Capítulo trece -Confrontación con resultados románticos

Louis lo besaba con fuerza contra la pared. Mientras tanto Matthew se cuestionaba cómo habían llegado a esa situación. Hace tan solo unos minutos estaban teniendo un paseo amistoso por el parque y los lugares que solía frecuentar Louis. Antes de eso él y toda la familia Cooper habían decidido salir a ver los puestos con artesanías, comidas y dulces típicos de la festividad local.

Sin embargo, cuando atravesaron una multitud en una calle concurrida el grupo se separó y él terminó con Louis. Fue extraño porque Sam no le quitaba la vista de encima y siempre se detenía a mirar hacia atrás para comprobar que lo seguía. Entonces Louis dijo con una sonrisa que los había ubicado y lo jaló de la mano hacia un lado. Tal vez se equivocaba, pero a Matthew le dio la impresión de que Louis tomó el camino equivocado a propósito. Alejándose más del tumulto y de donde seguramente estarían los demás. Aunque solo fue una sensación.

Después de buscar un rato en vano Louis tuvo la idea de visitar la ermita que estaba en una colina alta del pueblo y que desde arriba la vista era maravillosa. Matthew no vio ningún inconveniente, de todas formas más tarde se encontrarían en casa con el resto.

Matthew estaba disfrutando tranquilamente de contemplar la arquitectura de la iglesia cuando de improviso Louis lo llevó a un sitio apartado junto a la capilla para estamparlo a besos contra la pared.

Tal vez Matthew había asumido que Louis estaba enamorado él, pero nunca lo había escuchado directamente de sus labios, por esto las acciones de Louis lo desconcertaban. Lo anterior sumado al estrés de ser forzado a ese tipo de situación de nuevo y tan pronto después del incidente en el río. Además, de que pensar que Louis seguramente sabía que su relación con Sam se había estrechado más en los últimos días lo llevó a empujar al gemelo.

-ya deja de bromear- soltó Matthew. Estaba harto. Del agobio y de la opresión que sentía en el pecho. Estaba cansado del remordimiento. No se figuraban cómo lo hacía sentir aquello. Que lo pusieran contra la espada y la pared. Encima no saber lo que pasaba por la cabeza de Louis hacía aumentar su confusión con respecto a su inclinación por Sam.

- ¿crees que esto es una broma? -repuso Louis con aspereza. Su expresión hizo que Matthew se encogiera de miedo. Sin embargo, Louis lo miró un momento y antes de que pudiera reaccionar Matthew observó cómo se daba la vuelta con expresión de descontento y lo dejaba solo.

...

Por otra parte, los pensamientos de Louis iban de sus propios sentimientos a considerar los de Sam y los de Matthew. Él y su hermano siempre habían compartido todo. Con ese chico sería igual. Al menos eso pensaba, aunque no lo consideraba de manera amorosa. Sin embargo, era la primera vez que veía a Sam querer algo y ser tan egoísta al respecto.

- Louis...- escuchó la voz de Matthew que lo llamaba. No obstante Louis no soltó sus muñecas y se inclinó para probar de nuevo el fruto de sus labios. Una parte de Louis se sentía avergonzado porque Matthew era su amigo. Trataba de convencerse de que no sentía algo por él como lo hacía Sam, pero en realidad no siempre fue así. Cada vez más le dolía hacer cosas cariñosas con Matthew y él intuía la razón de esto. Era como si rascara una capa densa de hielo y solo consiguiera arañar la superficie, encontrándose en el fondo la dolorosa la verdad que no quería admitir, pero que permanecería allí.

Entendía que era incorrecto lo que estaba haciendo especialmente por su hermano, ya que los otros dos eran más íntimos. Aunque...por alguna razón no le agradaba el regusto que eso le dejaba.

Louis vio a Sam a un tramo de veinte pasos esperándolos en el pórtico de la casa con los brazos cruzados. Sabía que Matthew no había llegado todavía porque él se fue primero.

-sí que se han tardado- comentó su hermano con tono mesurado. Louis se reservó de contestarle. No obstante Sam notó su disgusto y cuando se lo hizo ver añadió: - ¿discutiste con Matthew?... ¿Puede ser que no te hizo caso? -en la última cuestión esbozó una sonrisa de complacencia.

-no creas que has ganado- replicó Louis al instante.

-no es una competencia- contestó Sam con expresión grave.

- ya te lo he dicho antes, no te has enrollado con Matthew -agregó Louis un segundo más tarde acercándose desafiante al rostro idéntico al suyo. Por el gesto trémulo en la mejilla ajena Louis atisbó bajo aquella máscara de serenidad de su hermano un retazo de preocupación.

-puedo hacerlo cuando quiera- aseguró Sam. Atisbando una sonrisa. El otro gemelo lo fulminó con la mirada. Pero este se sobrepuso de inmediato comprendiendo que el objetivo de Sam era, seguramente fastidiarle y por consiguiente hacer que se rindiera.

-eso es lo que tú crees -dijo Louis devolviéndole con gusto el gesto. Se deleitó aún más al ver sorpresa en los ojos contrarios. Louis pasó por su lado con una amplia sonrisa para retirarse a su habitación.

Todo ese tiempo Louis había buscado inclinar la balanza a su favor sin saber bien la causa o el por qué le molestaba tanto las atenciones de Matthew para con Sam. Después de que su relación empezó a desmoronarse y Sam se alejó de su lado la rabia lo condujo a intentar a obtener el afecto de Matthew con el propósito de incordiar a su hermano.

No obstante, en lugar de jugar con los sentimientos de otro terminó lastimándose a sí mismo al caer en los encantos de Matthew. El problema era que Matthew se sentía cautivado por Sam o como mínimo lo apreciaba más. En cambio, a él lo trataba como a un mero colega. Aunque Sam pareciera haberse adelantado Louis no estaba dispuesto a ceder la victoria sin dar pelea. Usaría su experiencia y conquistaría a Matthew.

...

-Louis parecía más molesto de lo usual -dijo Matthew mientras contemplaba el suelo y su mente meditaba lo dicho por el aludido en la capilla donde lo abandonó. Lo bueno de aquello era que había tenido ocasión de pensar y lo que no lo era tanto es que no llegó a ninguna conclusión contundente. Luego regresó a la vivienda y se encontró con Sam en la entrada.

Ahora que lo meditaba cuando estuvieron en la ermita había cierta amargura en el semblante de Louis. Pero algunas horas después se mostró aún más irritable. Matthew sospechó que Sam tendría algo que ver y al levantar la vista lo confirmó por su manera de mirarlo.

- ¿sucedió algo? -inquirió Matthew- o mejor dicho debería preguntar qué fue esta vez.

- quizás es... -Sam miró hacia un lado. Parecía apocado- ...porque le dije que me acostaría contigo cuando quisiera.

- ¿de verdad le dijiste eso? -replicó Matthew con perplejidad. Sobre todo le sorprendía lo sincero que era Sam.

-pues...- Sam miró hacia arriba, pero no a Matthew. Luego se fijó en la cara desaprobación de este- ¿qué?

-digamos que Louis ganó puntos de amistad y tú acabas de perder algunos -Sam sonrió burlón. Inclinándose hacia él.

- ¿en serio? -Matthew también sonrió, pero se levantó del asiento y se dirigió a la salida, pero antes se detuvo frente a Sam que le cortó el camino y dijo mirándolo a los ojos:

-si van a jugar a esto, yo también puedo hacerlo -enseguida Matthew siguió avanzando, dejando a Sam con una mueca de desagrado. Sin embargo, tras un breve silencio el gemelo replicó:

-Esto no es un juego- Matthew dio media vuelta para verlo desde su posición. Sam volvió a curvar suavemente las comisuras de su boca. Luego, pasó por su costado.

- ¿qué quieres decir? -inquirió Matthew. El otro lo miró por encima del hombro.

-te lo diré al final del ´´juego´´- dijo acentuando la última palabra.

-no, dímelo ya- demandó Matthew. Pero no pudo sonsacarle nada por más que lo intentó ´´ ¿qué habrá querido decir con aquello? ´´ Matthew infirió que se refería a que Louis no suponía un reto para él o que pretendía ir más lejos que un besuqueo con caricias. Fuera lo que fuera él no quedaba bien parado en su imaginación.

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