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Lilith no entendía lo que le estaba pasando en ese momento hasta que recordó las palabras de Ziel. “Parece que el lobo tiene un cierto interés en ti. Puede que te termine devorando en cualquier momento.”

Aquellas palabras resonaron en su mente mientras sentía que el beso se intensificaba, causando que su cuerpo se sintiera débil y caliente por dentro.

Cuando el lobo se aparta un momento para mirarle, no puede evitar sonreír al verle el rostro sonrojado con los ojos llorones y las manos en su pecho. Dándole un beso en la frente le susurra en el oído: -qué linda te ves en este momento.

Lilith no dice nada, su mente se había quedado en blanco y su cuerpo no le respondía. El corazón le latía tan rápido que por un instante creyó que podría salirse del cuerpo. “¿Por qué huele tan bien?” Pensó mientras su frente se recostaba en el hombro de él.

Por un buen rato se quedaron en esa posición, hasta que el lobo se acomodó en su puesto, abriendo la ventana, prosigue por el camino, dejando que el aire frío de la noche se llevara las feromonas.

Ya frente a la casa, le mira de reojo curiosa por saber la razón por la cual había hecho eso. Pero a la vez una parte de ella no quería saberlo. Así que solo se despidió.

-Gracias…Por… Lo de hoy. -dice tímidamente abriendo la puerta sin mirarle.

-no ha sido de nada. -le responde viéndole con diversión, con forme ella salía. -hasta pronto. -dice coquetamente.

A lo que ella no puede evitar sonrojarse al mirarle: -adiós. -murmuró al caminar rápidamente por el patio hasta la puerta.

Cuando logra entrar, el carro da marcha atrás. Lilith se queda por un momento observando como el carro daba la vuelta, sintiendo un profundo alivio cuando esté desaparece en la oscuridad.

-todo bien. -pregunta Ágata al ver a su hermana parada en la puerta.

-sí. -dice cansada.

-escuché que irías a una cita. -comenta observando su reacción. -no esperaba que te fuera tan bien. -se le acerca. -incluso tienes su hedor encima.

-lo sé. -dice decaída. -Iré a darme un baño.

-eso suena bien. -le da espacio en el pasillo. -no le des falsas ilusiones, si solo lo estas utilizando. -comenta con seriedad mientras Lilith subía las escaleras.

Ella no responde y sigue al segundo piso. Dejando las cosas en su habitación, se encierra en el baño y por un largo rato se queda sumergida en el agua de rosas.

-¿Por qué? -murmura con el agua cerca de la boca. -no más.

Las lágrimas comenzaron a salir por si sola, aun cuando ella no sintiera nada en ese momento, no era capaz de controlarlo, ya que tampoco sabía por qué salían en primer lugar.

En su mente, solo aparecían recuerdos de un pasado borroso, como si fuera una película antigua en blanco y negro. Las cuales tenían a muchos de los personajes con el rostro borroso e incluso algunos se veían con todo el cuerpo oscuro.

“-estás bien.” -pregunta el zorro parado frente a la bañera. “-no me parece que sea normal, que tus recuerdos estén tan dañados.”

“-tú crees.” -le mira fijamente. “-es extraño. Mis recuerdos siempre han sido así, hasta donde recuerdo.”-mira el techo. -talvez estoy más dañada de lo que pensé. -susurra, sintiendo como el pecho le apretaba.

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