Capítulo nueve- Atracción

Matthew se reía de cualquier comentario por ridículo que fuera. Sam no imaginó que obtendría un resultado tan alegre. Pero el ambiente era de maravilla y le asombraba la facilidad con que logró que Matthew se soltara un poco. Hasta que este lo descubrió.

- ¿estas tratando de emborracharme? -inquirió Matthew con la voz un poco patosa por el alcohol- Sam guardó silencio. Sintiendo su corazón latir nervioso -porque no estoy borracho- en seguida le dio dos tragos a su copa.

-estoy totalmente sobrio –continuó Matthew. “Eso es exactamente lo que diría un borracho” pensó Sam. Sus intenciones fueron descubiertas. Sin embargo, no era eso lo que pretendía en un principio, sino compartir un momento a solas con Matt aprovechando la distracción de su hermano.

Matthew notó que Sam no dejaba de mirarle por lo que lo imitó como si estuvieran en una competencia de miradas. Un rato después Sam bajó sus ojos a los labios ajenos. No fue inesperado que inmediatamente después se inclinara sobre él para besarlo.

Sam saboreó el licor dulzón de la boca contraria mezclado con su propio sabor y Matthew atrapó su labio inferior entre los suyos. Luego colocó las manos en los brazos de Sam y se separó con suavidad. Sam fijó la mirada en la de Matthew antes besarlo de nuevo. Haciendo sus besos cada vez más impetuosos. Descubriendo que ambos ansiaban la unión de sus bocas.

Luego se colocaron de pie en medio de un toqueteo desenfrenado mientras se besuqueaban. No obstante al poco tiempo Sam se detuvo cuando el camino fue bloqueado por la cajonera que estaba junto a la pared, donde Matthew apoyó las manos. Ninguno se daba por enterado en qué momento habían llegado hasta ella.

En ese segundo que se separó de Matthew miró con premeditación los labios opuestos antes de inclinar la cabeza y besar a Sam. Este último se sorprendió y se vio incapaz de controlarse ante los actos afectivos del otro. De modo que en seguida le dio la vuelta al primero sin desistir de las atenciones a su boca y abrazándolo por la cintura. Matthew aferró su brazo por la manga de su camisa y lo atrajo más a su cuerpo.

-ah...- gimió Matthew al percibir una dureza presionando contra sus colinas. Seguidamente, Sam deslizó una mano por su abdomen y luego dentro de su pantalón. Pasando por sus posaderas y terminando en una abertura estrecha. En reacción Matthew se estremeció de excitación y soltó un gemido agudo.

Al final el exceso de alcohol les había hecho más efecto del esperado.

...

Una horrible resaca lo despertó por la mañana. Lo primero que supo es que no se encontraba en su alcoba y lo siguiente que no recordaba qué sucedió la mayor parte de la noche anterior. Matthew se sentó en la cama y se llevó una mano a la frente. El dolor de cabeza evitaba que pensara con claridad, pero poco a poco los recuerdos le llegaron a la mente.

Había tenido el impulso de besar a Sam. Luego le dejó hacer lo que le placiera y ni siquiera le importó. Y de alguna forma terminaron en su cuarto ¿podía ser que durmieron juntos y lo único que hicieron fue solo eso? ¿...o habían llegado más lejos?

Matthew se puso de pie en un santiamén. “A ver, haz memoria Matthew” se dijo a sí mismo. De repente abrió sus ojos de par en par y bajó la mirada a sus piernas con la cara ardiendo. Conservaba su ropa interior y la camiseta. Al menos, no había fluidos ni tenía una sensación extraña en la parte baja de la espalda. Estaba casi seguro de que no lo habían hecho, de eso habría quedado rastro. Pero entonces se le ocurrió pensar que lo primero se podría arreglar con limpieza y lo segundo con ¿habilidad? “no volveré a tomar” se prometió Matthew.

De cualquier manera, debía irse a su cuarto a darse un baño y más tarde averiguaría los detalles. Matthew se puso sus tejanos y asomó la cabeza por la puerta antes de salir.

Unos instantes más tarde llegó a su habitación sin toparse con nadie, se metió a la ducha y se colocó una camiseta bicolor de manga larga y un pantalón verde cargo. Luego bajó las escaleras. Sam colocaba los platos que le pasaba su madre con el desayuno en la mesa. Matthew dio los buenos días y el único que no contestó fue Louis que estaba demasiado concentrado jugando en su teléfono.

-ey- dijo Sam cuando se paró a su lado- iba a ir a despertarte, pero ya no estabas.

-ah, sí... -replicó Matthew eludiendo la mirada- fui a cambiarme -Ver a Sam le hacía palpitar rápido el corazón. Deseaba preguntar, pero no creía que fuera un buen momento. No con personas alrededor.

Al parecer Sam también quería decirle algo porque lo miraba a él y luego a los lados.

- ¿pasó algo entre ustedes? -interrogó Louis con el aparato aún en las manos y la vista puesta en ellos. El cuchicheo y el comportamiento de ambos tuvo que haber llamado su atención.

- ¿qué? No -replicó Matthew haciendo ademanes exagerados- no ¿de qué estás hablando? -El gemelo entornó los ojos. Matt se apresuró a sentarse para desayunar.

...

No había forma de que no hubiese ocurrido nada. Sam y Matthew intercambiaban miraditas cómplices y centelleantes en medio de la cocina. “Definitivamente, sucedió algo anoche” sospechó Louis.

Para peor se enteró de que la noche anterior Sam le había dicho a su madre que Matthew se fue a dormir antes y Louis no se le ocurrió verificarlo porque ella se lo dijo y porque hicieron un trato. Lo más probable es que hubiesen dormido en la misma habitación. Louis sintió que el comportamiento de Sam comenzaba a hacerle bullir la sangre.

A media mañana Louis abrió el refrigerador y sacó la jarra de agua. Llenó un vaso hasta el borde, se bebió la mitad y solo cuando lo puso en la mesa la vio junto al frutero. El objeto se le hacía conocido. Pero ¿de qué era su contenido? Louis tenía un presentimiento y lo tomó en sus manos.

Sin embargo, antes de que acercara su nariz a la boca de la botella se dio cuenta. Entonces con profunda y fría ira decidió citar a Sam a la cocina para interrogarlo.

- ¿qué es esto? -preguntó colocando el envase vacío frente a Sam. Sam bajó los ojos al recipiente y su expresión de sorpresa fue suficiente respuesta. Volvió a mirarlo.

-supongo...que ya sabes qué es.

-por supuesto que sé lo que es -replicó Louis. Empezando a perder la paciencia. Sam hizo una mueca de aparente desinterés y torció los ojos. Louis golpeó la mesa con la palma abierta- ¡tomaste ventaja! - Lo recriminó apuntándole con el dedo.

-no tienes derecho a decirme eso- contraatacó Sam fulminándolo con la mirada- Tú fuiste quien se tiró encima de Matthew cuando no estaba- señaló Sam a su hermano el cual pareció agraviado por esta acusación.

- ¿por qué lo dices de ese modo? No es como si hubiéramos dormido juntos.

- ¿qué hacen? -Matthew apareció en la puerta. Hace un momento pasaba por el pasillo cuando los gritos llamaron su atención. Louis consideró que su presencia agilizaría las cosas y de paso Matthew se daría cuenta la gravedad del proceder de su hermano.

- ¿dónde estabas anoche? -se dirigió a Sam.

-qué te importa -espetó su gemelo.

-maldito hijo de...- Louis estuvo a punto de abalanzarse sobre él.

-esperen –Matthew se interpuso entre ellos comprendiendo por qué discutían– cálmense. No pasó nada...que yo recuerde -Matthew se quedó mirando hacia el techo con gesto pensativo.

- ¿no recuerdas? -soltó Samuel decepcionado- Eso es tan cliché.

- ¿disculpa? -empezó a decir Matthew, pero Louis lo interrumpió.

- ¿dormiste con Matthew? -cuestionó a su hermano, quien pareció sorprendido por la pregunta. Esperaba que comprendiera el alcance del significado de esta. Sam tardó en responder y al final exhaló irritado.

-está bien, no tuvimos sexo -aclaró de mala gana. Entonces Matthew dejó salir el aire por la boca con alivio. Tanto Louis como su hermano giraron la cabeza hacia él. Sam le lanzó una mirada severa y Louis esbozó una sonrisa irresistible.

- ¿qué? -inquirió Matt confundido.

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