capítulo 18- revelación...

Debido a lo largo que era el viaje, las tropas de Tian y Chen, se han detenido a descansar, pues sería un problema para ellos si los caballos no descansan. Tian estaba seguro que lograrían su emboscada contra los Yuan, pero lo que menos imaginaba, es que no muy lejos, las tropas del gran general estaban acampando, pero Xia, quien estaba sentada un poco alejada del campamento, canaliza su Qi, intentando lo mismo que había hecho antes, localizar al enemigo por medio de las vibraciones y la energía, es así como siente la presencia del ejército enemigo no muy lejos de ahí. Ante esta información, se apresura para informarle a su padre sobre lo que ha descubierto.

— así que ellos pensaron en usar la misma estrategia.— menciona Shen.

— eso parece, pero creo que esto va a nuestro favor.— le responde Xia.

— entiendo lo que dices, tal vez si usamos la noche a nuestro favor...—

Gao observa el mapa, señalando por donde se encuentran y Xia le señala un aproximado de donde esta el enemigo, de ese modo, lo que pueden hacer, es que una mitad vaya rodeando la colina, mientras que la otra mitad puede ir por la montaña, pero llevaría tiempo, la otra opción sería esperar a que ellos avancen y atacarlos por sorpresa cuando pasen, pueden ubicar arqueros arriba de los pocos árboles, así como también al pie de la montaña.

— la segunda opción es buena, además estaremos más descansados, que ir ahora y perder porque los soldados están cansados.— Gao trata de elegir la mejor estrategia, pensando en sus ventajas y desventajas.

Si bien atacarlos ahora, es buena idea, el cansancio de sus soldados puede afectar su desempeño y se arriesgan a perder, en este caso, Shen decide respaldar al gran general coincidiendo con él, en cuanto a las desventajas de atacar en ese momento, por lo que han decidido, tomar la segunda opción. Así que informan a los soldados y que deben irse a descansar ahora, pues deben ponerse de pie antes de amanecer para preparar el ataque. Apagan también las fogatas, para evitar ser vistos por el humo o el brillo del fuego.

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Por otro lado, Yao le lleva su cena a Bao, aunque este como siempre, se queja por lo mal que sabe, pero la chica lo ignora, en su opinión, deberían matarlo y decir que paso durante la batalla, así no habrá represalias, aunque duda que al emperador y a los hermanos les importe, de lo contrario ya habrían intentado liberarlo.

— oye, si me liberas, te daré mucho oro, que ya no tendrás que servirle a esa ciega.— le ofrece a Yao.

— yo no soy una traidora. Y dudo tengas a donde ir, es obvio que a tu familia no le preocupas.— se burla.

— ¡ja! No pienso volver ahí, solo quiero irme lejos, además el emperador no es mi padre, solo es mi tío, mi madre era su hermana.— se encoge de hombros.

—¿que? Eso no es posible, todos saben que eres el segundo hijo del emperador, llevas su apellido.—

— si, porque me adopto cuando murió mi madre y mi padre prefirió irse. Por eso fui elegido para casarme con la ciega esa o más bien, para suplantar al verdadero segundo príncipe que desapareció después de su boda.— sonríe ladino.

Yao se acerca y le agarra del cuello de la ropa para sacurdirlo.

—¿que has dicho? ¿Estas diciendo que no eres Chai Bao? Eso es imposible, el gran general se habría dado cuenta.— reclama.

— el gran general solo vio la ceremonia y se marchó, obviamente no recuerda bien el rostro del príncipe y es porque nos parecemos, pero esa noche, el príncipe descubrió algo y fue encerrado, supongo que supo sobre la guerra y las intenciones del emperador.— sonríe con burla.

Yao lo suelta y le da una patada en el estómago, no puede creer hasta donde puede llegar el emperador con su ambición, incluso ha desaparecido a su propio hijo.

— maldita sea...—

Yao sale de ahí, necesita que su señora sepa todo, pero si trata de alcanzarlos, sería muy imprudente de su parte, quizás lo mejor sería esperar a que regrese, aunque esa información es realmente importante para Xia.

Por otro lado, aquel joven que había escapado de la prisión, se ha tenido en un pequeño pueblo, ahí toco la puerta de una casa, al abrir, el joven muestra una medalla que había mantenido oculta, el hombre que abrió la puerta, un hombre mayor, al ver esa medalla le permite el paso y de inmediato ordena a sus sirvientes que atiendan al joven.

— gracias a los dioses esta vivo, creí que le habían asesinado.— menciona aquel hombre con alivio.

— gracias capitán Shu. Me alegra saber que usted no se vio involucrado en todo. Pero ahora debo darme prisa, los Yuan están en peligro y no se como este la princesa.— menciona preocupado.

— alteza, según el último informe de mi espía, la princesa había sido secuestrada por mercenarios, pero tal parece que ella ahora se encuentra en la frontera con su familia.—

—¿de verdad? Entonces ella esta bien...aunque si no me doy prisa, estará en peligro como su padre.—

Rápidamente sigue a los sirvientes que ya le han preparado el baño y ropa, el capitán Shu, ordena que preparen un pequeño grupo de soldados y los caballos más resistentes y veloces, para que aquel joven llegue a salvo a la frontera.

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Las tropas de Tian comenzado a moverse, les lleva cerca del medio día, pasar por donde había una colina, es así como el ataque inicia, varios de sus soldados van cayendo debido a las flechas, así que tratan de ir hacía el pie de las montañas, pero es ahí donde nuevamente se ven acorralados. Chen y Tian nunca tomaron en cuenta que sus enemigos podrían también intentar rodear las montañas para llegar a ellos. Es así como la batalla da inicio, aunque el gran general no quería que Xia se involucrará en batalla, ella prefiere hacerlo y no solo esperar, su objetivo esta vez, era acabar de una vez con el príncipe Tian, así que un nuevo enfrentamiento entre ellos inicia.

Shen quien no estaba muy alejado de ella, observa, Xia en verdad era una guerrera talentosa, en poco tiempo ha mejorado, incluso en el uso de su Qi, puede ver como ella como lo usa con ayuda de la espada que le han regalado y esta vez, en un rápido movimiento, logra hacerle un corte en el pecho a Tian, quien se lleva la mano a la herida, al ver esto, sus soldados se interponen para defenderlo.

— vaya cobarde, no eres capaz de morir con honor.— se burla Xia.

— en estos momentos, lo que menos me importa es el honor, solo deseo acabar con ustedes.—

— ¡oh! Lo lamento, pero primero acabaré contigo.—

Dicho esto, Xia se retira la vendas de sus ojos, por lo que Tian se sobresalta, la última vez que hizo eso, su ventaja disminuyó demasiado y justo ahora, en cuestión de segundos, ya Xia atravesaba su hombro con su espada y le hacía caer, Tian se queja por el dolor.

— s-si me matas jamás sabrás donde esta tu esposo.— grita Tian.

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