capítulo 10- enfrentamiento...

Era un enorme campo, rodeado de una pequeña muralla de maderas puntiagudas, ahí habían tiendas de acampar y carpas donde se atendían los heridos, otros se veían realmente cansados de toda la desbastacion de la guerra, bajo otra carpa, hay una mesa, donde se extiende un enorme mapa de la zona, mientras un hombre mayor y otros soldados discuten sobre la ruta que deben tomar, hasta que otro joven soldado llega avisando que les llego una carta.

— el capitán Yuan Shi ha dicho que viene en camino, la ruta donde le han enviado esta bloqueada.—

— lo suponía, los de Shanxi son astutos.— responde aquel hombre.

Este era el gran general, Yuan Gao, padre de Xia, quien había enviado a su primer hijo Yuan Shi a una zona montañosa, con la idea de usar esa zona para infiltrarse, pero al pareces, el país enemigo ha cerrado esa ruta, por lo que solo les queda idear otra estrategia. Minutos después otro joven llega ante Gao, haciendo una reverencia, este era Yuan Ru, el segundo hijo.

Quien le informa que las tropas enemigas han comenzado a moverse de nuevo, por lo que deben prepararse para la batalla, sin duda luchar contra Shanxi no era cosa fácil, aunque lo más extraño es que las tropas están siendo dirigidas por los generales y no hay señales del príncipe heredero, pues hasta donde saben, el emperador esta invalido.

Huo Yu, tras la huida de Xia, ha estado apurando a todos para llegar a la zona de guerra, así que apenas logran descansar, incluso han intercambiado sus caballos cansados por otros en un establo, para poder moverse más rápido, hacer algo así era bastante común cuando a un viajero le urge llegar, por eso, hay granjas que se especializan en ese tipo de cambios, criando caballos dóciles con cualquier jinete.

Yao quien va con ellos, ruega por su señorita este bien, lo que hizo fue bastante arriesgado y Huo Yu se veía muy enojado por eso.

— señor, debemos parar, todos estamos cansados, no hemos dormido bien.— le pide Liu Fan.

— bien, quédense ustedes, yo seguiré adelante...es importante atraparla, si todo lo que nos hizo creer es falso, solo causará más problemas.—

— pero señor...no creo que haya mentido, algo debió pasar para que haya huido así.—

— no me importa lo que sea, hay que alcanzarla. Descansen, ya me alcanzan después, quedas a cargo.— ordena Huo Yu.

Dicho esto, tiro de las riendas de su caballo para apresurarse, mientras que Liu Fan ordena a todos detenerse y descansar, Liu sabe que Huo Yu estará bien.

— señor Liu, me preocupa mi señorita, el señor Huo se veía muy enojado...¿y si la mata?— Yao estaba preocupada.

— no pasará eso, la necesitamos viva. Descansa, partimos mañana temprano.— Liu Fan ayuda a montar el campamento.

Bao por su parte, intenta encontrar una forma de escapar, pero ha notado que los vigilan de manera constante, incluso en la noche.

En el campo de batalla, los Yuan se desempeñan muy bien en sus ataques, sus tropas no se quedan atrás, pero los soldados del palacio, se mantienen en la retaguardia, una zona menos peligrosa para ellos, Yuan Ru ha notado esto, incluso hace unos días atrás discutió con el general de esas tropas, pero no llegaron a nada, pues su padre los detuvo. Aún así, tanto él como su hermano Shi, odian que las tropas del palacio, no han nada más que observar, con la excusa de que les cuidan las espaldas, algo totalmente absurdo y que además les da una desventaja ante Shanxi.

Pronto escuchan un alboroto en las tropas del palacio, al parecer están siendo atacados desde atrás.

— gran general, el enemigo tomo por sorpresa la retaguardia...escuche que han caído cien hombres.— menciona un soldado.

—¿que? No puede ser, no hay manera de que ataquen desde ahí.— menciona Ru.

En las tropas del palacio, el general escucha que los guardias que dejo en el campamento han sido derrotados y su campamento fue incendiado, así que el general ordena que vayan hacía ahí. Aunque estaba molesto, se suponía que no había forma de ser atacados desde atrás.

— alguien viene general.— avisa un soldado.

Todos se sorprenden al ver que una sola persona venía a caballo, esta viste una capucha pero blande una espada ensangrentada. No era posible que una sola persona haya acabado con su campamento. El general ordena que ataquen, así que rápidamente van en formación para derribar al enemigo.

La persona al verse rodeada, solo se quita la capucha y dejando confundidos a todos, al ver que se trata de una mujer con los ojos vendados.

— ¿es esto una broma? — pregunta el general.

— no general, he venido aquí para informar al gran general Yuan, que el emperador le ha mandado a matar y ustedes lo saben. ¿Cierto capitán?— apunta al segundo al mando.

Aunque Xia sabe que todos ahí están al tanto de lo que sucederá y que por eso ellos no entran al campo de batalla.

— acaben con esa perra.— ordena el general.

— perra, serás tú cuando te tenga lamiendo la suela de mis botas.— responde Xia.

En ese momento Xia levanta su espada hacia adelante.

— yo Yuan Xia, acabaré con todos ustedes.— levanta su espada.

Todos ahí se extrañan al escuchar el nombre, en especial porque pueden notar que la chica tiene los ojos perfectamente bien y la hija del gran general es ciega, además de no saber pelear. Aún así, el ataque inicia, Xia se defiende, aún estando sobre el caballo, detiene los ataques de los soldados y logra cortarlos con su espada, otros caen heridos, otros sin vida, el general y el capitán no podían creer lo que veían, una pequeña mujer los estaba derrotando con facilidad, incluso cuando la rodean, ella expande su energía y los manda a volar, incluso, con solo agitar su espada, una especie de viento corta a sus enemigos. El general conoce ese poder, es el mismo que posee el gran general y los hijos de este, pero lo que mas le sorprende, es ver como Xia pelea perfectamente contra ellos aún cuando es ciega.

Una cantidad de soldados y el gran general se han acercado hasta ahí, creyó que el enemigo estaba dando problemas, pero veía a una sola persona pelear contra ellos.

— gran general, su hija es una traidora, esta matando a nuestras tropas.— menciona el general.

—¿mi hija? Ella esta en el palacio, ¿como podría?— menciona molesto Gao.

— mi hermana es ciega, ¿como se atreve a acusarla?— Ru también ha llegado.

— es la verdad, ella dijo ser Yuan Xia y sus actos la dejan como una traidora que debe ser ejecutada.—

— ¡silencio! Si habla de mi hermana así, lo mato.— responde Ru.

Aunque grande es la sorpresa de Gao y Ru, cuando ven que en verdad se trata de Xia peleando contra las tropas del palacio.

— e-esto no puede ser...— el general baja de su caballo.

Se apresura a ir hacía donde estaba peleando Xia. Ordenando a los soldados que se detengan y ante la presencia del gran general lo hacen.

— ¿X-Xia? ¿Hija? Pero como...—

— padre...padre necesito hablar contigo, el emperador ha enviado asesinarlos, a usted y a mis hermanos.—

Al escuchar esto, Ru mira al general y este niega, aunque se veía molesto, ya no han podido matar a la chica antes que el general la vea.

— Xia...¿como puedes decir eso?—

— es la verdad, el emperador es quien inicio esta guerra y en el palacio yo era castigada de manera injusta.—

— creo que su hija comete un error y debido a esto, debemos arrestarla.— agrega el general.

— cállate, bien sabes que digo y verdad y por eso te urge callarme.— responde Xia.

El gran general ordena volver al campamento, pues el enemigo se retiro hace un momento, mientras que le dice al general que él se encarga de su hija, así que le pide alejarse de su campamento. El general se muestra molesto, pero ordena retirarse a su propio campamento, aunque sus planes acaban de ser arruinados, si intentan matar al gran general ahora, creerán en lo que Xia les ha dicho.

— ahora explica, ¿por qué has venido a este lugar tan peligroso? ¿Como es que has podido llegar hasta aquí. — el gran general la sostiene del rostro.

— le contaré después. Pero debe de saber que mi vida en el palacio ha sido miserable y por accidente me enteré que el emperador quiere matar a los Yuan.—

— Xia, esa acusación es grave...podrías ser castigada.— menciona Ru.

— ¿no le crees a tu hermana, hermano Ru? No habría venido si no fuese verdad. Miren.—

Xia aparta las manos de su padre y se pone de pie, dándoles la espalda y se baja la ropa, dejando ver las cicatrices, Gao y Ru, estaban pasmados ante dichas heridas, cuando ellos la dejaron, ella no tenía eso, pues nunca la maltrataron.

— son los castigos que he recibido, por no querer darle los regalos que ustedes enviaban a las concubinas de mi esposo.— Xia se acomoda la ropa de nuevo.

— esto no puede ser...prometió cuidarte...— Gao estaba furioso.

— voy a matar a ese hijo de perra, meter concubinas y beneficiarlas con lo que le pertenece a mi hermana. ¡maldito! — expresa Ru con furia.

— hermano, padre, tranquilos, les contaré todo y como es que logré salir del palacio...—

...

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