo para no estar demasiado cerca de ese falso ser lleno de energía negativa.

—Emy, ¿cómo caíste en las garras de mi hermano… quiero decir, cómo te cruzaste en su camino?

—Él fue quien se cruzó con el mío, ya sabes, el destino le juega malas pasadas a la gente, pero ¿por qué me preguntas eso?- dijo Emily mientras se levantaba, planeando ya regresar al interior de la mansión.

Al escuchar las palabras de Emily, Rafaela puso cara de tristeza y dijo:

—Eres una buena persona y mereces ser feliz lejos de aquí. Jackson es mi hermano y lo quiero mucho, es verdad, pero tengo que decirte que no es un hombre de una sola mujer, dijo Rafaela y luego ella también se levantó y juntos caminaron hacia la puerta principal de la mansión.

Al ver que Emily no parecía conmovida por sus palabras, Rafaela dejó escapar un largo suspiro y dijo:

—No me digas que tienes sangre de cucaracha, ¿eres el tipo de mujer que acepta la traición?

—Honestamente, no sé a dónde vas con esta conversación, pero necesito decirte que no hay nada entre tu hermano y yo, puedes estar tranquila – dijo Emily para luego entrar a la casa y caminar hacia la cocina, prefiere comer en compañía de los empleados, que compartir la mesa con Rafaela.

Los planes de Emily fueron interrumpidos por la voz estridente de Rafaela.

—Así puedo mostrarte algo sin sentirme culpable, mira, dijo Rafaela y luego rápidamente se acercó a Emily y le mostró algo en su celular, era una foto de Jackson y una hermosa mujer, en la esquina de la foto, mostrando el día y la hora en la que se tomó la foto.

Al ver eso, Emily recordó que era exactamente en ese momento, que ella y Jackson estaban en una llamada y sería algo imposible, solo sonrió y luego caminó de regreso a la cocina.

Lia e Ivone estaban tomando café y hablando animadamente, Emily llegó y se sentó en silencio y se puso a pensar en la foto mostrada por Rafaela.

“Estaba hablando con él en ese momento, pero podría haber tenido una mujer a su lado, después de todo él es rico y guapo y puede tener tantas mujeres como quiera, ni siquiera sé por qué estoy pensando en esto, ni siquiera me gusta”, pensó Emily mientras yo intentaba entender lo que acababa de pasar.

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