capítulo 20- descanso...

Las tropas de Tian se han dirigido hacia las montañas, pero Gao ordena no seguirlos, sabe que sus hijos se encargaran de ello y lo mejor es no arriesgarse a adentrarse a esa zona, pues no la conocen a la perfección, por ahora, esperaran, pues cuando su camino sea bloqueado, tienen que volver hacía ellos.

Mientras descansan, Xia estaba sentada alejada del grupo, para ella seguía siendo inesperado escuchar que el príncipe Bao no era el verdadero. No es que tenga un dilema sobre separarse de él, porque tiene claro su objetivo y no piensa cambiarlo, pero si el verdadero Bao, es una buena persona, no tendría porque matarlo.

— se ve muy pensativa, princesa.—

Xia levanta la vista, era Shen, quien la observa con cierta decepción.

— si, necesitamos una manera de ganar la guerra.— responde.

— no creo que sea eso, debe de ser sobre la verdad sobre tu esposo. Significa que no es malo como creías.—

—¿y temes que si no lo es, yo siga con él?— pregunta, mostrando una sonrisa burlona.

— no he dicho tal cosa, usted es libre de quedarse con su esposo.— se encoge de hombros.

Xia se pone de pie y se acerca a Shen jalando su ropa del cuello para llevárselo a otro lado y este no se resiste. Al llegar lejos, Xia se detiene, pero antes de que ella pueda decir algo, Shen la jala de la cintura y une sus labios en un intenso beso, Xia se sorprende, pero corresponde abrazándose a él por el cuello, ambos se pierden en ese apasionante beso, hasta que Shen se separa sosteniendo a Xia del rostro.

— no me importa si es bueno o malo, mi decisión es la misma.—

No piensa mantener un matrimonio donde no sienta nada por su esposo.

— entonces me aseguraré de que logré ese divorcio.— asegura Shen.

Si bien apenas la conoce, la chica le pareció interesante desde el momento que se enfrento a él cuando la secuestraron, no cualquier noble se defiende de esa manera y el hecho de no poder ver, la hacía más intrigante.

— creo que se interesa demasiado en que yo logre mi divorcio.—

— digamos que es una compensación por secuestrarla.—

— claro, lo de hace un momento, ¿también fue una compensación? — pregunta curiosa.

— también lo ha sido, digamos que soy muy generoso.— responde con una sonrisa ladina.

— debe de ser muy generoso con todas las divorciadas...—

Xia pasa su mano sobre el pecho de Shen, si bien traía ropas extras, eso no evitaba que fuese notorio sus bien formados pectorales.

— solo lo soy un una...— Shen sostiene la mano de la chica.

Estar ahí a solas era demasiado tentador y que pase su mano sobre su pecho, solo aumentaba esa tentación. Xia solo mantuvo su sonrisa ladina. Shen quería volver a besarla, pero escuchan a alguien acercarse, así que Xia rápidamente se sienta en el pasto en posición de loto y cierra los ojos. Una luz ilumina la zona, siendo el gran general quien se ha acercado.

— Xia...¿que están haciendo? Príncipe Shen, espero que us...—

— padre, solo me acompaño, quería canalizar mi Qi un momento y no quise venir sola.— habla Xia.

— debiste pedirle eso a los soldados y no alejarte tanto.—

— lo siento, no me di cuenta, además, confío más en su alteza.— Xia muestra una sonrisa amable.

Trata de tranquilizar a su padre, aunque este observa a Shen con cierta molestia.

— padre, ya que esta aquí mejor hablemos, debo decirle algo importante.—

Xia le hace una seña a Shen y este se marcha, mientras que Xia le cuenta sobre el príncipe Bao, se supone que Gao lo conoce y cuando vio que estaba de prisionero con las tropas Shanxi, tanto él como sus hermanos, no lo vieron extraño.

Shen regresa al campamento y Liu Fan solo le mira con una sonrisa burlona.

— volvió vivo, pensé que el gran general los encontraría en una situación de poca ropa.— se burla.

— no haría tal cosa en el bosque...además, tenemos asuntos que resolver primero.— responde.

Shen solo se recuesta en una de las sábanas puestas bajo el toldo que se ha armado ahí, no llevan muchas cosas como para armar un campamento como antes y no es conveniente hacerlo.

Por otro lado, el ejército de Tianwi se ha detenido a descansar, Chen es quien ahora se ha quedado a cargo de todo, lo peor de todo, que él va tener que explicar que el tercer príncipe ha muerto y lo peor de todo, es que ha sido en manos de la hija de los Yuan, lo cual seguramente será más humillante para esa familia.

No muy lejos de ese lugar, Qiao también debe idear una forma de atacar, ya fueron emboscados y no se pueden permitir otro error.

— alteza, hemos detectado humo, al parecer hay un campamento cerca.— le informa su general.

— envía un grupo, si es el enemigo que regresen y nos preparamos para atacar.— ordena Qiao.

El general ejecuta de inmediato la orden, así que envía cinco hombres, para que se encarguen de averiguar quienes son los que acampan no muy lejos de ellos.

Pasaron solo un par de horas para que volvieran y les informan que se trata de las tropas aliadas guiadas por el capitán Chen, pero el general agacha la cabeza.

— el capitán ha dicho que su alteza el tercer príncipe...murió en manos de un Yuan.— informa.

—¿que? ¿Tian ha muerto? ¡maldita sean los Yuan! Juro que acabaré con ellos.— grita furioso.

Si bien no le tiene tanto aprecio a sus hermanos, es humillante saber que alguien de su familia ha muerto a manos enemigas.

...

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