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Jonathan se queda en blanco por un momento, indeciso si rechazarla o ver qué pasaba. Pero la verdad no quería llevarla a un lugar tan peligroso luego de lo que le había ocurrido. Sin embargo, estaba la posibilidad de que ella se fuera por su cuenta.

-estoy libre el próximo sábado, te parece bien.

-¡Sí! -manifiesta con alegría, sorprendiéndolo.

-Entonces, te busco el sábado. -dice con una sonrisa en su cara.

-Sí… No. Bueno. Papá estará en casa…

-no te preocupes. -la interrumpe con diversión. -te busco a la 7.

-haaa… sí. Eto… Gracias. -cuelga.

-baya. Nunca creí verte de ese modo. -manifiesta Gael, al ver que había terminado la llamada.

Jonathan no le dice nada al respecto y solo sigue su camino. Sintiendo una extraña satisfacción en el pecho.

...****************...

La semana pasó volando, y el castigo de Lilith terminó por fin, para el día de los exámenes. Uno de los cuales pasó sin problema, al igual que su hermana. Solo que a diferencia de Ágata quien se destacó tanto en el examen escrito como práctico. Ella mantuvo un bajo perfil en el examen práctico, para no destacar tanto.

Cuando llegó el sábado, Lilith se levantó temprano y se vistió con un pantalón corto negro con medias largas del mismo color. Una blusa azul oscuro y un chaleco gris, junto a zapatillas para excursión. Su mochila la había preparado el día anterior. Con su caja de primeros auxilios y pociones de precaución. Así como sus talismanes y comida de reserva.

Saliendo de su habitación, se encuentra con su padre en las escaleras, quien la mira de arriba abajo.

-tienes todo? -pregunta con una ceja alzada.

-sí. -responde bajando con él al primer piso. -llevo hasta una brújula por si acaso.

-muy bien. -le da una palma dita en la cabeza. -creo que Erick dejó preparado el desayuno antes de irse.

Entrando en la cocina, Víctor saca de la nevera dos platos cubiertos con papel de cocina.

-este es para ti. -le entrega uno, con pequeños sándwiches de mortadela y queso.

Media hora después de que terminaran de desayunar, el carro de Jonathan se estaciona en la acera de la casa. Bajando del vehículo, camina por el patio hasta llegar a la puerta, dónde Víctor le abre para que entrarse.

-Sígueme. -dice seriamente.

Llevando al joven lobo a su estudio, le pide que se siente en la silla frente al escritorio.

-y bien. -suspira. -Lilith, me dijo que le ayudarías con la recolección de algunos ingredientes, de las montañas Carmín… Eso es muy amable de su parte.

-solo le hago un favor. -le responde con un semblante neutro.

-lo entiendo. -recuesta sus manos en el escritorio. -lo que no entiendo es por qué a ti. Entre tantos prospectos. No te ves cómo alguien que se deje manipular por los demás.

-No entiendo a lo que se refiere.

Víctor lo mira por un momento antes de decir: -no importa. -suspira. - Si le llega a pasar algo a mi hija, tu vida me pertenecerá. Lo entiendes.

-tenga por seguro, que bajo mi cuidado, no permitiré que algo le suceda.

-muy bien dicho. -se recuesta en la silla. -y otra cosa. El que mi niña ya sea mayor de edad, no significa que pueda llegar a cualquier hora.

-antes del anoche…

-mmn. Una hora después.

-muy bien.

Cuando se terminó la charla, ambos regresaron a la sala principal donde Lilith los estaba esperando.

-y bien. -dice parándose.

-diviértete cariño. -le dice su padre dándole un abrazo.

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