CIUDAD ( A )

El saco una pequeña perla y la introdujo en la boca de Robert, si lo iban a abandonar era, mejor dejarlo con una forma de sobrevivir.

Después de comer, Tom se quedó dormido.

El sol empezó a asomarse, el miró a los tres dormidos y suspiro, tendría que salir solo.

Dejo comida para Tom, un tarro de agua y algunos implementos, le gustaba estar limpio, solo que con el nuevo integrante aún no se sentían muy agusto.

El abrió la puerta y salió, tenía un pantalón licrado de color negro y un saco rojo, además llevaba una mascarilla.

Bajó al primer piso, aún tenía suministros, pero si el equipo crece sería difícil que no se gastará todo.

Había pocos zombies en el área, tenía que moverse rápido, por la velocidad de estos anoche, ya volvieron a evolucionar.

— no sé si fue buena idea salir de casa.

Caminó al rededor hasta que encontró una pequeña tienda, reviso el interior desde afuera, y aunque todo se veía rojo, no había movimiento.

Entró en la tienda, estaba bastante completa.

— salieron huyendo y dejaron todo atrás.

Miro los empaques tranquilamente y lanzo lo que aún estaba en buen estado, tomo algunos panes que aún no tenían hongos, además de algunos jugos que no habían caducado, también en papeleta.

Después de vaciarla salió del lugar, se dirigió a un supermercado que no estaba muy lejos de la tienda.

En este si había movimiento, habían dos zombies comiéndose un torso, que repugnante es esto.

Pensó izumi en sus adentros.

Después de buscar, había más en la parte de arriba y en el almacén.

— no debería entrar... Pero hay cosas buenas.

El se arriesgó, al sentir su presencia los zombies corrieron rápidamente, no esperaba su movimiento tan rápido, el cayó al suelo.

— Dios mío.

Lanzo una linea cortando la cabeza de ambos.

Luego se levantó, antes de empacar todo quería asesinar a los demás.

_ ¿ que está sucediendo con estos zombies, ?

Parece que algunos evolucionaron, aciendose más peligrosos para los humanos sobreviventes.

Primero se dirigió a la parte de arriba, en este había las cosas de aseo personal, el corto la cebeza de los zombies antes de que pudieran reacciónar, en estos había muchos, uno se dió de cuenta y corrió hacia el, el se escondió detrás de la estantería de lss toallas personales, el zombie agarro su cabello atraves de la estantería, el corto su mano.

El grito del zombie Alerto a los demás, el lo asesino y bajo al almacén.

Estos estaban más alerta.

— debería dejar este lado en paz.

No queria arriesgarse más.

Esperó un momento haber si otros zombies fueron alertados, pero al no ver entrar a nadie, empezó a recorrer el lugar, empaqueto todo lo que vio, esta ves no tenía tiempo para ver qué estaba caducado, bueno excepto por las carnes, arroz y pan.

Lo demás lo lanzo sin pensar, lo verificará después.

Tomó todos los objetos personales como tohallas, pañitos, hasta mascarillas, quien sabe para que le servirán.

Cuando terminó se preparó para irse.

Paso por el almacén y vio que los zombies estaban más calmados.

— no, no voy a entrar.

Cuando se iba alejando, noto varios baldes con tapa, uno había Sido abierto este tenía agua.

El dudo un momento, pero luego se arriesga.

— es agua no puedo dejarlo.

Abrió la puerta y los zombies corrieron hacia el, su pecho empezó a latir rápidamente y los asesinó, el se mancho con su sangre.

— que repugnante, bueno ni modo.

Camino hasta los baldes, y los destapó.

— que suerte la mía.

Envío todo a dentro del espacio, era agua potable, alguien debió recogerlo, pero tuvo que dejarlo, los zombies no lo tocaron, después de todo no estaba vivo no podían comerlo.

El rebuscó al rededor y encontró más.

— todo, todo me lo llevo todo.

Después de tener una fructífera recolección, salió del supermercado.

Continuo caminando, encontró farmacias y almacenes, tomo ropa y toallas, zapatos.

Para cuándo estuvo satisfecho, el atardecer había llegado.

Estiró su cuerpo y se preparó para regresar.

Empezó a caminar de regreso, de pronto un vehículo se detuvo frente a el, el saco las gafas y se las puso rápidamente.

— ¿ chico necesitas ayuda. ?

Hablo un hombre de contestura delgada, cejas Pobladas y sonrisa encantadora, detrás de el habían dos hombres más, uno con un cuerpo robusto y ojos pequeños, se veía muy gracioso, el otro era un gordo, que vestia una camisa naranja brillante.

El negó.

El tipo se bajó del auto.

— enserio, en este mundo caótico, ¿no necesitas ayuda?

El volvió a negar, el tipo se rió fuerte y sus compañeros lo siguieron.

— pequeño mírame.

El bajo la cabeza pero el la levanto, sus ojos se tornaron negros.

— me obedeceras ahora.

Izumi sintió que perdía el control de su cuerpo, pero antes de hacerlo del todo su poder repelió al otro.

— sube.

Ordenó él hombre, el subió al auto como el quería, el hombre lo siguió.

— este chico tiene buen cuerpo, nos divertiremos está noche.

Qué asquerosos son estos tipos.