III

Ver a mi padre aquí, no me asusta ni mucho menos, ver su tranquilidad al acercarse a mi, no me da buena espina así que simplemente me dedico a ver a Giacomo, como es posible que quieras tanto a alguien que te traiciona.

-Sigo esperando una respuesta Renzo.

Renzo: ya lo sabes, no entiendo para que preguntas.

-Cuida como me contestas mocoso. Este chico que?

Giacomo: Max Di Conti, novio de la obsesión de tu hijo aquí presente.

Miro a Giacomo con ganas de matarlo, pero solo puedo respirar y guardar el arma en mi cintura mientras mi padre analiza mis movimientos.

...Renzo: Que? ...

-Cual obsesión de que habla Tu primo, porque secuestraste al hijo de uno de mis socios Tienes 5 minutos.

Renzo: Socio? Hablas de Maximiliano Di Conti, vaya socio es un maldito traidor que lo único que quiere es quedarse con las rutas de Palermo, solo que siempre se a tomado con pared ya que los gemelos están muy atentos a el y a sus malditas distracciones.

Max: Mi padre no es ningún traidor, Ya veo quien eres, Tu eres el Diavolo. Porfin puedo ver el rostro del hombre que dio muchos problemas en Noruega, ustedes son la mafia De la camorra y usted es la bestia.

-Niño cierra la boca.

Estaba consiente que después de esto habría que matar a este imbécil obvio a mí no me disgustaba la idea, pero ver a mi papá cómo lo soltaba y pidiéndole disculpas,mi padre pidiendo disculpas, dios nisiquiera a mamá.

-Max, siento mucho lo que mi hijo está haciendo, obviamente se equivocó de persona eso lo sabemos pero sabes cómo es el negocio nuestras identidades deben permanecer bajo sombra y que tú sepas de él y nosotros es muy peligroso.

Max: Señor De Lucca, yo soy un aliado más a la cadena como lo es mi padre, así que usted también conoce ya el rostro de Sacra corona unita.

Ruedo los ojos sacando mi arma nuevamente y apunto a el niñato estúpido frente a mí

Renzo: Sacra corona jamás fue aliada de la cadena niño estúpido, tu padre es un maldito traidor, así que esto me ahorra mucho tiempo.

Disparo directo a su cabeza mientras papá se cruza de brazos y Giacomo ríe bajito.

-Acabas de manchar mis zapatos Renzo, espero que tengas una muy buena explicación para está estupidez procura limpiar este desastre y no dejar nisiquera un rastro de este niñato, tu madre se volverá más loca, mierda mis zapatos.

Veo a papá salir dando órdenes, mientras reniega de que sus fino zapatos se mancharon.

-Como eres un maldito chismoso tu limpiarás este desorden dejándolo tan impecable como estaba, no quiero ni verte como por 3 días.

Mi primo se toca el pecho indignado para luego gritarme que soy un amargado, cuando salgo de la bodega mi papá estaba esperado por mi recostado en mi auto

Royce: Aléjate de la chica, es la única advertencia que te daré, Lorenzo me contó tiene 18 años. Tú entras casi a los 25 así que aléjate Renzo o no seré yo quién vuelva hablar contigo.

-Es encerio, nuestro lema es la lealtad y estoy rodeado de puros traidores esto es el colmo.

Royce: Nadie te traicionó, tu hermano está preocupado por lo que ha encontrado de la chica que en realidad es nada, todo lo que encuentra de ella es borrado tiempo después, hay alguien que la protege o quien no quiere que se sepa de ella. No volveré a repetir lo que te dije.

Mi padre sube a la camioneta mientras yo me quedo pensando en la situación, esto es muy extraño escuchó a el llorón de Giacomo decirme que lanzó el cuerpo de el imbécil en ácido y todo resuelto.

-Tienes contacto aun con el hacker amigo de la tía Gianna?

Giacomo: No haré nada, tu loco padre me amenazó con decirle a el abuelo que me iría a el ejército para las vacaciones así que no cuentes conmigo, primo conociste a esa chica ayer porfavor deja todo así, aléjate

-Bien haz una nueva reserva en el restaurante volvernos hoy por la noche y cierra la maldita boca Giacomo.

Me voy dejándolo casi que mudo y enojado pero me importa una mierda, soy Renzo de Lucca y lo que yo quiero lo consigo.

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Los padres de Max llegaron junto a unos policías los cuales me interrogaron y gracias al cielo por mi memoria fotográfica pude darles las placas de la camioneta, el señor Maximiliano me causó mucha curiosidad, yo no sabía que Max tenía un padre con demaciado dinero y mucho menos que fuese alguien importante, pues si al caso vamos Max jamás hablo de su padre.

Maximiliano: Niña muchas gracias por tu ayuda, si max se contacta contigo podrías avisarme.

-Claro que si señor. señora Rosalba avíseme porfavor cualquier cosa

Rosalba: Claro que sí mi niña, gracias por tu ayuda y por querer a mi hijo cómo lo haces.

No podía evitar llorar abrazada a la señora Rosalba quien conocía mis sentimientos por su hijo, el miedo que sentía en estos momentos al no saber donde estaba me estaba matando, ese señor me miraba muy atento como si quisiera leerme, me causaba mucho miedo.

Pocas horas después estaba ya en mi trabajo pero con mis pensamientos puestos en Max y en estos últimos 5 meses que eh estado saliendo con el, mi celular empezó a sonar y al ver que era la señora Rosalba lo atendí sin pensar, pero su llanto era tan grande que no entendía lo que sucedía hasta que escucho la voz de mi abuela, la cual me dice que encontraron a Max pero estaba muerto.

Mi corazón dejo de latir por un momento, solo mi cabeza repetía la palabra muerto desde ese día comenzaba mi odisea en contra de esa sombra sin rostro que me perseguía día y noche, me atormentaba de una manera que llegue a pensar en volver a Brasil pero mis ideas se vieron cambiadas por La inesperada enfermedad de mi abuela, aquella maldita enfermedad que me haría tomar decisiones de las que me arrepentiría con el tiempo.

Una obsesión oculta, puede ser más peligrosa que cualquier otra cosa, pues Abigail era ajena a la cantidad de personas que estaban tras ella unos por maldad, otros por amor, y otros solo por creer que una noche sería suficiente para calmar sus más bajos instintos.

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