Capítulo quince- El fin del verano se acerca

Después de una silenciosa cena como era habitual en los postrimeros días de la familia Copper, Sam ayudaba a su madre a petición de esta a lavar los platos. Sin embargo, Sam pronto se lamentó internamente por estar fregando loza en lugar de pasar tiempo de calidad con Matthew cuando de repente su madre suspiró cansada.

-no entiendo cuál es el problema ¿no pueden ambos tener un mismo amigo? -dijo su madre, que había notado la tensión en el trío de jóvenes durante la comida. Sam pensó que el problema era que querían ser más que eso. Nunca habían estado en esa situación, habían salido con chicas, gustado de diferentes chicas y tenían muchos amigos en común. Pero nunca tuvieron un interés romántico hacia otro chico.

Sam sabía que su madre lo había llamado a él porque era más probable que cediera (o eso creía ella, porque si las circunstancias fueran otras Sam se lo pensaría).

-no -contestó Sam rotundo.

- ¿por qué dices eso Sam? -repuso su madre- no sé qué habrá sucedido entre ustedes\, pero confió en que podrás solucionarlo.

-no lo creo y Louis opina lo mismo.

- ¡Es tu hermano! -gritó la mujer- reconcíliate con él- luego salió de la cocina no sin antes dejar el trapo en el mesón con cierto furor. ´´ ¿por qué tengo que hacerlo yo? -reflexionó Sam con molestia- se supone que Louis es el mayor´´.

-y por su culpa casi morimos- dijo en un murmullo. Recordando su pelea en el bote. Louis no se había detenido a escucharlo y tampoco le hizo caso.

Como era de esperarse el fastidioso de su hermano supo beneficiarse de su ocupación. Lo halló en la habitación de Matthew sentado junto a este más cerca de lo que le habría gustado manteniendo una charla absorta y entretenida con él.

...

Los gemelos ya no lo dejaban solo ni un minuto. Aclarado los sentimientos de Louis, este no dejaba que pasara más tiempo con Sam que con él y esto a Sam parecía sacarle de quicio. ´´estamos igual que al principio´´ meditó Matthew con frustración. Aunque no lo ´´agobiaban´´ corporalmente como antes. No sabía si lo hacía feliz o no el derrotero que había tomado el asunto, pero podía afirmar que estaba más tranquilo.

Después Sam apareció en su habitación, se arremangó su camisa y agarró a Louis por el cuello de su ropa con intención de alejar de Matthew a quien enseguida se aferró como si fuera su bebé.

El señor Copper abrió la puerta y vio que Louis abrazaba a Matthew mientras discutía con Sam.

- ¿ya se están despidiendo? -preguntó el padre de los gemelos sonriendo con ternura.

Matthew se extrañó en un primer momento, pero luego de consultar qué día era se percató de que falta poco para que se terminasen las vacaciones de verano. Quedaba una semana y algo más. Sin embargo, sus padres acordaron recogerlo antes para hacer el viaje de vuelta, para así disponer de tiempo suficiente y prepararse para el retorno a clases. Es decir, que se quedaría solo hasta el fin de semana.

El anterior pensamiento lo acompañó el resto de la tarde y hasta la mañana siguiente cuando se levantó. Matthew sentía que su vida se dividía en un antes y un después. Ni siquiera recordaba lo que hacía antes de llegar a esa casa. Pero, por otro lado, pensó que todo volvería a la normalidad. Vería películas en la tele cuando estuviera aburrido, leería cómics, o jugaría en su computadora...y haría las tareas aburridas del colegio.

Entonces de manera repentina las cuencas de sus ojos empezaron a arderle y lo invadió una súbita tristeza. Las lágrimas empacharon su visión. Una fracción de sí mismo no sentía precisamente felicidad al imaginar que próximamente tendría que irse.

...

Era la hora del desayuno y su madre los había confundido.

-Louis ve a buscar a Matt- ordenó la mujer mirando a Sam, quien estaba parado junto a la puerta- Sam ayúdame a servir los platos- se dirigió a su hermano que estaba junto al mesón.

- ¿qué? -Louis la miró desorientado. Su madre le pasó una pila de cuencos a Louis.

- mamá\, yo soy Louis- explicó el gemelo. Sin embargo\, su madre no le prestó atención. A lo mejor suponía que su hijo pretendía escaparse de la labor. Además\, ya le habían hecho una broma como esta antes\, por eso no le creyó.

-hazme caso, Sam. Luego pondré a Louis a hacer otra cosa -antes que su hermano pudiese replicar algo Sam salió de la cocina sonriente.

- ¡mamá! -gritó Louis.

Sam determinó hacerle la misma jugada y fue al cuarto de Matthew, que encontró con el rostro oculto bajo la almohada. ´´Es una oportunidad para estar solos´´, pensó Sam.

...

A Matthew no se le había ocurrido cerrar la puerta, pues no creía que fuese a llorar de la nada. Cuando escuchó las pisadas de alguien en el corredor fuera de la pieza solo pudo elegir taparse la cara.

- ¿Matt? -por el apodo supo que era Sam. El susodicho percibió que el colchón cedía a su lado. Sam se había sentado en la cama- ¿estás bien?

-sí, solo me duele la cabeza... -mintió Matthew con la voz velada. Sam se removió en el sitio y se acercó más a su posición.

- ¿estás... llorando? -inquirió Sam dubitativo. ´´Ugh\, se dio cuenta´´.  Matthew no supo qué decir. Sin embargo\, tras unos segundos Sam lo abrazó por la espalda.

- ¿q-qué haces?

-no sé muy bien que hacer o decir en este tipo de situaciones, así que pensé que esto te haría sentir mejor -Matt resopló incrédulo. Pensando que su verdadera motivación era otra.

-está bien, es mentira. Aunque no del todo -admitió Sam- Quería tocarte -Matt sintió que sus mejillas le abrasaban, al menos en esa pose no vería su rubor.

- ¿puedes decirme por qué estabas llorando? -Matthew no respondió- ¿quieres que te haga sentir mejor?

- ¿cómo harías eso? -preguntó Matthew haciendo un esfuerzo para que no le temblara la voz. En seguida\, percibió una mano invasora en su abdomen que se deslizaba de forma peligrosa hacia su pelvis.

- ¡espera! -Matthew se incorporó apresuradamente hasta quedar sentado- ¿por qué siempre tiene que terminar así? -en aquel instante alguien giró el pomo de la puerta que no llegó a abrirse. Seguidamente\, se escuchó un golpe contra la madera y la voz de Louis\, quien había ido a buscarlos porque aún no habían bajado. Lo que no entendía Matthew era que la puerta estuviera cerrada con seguro.

- ¡ya fue suficiente! ¡Abre la puerta Sam! -gritó Louis desde el otro lado- ¡o voy a tirarla!

-es mejor que lo haga -dijo Sam levantándose con una sonrisa- es capaz de hacerlo- Matthew se le quedó viendo estupefacto. Comprendiendo que Sam había tenido antes dobles intenciones. Quien sabía qué habría ocurrido si no hubiese llegado Louis.

***Este trabajo esta bajo contratado con NovelToon y la piratería, como la reimpresión sin permiso, están estrictamente prohibidas.***

***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***