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-sí ya terminaron. Podemos seguir. -dice Ziel, creando esferas transparentes, con pequeñas llamas rojas dentro, que se van adentrando a la cueva, iluminando el lugar.

Lilith se aparta del lobo. -no tienes por qué acompañarme. Con Ziel es suficiente.

Jonathan mira de reojo a los orcos heridos antes de decir. -yo acompañaré a la señorita, ustedes vigilen.

Ellos no se oponen, en cambio, Adrián le da ánimos de forma disimulada, mientras la bruja y el zorro se adelantaban a la cueva.

Ya dentro, caminan por un rato, observando los rasguños en las paredes y el suelo. En ciertos lugares se podía ver los restos de los cadáveres de animales y uno que otro de humanos.

Con forme se iban adentrando a la caverna, Lilith fue sintiendo una presencia dentro de lugar. Sin embargo, no se inmutó a molestarse, ya que aún debía recolectar algunas muestras del lugar.

Llegando a una entrada donde se hallaba una escalera en espiral echa de piedra, que descendía a una profunda fosa, en la cual se podía observar miles de cadáveres.

El lobo advierte: -tengan cuidado por dónde pisan. -mirando las paredes con abertura y los escalones en mal estado.

Bajando en fila con Ziel delante y Jonathan detrás, Lilith no puede evitar sentir la desagradable mirada de alguien desde las paredes.

-no estamos solos. -le susurra el lobo al sentir también la presencia.

-son espectros. -comenta el zorro, iluminando las paredes. -al parecer las almas están atrapadas en la caverna.

-son demasiadas. -menciona Lilith seriamente.

Ya en el fondo de la fosa, la bruja encuentra un pasadizo secreto en una de las paredes del lugar. Sin embargo, al intentar abrirla es arrastrada adentro, dejando al lobo y al zorro del otro lado; los cuales al ver cómo la pared se la tragaba tratan de sacarla.

Pero lo único que provocan es que el círculo mágico debajo de los cadáveres se activen; regresándolos a la vida como un ejército de muertos.

Por otro lado, Lilith queda frente a un pasillo iluminado por antorchas. Sin dudar camina recto hasta el final, dónde se hallaba un tipo de cuarto reforzado con runas. Las cuales le arrebatan su magia al entrar.

-no esperaba visitas. -dice la voz de una mujer mayor.

-yo no esperaba que alguien viviera en este lugar. -le responde ella, mirando a su alrededor.

-por aquí. Niña. -dice la mujer, apareciendo detrás de una mesa de cirugía.

-¿Puedo saber quién eres? -pregunta manteniendo su distancia.

- ¿realmente quieres saberlo? -le responde con otra pregunta.

A lo cual ella dice sin dudar: -no realmente. Pero me intriga la forma como lograste controlar tantos cadáveres de troles.

-¡Valla! Así que te diste cuenta. -se ríe la mujer. -nada mal para ser una simple bruja.

-te parezco simple.

-por supuesto. -le sonríe, dejando a la vista unos enormes dientes. -a ustedes las brujas, les gusta aprender muchos tipos de magia. Sin importarle el precio que deben pagar.

-y tú qué serías. No parece ser una humana. Que precio pagaste para obtener tanto poder.

La mujer se queda callada por un momento, observando fijamente la nada. -demasiado.

-¿Valió la pena? -pregunta curiosa.

-así es. -dice fríamente. -y tú. Qué precio tuviste que pagar para tener esa forma.

A lo cual Lilith le responde con una sonrisa: - le vendí mi alma al diablo.

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