Capítulo cuatro -Traición

Matthew fue seducido por las caricias ajenas, se dejó llevar por la apacible sensación que le causan las manos contrarias. Sam le abrazó por los hombros y apoyó la cabeza en su cuello mientras que Louis se acomodaba entre sus piernas…

-ey- Sam frenó el avance de su hermano- yo lo haré primero -Louis molesto frunció el ceño.

En ese instante Matthew se percató de lo que estaban haciendo. Contrajo sus piernas y se escabulló de los brazos de Sam. Se puso de pie para alejarse de aquel par.

-ninguno de ustedes va a hacer nada- manifestó caminando hacia la salida. -y yo que creía que de verdad querían darme un masaje -Matthew abrió la puerta. Los chicos le habían dicho que querían darle otro regalo por su cumpleaños, debió esperarse que fuera algo como eso. Se volvió para mirar a los gemelos.

- ¿a ustedes no les gustan las chicas? -inquirió Matthew extrañado.

-cierto- dijo Sam como si repentinamente se diera cuenta. Se giró hacia su hermano- ¿a ti no te gustaba Ashley, Louis?

- ¿y qué hay de ti? Creí que te gustaba Chloe -Matthew notó que Sam se incomodaba con el rumbo de la conversación.

-…solo salimos una vez -murmuró Sam antes de seguir debatiendo con su hermano- Pero había otras chicas con las que salías… como Mary, Jeanne, Eli…

-A mí me parece más lindo Matthew- atajó Louis abrazando por el cuello al aludido. Matthew compuso una mueca de disgusto. No le gustaba ser llamado lindo por otro hombre. Luego el primero miró a su hermano con malicia -Yo recuerdo que Karen no te quitaba los ojos de encima y Caitlin se veía muy bien contigo y aquella chica… ¿Cómo se llamaba? ¿Sara? Ella... - Sam pareció azorarse y abrió la boca para replicar algo, pero Matthew se le adelantó.

-Si tienen tantas relaciones -dijo este forzando una sonrisa- entonces... ¡Déjenme en paz! -Enseguida empujó a ambos chicos fuera de la habitación.

-es que es muy divertido molestarte- replicó Sam risueño. Matthew cerró la puerta después de que salieran.

- ¿ves? Ya hiciste que se enojara- escuchó Matthew decir a Louis como reproche al otro lado con la voz opaca.

Una vez en la tranquilidad de su soledad Matthew no pudo evitar preguntarse: ¿Qué habría pasado si los hubiese dejado continuar? En eso recordó la sonrisa ladina de Louis y el aliento de Sam en su cuello. Un escalofrío le recorrió el cuerpo y meneó la cabeza. Era mejor no pensar en ello.

…

En su mente se agolpaban numerosos pensamientos.

-No sonríes... no tanto como Louis- ¿significaba eso que era inexpresivo? -En la mayoría de las ocasiones él es quien toma la iniciativa.

´´eres más prudente. Apoyas a tu hermano en sus locuras, pero eres cauto´´ Le había dicho su padre una vez.

´´tu forma de ser es distinta´´ Matthew no lo expresó así, pero Sam se sentía de esa manera ´´Louis siempre parece ansioso por hacer alguna broma. Tú eres tranquilo. No demuestras tus sentimientos. Es difícil saber lo que estás pensando´´.

Sam se había limitado a sonreír. Aunque lo último que dijo Matthew o tal vez fue todo en conjunto le provocó a una desagradable sensación, a la que no le dio importancia en aquel instante.

Lo consideró una tontería. Comprendía que él y Louis eran dos personas distintas. Sin embargo, estaba convencido de que nunca se separarían, eran como uña y carne. Jamás habían discutido o tenido una pelea realmente importante. Ambos hacían, pensaban y les gustaba lo mismo. Excepto con las chicas, sus gustos eran bastante diferenciados en ese aspecto. Pero, los detalles de sus diferencias no pasaron desapercibidos por Matthew.

Matthew era un buen chico. Sabía que no habló con mala intención. Sin embargo, de todos modos dolía y por alguna razón se sentía inferior a su hermano mayor. Pensó que después de todo no tenían tantas similitudes.

Después de rememorar las frases dichas por Matthew una vez más Sam se dijo duramente a sí mismo: ´´Solo de vez en cuando eres quien empieza algo´´.

Admitía que tenía menor iniciativa a comparación de Louis. La mayoría de las veces era a este a quien se le ocurría qué broma hacer o lo que harían en el día. Sam siempre le apoyaba. Pero por alguna razón se sentía disconforme desde aquella conversación con Matthew.

Lo peor era que se distanció de su hermano esa mañana como si le preocupara demasiado el asunto. Sam decidió salir a caminar un poco, sin compañía. Pensando que tal vez solo necesitaba un tiempo a solas. Necesitaba relajarse y luego todo volvería a ser como siempre.

No fue sino hasta que volvió a casa y vio a Louis junto a Matthew que entendió sus sentimientos. La razón de su ofuscamiento y el por qué le molestaba tanto que Matthew los hubiese definido de manera tan opuesta a su gemelo. En su interior se debatían un creciente afecto por Matthew y el miedo de perder a su hermano del que no estaba si iba en serio con su coquetería hacia el otro o era solo juego. Probablemente era lo segundo. Louis nunca era constante en sus relaciones. De hecho tan rápido de pareja como si comprara ropa.

Se estaban divirtiendo, pasando un momento juntos mirando la tele y comiendo frituras. Matthew parecía contento. Cuando lo vio allí sentado en el sofá supo que no podía desacreditarlo. Era más perspicaz de lo que aparentaba.

En ese momento Louis percibió su presencia, lo miró y luego pasó un brazo por encima de los hombros de Matt. Luego le sacó la lengua. Sam sintió una contracción en el músculo alrededor del ojo. Su gesto triunfante le fastidió mucho.

Se había alejado media jornada y Louis se había vuelto más cercano a Matthew como si quisiera tener ventaja o ganar un reto sobre él. Entonces reparó en el comportamiento del segundo. Matthew era un poco más permisivo con Louis. Pareciera que no le molestaba que Louis le tocara, pero cuando lo hacía él era incómodo, se cohibía. Y pensar que creía que Matthew le tenía un poco más de confianza que su hermano.

Sam reconoció que estaba celoso y por primera vez en su vida le guardó algo de rencor a su hermano.

…

-deja de pegarte a Matthew - se quejó Sam mientras Louis abrazaba a Matthew cual koala a un árbol. Justo ahora se encontraban en el jardín. Últimamente, Louis no se desprendía de Matthew cada vez que lo veía y aquello empezaba a gastar su paciencia- ¿no te molesta Matthew? -el aludido se encogió de hombros y curvó sus labios en una sonrisa.

-creo que ya me acostumbré- dijo Matt. Louis le sonrió a su hermano con picardía. Sam podía verlo, su cara parecía decir: ´´Matthew me permite tocarlo, en cambio, a ti no´´.

No iba a dejarlo pasar. Jaló con una pizca de brusquedad a Matthew para apartarlo de su hermano y lo atrajo hacia él. Rodeando con los brazos su cintura y colocando su frente en el cuello ajeno. Subió por su piel rozándolo con su nariz hasta llegar a su oreja contra la que susurró:

- ¿podrías acostumbrarte a esto? -Observó como a Matthew se le ponía la piel de gallina y se le subían los colores al rostro.

-oye- escuchó la voz enojada de Louis y la mano de este se cerró alrededor de su muñeca. Sam atravesó a su gemelo con la mirada y antes de que pudieran discutir Matthew intervino.

-tienes razón- admitió él dando un paso atrás sin mirar a nadie- nunca voy a acostumbrarme a esto- seguidamente Matthew dio media vuelta y se alejó de ellos con paso apresurado.

- ¿qué pasa contigo? –le espetó Louis antes de marcharse también. Ahora Matthew no iba a querer que ninguno de los dos se le acercara. Extrañamente\, una parte de Sam estaba feliz con esto.

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