Capitulo 8

Marian por fin se fue y se notaba a simple vista el nivel de ebriedad en el que estaba, salió tambaleándose del VIP y se fue directo al estacionamiento, al llegar allí buscó su auto por unos diez minutos ya que no recordaba exactamente donde lo había dejado.

Al encontrarlo comenzó a buscar las llaves en su bolso, las encontró y cuando fue a abrir la puerta se le cayeron, su coordinación era fatal, se agachó a tomar las llaves y su estado era deplorable, el asistente de Peter la vio y se acercó quitándole las llaves.

-Señora el señor Martin me pidió que la llevara a su casa – Marian lo miró extrañada

-¿Por qué me envía a casa? ¿no debería preocuparse por la mujer que lo acompaña? – preguntó con amargura

-El… y la señorita Sara… se van juntos – le respondió el asistente

-Cierto, ellos están juntos – ella entró al auto y miraba por la ventana fijamente mientras Julián, el asistente de Peter, la veía por el retrovisor del auto

-¿Usted cree que su relación con el jefe mejore?, ¿es posible que no se divorcien? – Marian no respondió a su pregunta

-Señora, yo no debería decirle nada, pero… no existe una relación romántica entre el señor Martin y la señorita Edwards, ellos solo son amigos y han dejado que las personas hablen de ellos para que otras mujeres no se le acerquen, no se preocupe por ellos solo son amigos – terminó de hablar y no hubo respuesta de la otra persona, así que prefirió quedarse callado el resto del camino

Al llegar frente al departamento donde estaba viviendo Marian estacionó el auto y se dio cuenta de que ella no se movía, así que volteó a ver que le sucedía y notó que estaba profundamente dormida, se sintió como un tonto ya que suponía que ella no había escuchado nada de lo que le había dicho.

Julián la despertó y ella se bajó del auto después de agradecerle, se fue directo a su departamento y al llegar se sorprendió enormemente al ver que Oscar, el primo de Peter, estaba en su departamento, a pesar de que eran grandes amigos no esperaba encontrárselo allí.

-¿Oscar que haces aquí? – él la miró  y solo pudo reírse de su aspecto

-Vine a ver el departamento en el que está viviendo mi ahijada, jugamos un rato y se durmió, a ver cuéntame una cosa ¿te caíste en una bañera de vino? – preguntaba mientras la olía con un aspecto divertido

-Salí a una cena de negocios y creo que me pasé de tragos – el hombre reía fuertemente a ver a su amiga de esa manera

-Eres el segundo mayor accionista de la empresa y creo que no es bueno que bebas tanto, que dirá el perfecto de mi primo si te ve en ese estado – la regaño suavemente

-El estaba allí – parecía una niña a quien acababan de decir que había hecho algo mal

El hombre se burló un poco de ella y la acompañó por un rato mientras le daba algo de comer, hablaron un poco y ella lo puso al corriente de su relación con Peter, luego se fue.

Marian había recibido algo mas que las acciones cuando habló con el papá de Peter, le habían dado un apartamento en una buena zona de la ciudad y un auto, mientras su esposo no firmara el divorcio ella podría utilizar cualquier cosa que perteneciera a la familia.

Pensó un momento en cómo había cambiado su vida en unas pocas semanas, ella pensó simplemente volver a la ciudad y pasar desapercibida como una madre soltera más, pero nada de lo que planeó se hizo realidad, así que pasó por la habitación de su pequeña hija y se fue a dormir.

Mientras tanto en la casa de Peter, él y Sara llegaban, debía aceptar que al ver a Marian de esa manera hizo que también bebiera un par de tragos de más, se sentó en el sofá de la sala, se quitó la corbata y se desabrochó un par de botones de la camisa.

Luego de unos minutos se comenzó a sentir un poco extraño, de la misma manera que aquella noche en que tuvo sexo con Marian y Sara se dio cuenta de que algo le estaba sucediendo, le tocó la frente al verlo sudar y acarició su mejilla.

Algo dentro de él se revolvió y le tomó fuertemente la mano, se había dado cuenta de que ella lo había drogado, no la soltaba y la miraba fijamente, levantándose de donde estaba.

El pequeño cuerpo de Sara se veía más pequeño al tener a Peter tan cerca, a pesar de lo que ella esperaba él la empujó alejándola, por lo que ella retrocedió un par de pasos y lo miró con la cara pálida.

-¿Peter que te sucede?, ¿Por qué me evitas de esa manera?, tu conoces mis sentimientos hacia ti – ella intentaba acercarse a él

Era cierto, Sara y Peter se habían conocido en la escuela, cuando llegaron a la adolescencia ella estaba totalmente enamorada de él y aunque todos decían que había sentimientos ocultos entre ellos, ella sabía que su amor iba en una sola dirección, hacia él.

Cuando él se casó para ella fue terrible y se alejó de él, cuando Marian se fue de su lado ella volvió y estuvo junto a él hasta ahora, aunque él no la veía como mujer y eso a ella le dolía.

-¿Quién te ordeno darme esa droga? – él se le acercó peligrosamente

-Yo… no… no se de lo que estas hablando, yo te estoy hablando de mis sentimientos y me sales con eso, no te entiendo –la miraba fríamente y la alejó de él, detestaba sentir que otros tomaban decisiones por él

Mientras ella sentía que había subestimado su autocontrol, él la miró y ella intentó acercarse, pero lo único que consiguió fue que él la apartara con brusquedad, así que fue y buscó el bolso de Sara para revisarlo, al abrirlo notó que había una cámara dentro.

-No solo me drogaste, sino que también trajiste una cámara para llevarte un recuerdo o tal vez una prueba de nuestro encuentro, ¿cierto? – el rostro de Peter daba miedo

-Yo no… estas equivocado – Sara negaba con la cabeza

-Supongo que no tienes problema en acompañarme a realizarme unos análisis de sangre para confirmar que lo que digo es falso – Sara sentía como un balde de agua fría le caía encima

Sara no sabía que decir, de su boca solo salían cosas sin sentido y vio a Peter tomar su celular para llamar a alguien y se desboronó.

-Fue Marian quien me dio la droga para que te la diera, ella quiere divorciarse de ti como sea y me pidió que la ayudara, quería evidencia de que estabas conmigo, de que teníamos una relación y de esa manera podría convertirme en tu esposa finalmente– Sara cayó al piso y solo lloró amargamente

Peter se quedó congelado en donde estaba, su cerebro no terminaba de procesar lo que había escuchado, cuando por fin pudo reaccionar su rostro era oscuro y su mirada solo demostraba odio, no podía ser que esa mujer lo volviera a drogar y esta vez con la finalidad de deshacerse del vinculo que los une.

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Comments

Rossana♾️

Rossana♾️

q vínculo si UD no la amaba.

2024-05-20

0

Maris Benitez

Maris Benitez

Imbécil primero lo drogo la madre 🤦🤦🤦y ahora Sara, pero el siempre piensa que es Marian 😤😤😤😤y para colmo ella tiene a la niña que es de los dos,y la cereza 🍒 del pastel 🍩 todavía sigue enamorada de ti 😍🤦🤦🤦🤦🤦🤦🤦

2024-05-16

0

Yoha Aguancha

Yoha Aguancha

y la otra inocente

2024-04-26

0

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