Capitulo 18

Cinco años después:

Es increíble como pasa el tiempo y es que no puedo creer que ya han transcurrido cinco años desde el día que decidí ser libre de Martin para siempre e iniciar con tratamiento psicológico pues estaba consciente de que si no lo hacía iba a volver a caer en sus redes y si eso fuera ocurrido hubiese tenido un desenlace fatal por lo que siempre le estaré agradecida a mi abuelo y a Stella por todo lo que hicieron por mi y nunca haberme dejado sola en tan horrible proceso.

El primer año fue el más difícil para mí pues estuvieron llenos de altibajos dónde incluso algunas veces atente contra mi propia vida y hoy al recordar todas las crisis que tuve después de una pesadilla o simplemente al recordar alguno de los malos momentos que viví gracias a Martin me hacen sentir furiosa conmigo misma.

La razón de la furia hacia mi misma es porque no sé cómo no pude darme cuenta de quién era realmente Martin pues todas las señales estaban allí y eran bien claras, pero me aferre a un mundo de fantasía y felicidad matrimonial que no existe.

Y con esto no quiero decir que el matrimonio sea malo, solo que el matrimonio es de dos y ninguno de los integrantes de este debe sacrificarse más que el otro, llevar el peso de la relación él solo o sufrir por un matrimonio que no está yendo bien pensando que es solo su culpa, porque la responsabilidad de una relación cae sobre los dos que lo componen.

Fue muy difícil y lento para mí entender que yo no tuve la culpa de lo que Martin me hizo pues nadie merece pasar por todo el maltrato psicológico que el ejercicio en mí pues todos somos responsables de nuestros propios actos y él solo repitió conmigo el mismo patrón que vio en sus padres y ya eso es una cadena generacional que me tocó experimentar a mí en carne propia, pero que gracias a Dios pude salir de allí antes de que fuese tarde y no hubiese salvación para mí.

Stella y mi abuelo fueron mi mayor fundamento durante estos años dónde me tocó la peor batalla contra mi mayor enemigo ya que me tocó pelear conmigo misma para poder salir adelante y encontrar a la mujer fuerte que tanto dolor y maltrato enterraron.

Después del primer año que fue el más difícil estaba dispuesta a ver a Martin ya que estaba lista para cerrar ese ciclo pues si no lo hacía sentía que no iba a poder seguir, porque necesitaba verlo y decirle que a pesar de todo el daño que me causo no mato a la mujer fuerte, luchadora que siempre he sido, pero que por miedo a los estúpidos prejuicios y complejos establecidos por la sociedad me daba miedo mostrar y ser juzgada por mi forma de ver la vida y de ser.

Pero me decepcione mucho al saber que el desgraciado ese ni siquiera soporto un año en la prisión y decidió irse por el camino más fácil y acabar con su vida, pero no estaba dispuesta a rendirme y de alguna forma tenía que liberarme y decirle todo lo que me contuve desde el inicio del matrimonio que casi acaba conmigo.

Aunque mi abuelo no quería que fuese a su tumba gracias a Stella pude convencerlo pues ella entendió que yo lo necesitaba para poder avanzar sin dejar nada en el pasado que resolver.

Cuando estuve frente a la tumba de ese poco hombre saque todo lo que había guardado por meses en mis pensamientos y que nunca dije por miedo a ser considerada la villana mal agradecida que no valora los sacrificios de su esposo, pero todo tiene un límite y yo estuve al bordo de la locura y la muerte por llegar al mío.

-No te desee nunca la muerte Martin pues siento que no pagaste todo el daño que causaste en vida, pero lo único bueno que deja tu muerte es que ya no podrás volver a dañar a otra mujer con tu muerte retorcida, así que aquí estoy para decirte que aunque al principio todo el daño que me hiciste acabo conmigo por un tiempo hoy ya soy una nueva mujer que está dispuesta a brillar con su propia luz y no dejar que nadie más vuelva a opacar lo que soy una mujer libre y sin complejos dispuesta a luchar por su felicidad.

Ir a la tumba de ese desgraciado fue lo mejor que pude hacer dado que desde allí pude empezar de cero y reencontrarme con mi verdadero yo, la cual estaba oculta en lo más profundo de mi ser esperando su momento de brillar y su momento cada vez estaba más cerca.

Desde ese día continúe con mi terapia psicológica pues aún había cosas que no entendía por lo que necesitaba aprender a escuchar mi voz interior y no dejarme llevar por lo que los demás opinen o digan, porque aprendí la diferencia de recibir un consejo a recibir una imposición de como debes hacer las cosas, así que gracias a la terapia aprendí que no todos los que se te acercan vienen con buenas intenciones, así que a partir de ese día empecé a escuchar y analizar todo lo que me decían y todo lo que estaba a mi alrededor para así quedarme con lo que le aportaba cosas buenas a mi vida, mientras que las malas vibras las desechaba.

Luego de dos años de terapias, viajes para conocer a más personas que habían pasado cosas iguales o peores que yo para así compartir nuestras experiencias y así poder juntos sanar nuestras heridas por fin estaba lista para retomar mi vida y lo hice iniciando una maestría para mejorar mis conocimientos y mi experiencia laboral, en la cual mi abuelo me ayudó mucho al darme responsabilidades en sus empresas, pero sin revelar quien era yo pues aún no era tiempo de que se supiera mi identidad.

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Nota de la autora:

Gracias por el apoyo (⁠◍⁠•⁠ᴗ⁠•⁠◍⁠)⁠✧⁠*⁠。.

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