Gracias por venir

En la fría habitación se encuentra Isabela no tiene fuerzas para seguir, pero no quiere morir ahí así que abre la ventana como puede y está alto la casa es de tres pisos sin balcón

-rayos!! 🥺

Corre asustada al rincón nuevamente porque la puerta se abre, era un hombre mayor con un pan y leche.

-Señorita, nunca pensé volver a verla, no te veo desde los 3 años, tu madre siempre te recordó hasta sus últimos momentos.

-Conoció a mi madre.

-Si era mi prima, tengo una deuda grande con tu padre por eso trabajo con el aquí, solo así pude salvar a mis hijos, ellos están fuera del reino y fuera del alcance del Duque, come, no es nada malo, tu hermano está ocupado en el primer piso no vendrá.

-Ese tipo dice no ser mi hermano

-Si es tu hermano, solo que el duque le dijo que no, porque él adoraba a su madre, le mintió para que no lo odiara, tu madre era rubia y hermosa como tú, pero esos ojos azules solo te los pudo heredar tu padre, tu madre era joven y confío en quien no devia, no hay gran historia en eso.

Isabela tomaba el pan y la leche tenía hambre, en realidad ese tipo si es su hermano, para ella es desagradable.

-Le traje una capa y unas botas la ayudará a salir de aquí, la bajaré por el balcón, dejé un caballo en esa dirección, por favor corra, corra lo más rápido que pueda, yo cerraré por dentro.

-Pero usted...

-No se preocupe por mí, yo ya no importo, mientras mi familia este la salvó yo estaré tranquilo.

Isabela con ayuda del señor bajo y logro llegar al piso, solo le decía con sus manos que corriera.

Ella lo hizo, solo espera que no se den cuenta, al estar en el bosque es difícil caminar mucho menos correr, pero tiene que hacerlo, escucha ruido entre los árboles, pero se esconde, lo que no sabe es que es el escuadrón que pasa velozmente, cuando la capitán llega a la casa logra ver qué está resguardada, pero cada guardia cae ante las dagas de ellas, al entrar detienen a toda pero no está la duquesa y no está su hermano, solo encuentran herido a una persona en el tercer piso.

-Quise salvarla, pero él no tardó en llegar, se fue en esa dirección, por favor vaya a salvarla

-Mi señora venga hay esclavos en el sótano.

-Manda a dos a buscar a la duquesa en esa dirección, la noche es densa será difícil encontrarla.

Isabela se ha perdido en el bosque, supone que se equivocó de camino porque no ha encontrado ningún caballo, cuando tropieza y cae

-Maldición!!

-Mi pequeña hermana quería abandonarme

-Maldito loco, acaso no piensas dejarme en paz, te odio, eres un ser despreciable.

-Que, ja, ja, ja si lo soy y tú no te vas a escapar de mí.

-Soy tu hermana, acaso no lo ves, nos parecemos físicamente, tenemos los mismos ojos, son los de nuestro padre, en serio crees que habría ahí vagando en la calle casualmente una niña como yo, eres un idiota.

-No, mi padre amaba a mi madre.

-Tu padre era un cerdo igual que tú

Su hermano la golpea y ella corre, él va detrás de ella pero está vez grita, grita lo más fuerte que puede por qué no piensa morir sin luchar, él la atrapa y la tira al suelo empieza a desgarrar su ropa ella lo muerde lo patea y le echa tierra en los ojos.

-No, no dejaré que lo hagas, te odio.

-Maldita, te voy a enseñar a respetarme.

-Jaja eres un cobarde, eso es lo que eres

Logra salir corriendo una vez más, pero no tiene fuerzas hasta que choca con alguien piensa que es un hombre de su hermano, lo empieza a golpear.

-Suéltame, suéltame

-Que te paso, Isabela soy yo mírame, soy yo.

Isabela no dejaba de llorar y de golpearlo, hasta que escucho su voz, ella solo vio sus grandes ojos y sintió alivio por un momento.

-ooh!! por dios, viniste, viniste, gracias, él, él.

-Te hizo algo? Isabela dime.

-No, no me hizo nada, bueno no abuso de mi si es a lo que te refieres, pero si me golpeó

Martin la veía golpeada, con su ropa toda desgarrada y sintió una gran furia, como puede ser un hombre tan cobarde.

-Sueltala, ella es mía.

Era el hermano de Isabela hablándole, su rostro está lleno de locura

-Es mi esposa, no es tuya, es tu hermana maldito enfermo.

-Ella no es mi hermana, te mataré y será mía.

-Inténtalo si puedes

-Siempre he querido matarte, como te atreviste a tocarla, ella era mía, tú me la quitaste, la has tenido en tu cama, te voy a matar.

Dos choques de espadas resuenan en la oscuridad, Martin está entrenado y sabe cómo pelear, pero el hermano de Isabela no se queda atrás, logra defenderse y atacar muy bien.

Martin al tener más experiencia en la guerra logra lastimarlo y que caiga, el hermano de Isabela le lanza tierra a los ojos y logra separarse, toma una ballesta y dispara, con lo que no contaba es que Isabela se interpuso y le dispara a ella, Martin solo la atrapa entre sus brazos, una de las mujeres que la busca atraviesa con su espada al hermano de Isabela terminando así con su vida.

Martin solo mira a Isabela que está en el piso.

-Pero que hiciste, no debiste.

-🥺 Gracias por no dejarme, gracias por venir por mi, tu eres una víctima entre todo esto, no voy a permitir que te hagan daño.

-Isabela, no

-Duque déjeme curarla, tengo que sacar la flecha, sostengala bien porque sangrara mucho.

Martin hacia lo que le pedían, solo veía a la mujer poner magia en el abdomen de Isabela, la herida la ha cerrado, pero no despierta.

-Que pasa por qué no despierta.

-Ella no tiene magia, no puedo pasarle maná, solo cerrar la herida y que no sangre más, debemos llevarla al palacio.

-Bien yo la llevo, gracias

En unas horas ya estaban en el palacio, la noticia de todo lo que pasó ya se sabía, la familia de Isabela murió por traición, ella resultó herida al escapar de su hermano.

Muchos la creían sospechosa, pero otros más la defendían, ella es mujer y a las mujeres casi nunca las involucran en los negocios, las amistades de ella en la academia la defendían diciendo que ella es muy amable, buena y que siempre ayuda a los demás.

El doctor revisa a Isabela que la han cambiado y limpiado, sigue inconsciente, pero solo surge un problema

-Duque

-Como está ella, cuando despertara.

-Perdió sangre, por eso está débil, pero poco a poco ella despertará, no se preocupe, solo que hay algo que debo decirle, como sabe su herida solo fue cerrada, pero al no tener magia su herida no sanará del todo.

-Que quiere decir?

-Señor la flecha atravesó la parte baja del abdomen, su vientre ella, ella será incapaz de concebir, señor será prácticamente imposible, lo siento mucho.

-Martin sabía lo que eso significaba para una mujer, ella quería tener hijos, se lo dijo la noche que pasaron juntos, ella no tomo nada.

Lo que él no sabe es que Isabela si tomo sus pastillas antes, solo lo dijo por qué así se aseguraba de que él apresurara la boda, en su vida pasada nunca tuvo hijos y en esta jamás lo había pensado.

Ella despierta, al abrir los ojos ve a Martin dormir en el sillón, con la altura que tiene no cabe y está a punto de caer, ella intenta levantarse, pero no lo logra, eso hace que él se despierte.

-Pero que haces, te vas a lastimar

-Te vi dormir no quise despertarte, no me morí.

-No, tonta como pudiste hacer eso, Isabela yo tengo magia podían curarme si salgo herido.

-Mis pies solo se movieron no pensé, al menos con magia no tendré una cicatriz 😅

-Que pasa, te ves serio, dime qué ese idiota está muerto

-Si está muerto, pero no es eso, Isabela tu herida fue grave, tú... Nunca podrás tener hijos.

-Heee

Martin solo vio como ella se quedaba sería, pensó que lloraría cuando asimilará la noticia, pero Isabela solo agachó la mirada sin decir nada, pensaba que como ellos se van a divorciar, no le ve problema.

-Isabela podemos ir a ver al gran mago si quieres, o a otros medic...

-No es necesario, Martin en cuanto nos divorciamos, no tendrás que preocuparte más por mí, me iré del reino y tú podrás casarte de nuevo, tendrás una esposa que pueda darte muchos hijos, llenaras el gran jardín del Ducado con niños y niñas corriendo por los grandes pasillos.

-Que dices, pero estás loca si piensas que te voy a abandonar.

-Que? Pero, pero, 😮‍💨 Martin tú no me amas es solo tu instinto de protegerme lo que te hace decir eso, aunque me quedé contigo a caso podrás amarme, podrás vivir sin que te dé hijos, tú debes de tener a tu heredero, busca a una mujer que te ame, se feliz, te juro que no tienes que preocuparte por mí, la gente va a hablar, pero comprenderán la situación, saben que no puedes quedarte conmigo, prepara los documentos los firmaré.

-Isabela, a dónde vas a ir, no puedo dejar que estés sola.

-Tal vez a otro reino, no se, pero tú no te sientas culpable, de hecho te agradezco que fueras por mi.

-Me creerán un canalla si te dejo, dónde quedaría el amor que todos piensan que tenemos

-🤣🤣 hay si tienes razón, si me pase con esa historia, disculpa no lo pensé, podemos esperar unos meses si te hace sentir mejor, poco a poco entenderán que yo no podré darte hijo y por más que me ames debemos separarnos, aunque eso significa perder un gran amor, escribiré la historia de seguro vender muchas novelas de la triste historia de la Duquesa abandonada, que buen título.

-Basta no es una broma, si nos divorciamos jamás podrás casarte.

-Y que piensas hacer conseguirte una amante, tener un hijo y que lo adopte, lo vas a condenar a que sea un bastardo, pobre niño, estás loco.

Martin no sabia que contestar, sabe que si intenta retenerla, sería cometer el mismo error, asi que guarda los sentimientos que tiene y acepta el divorcio.

-Esta bien, prepararé todo, te daré dinero para que puedas hacer tu vida, eres libre.

-Gracias.

Al cabo de unas semanas ambos firman su divorcio y el Emperador como testigo, Martin abre una cuenta de banco para qué le mandé dinero cada mes.

-No era necesario

-Si lo es, no puedes estar sin dinero, si necesitas algo no dudes en decírmelo.

Isabela se despide, mientras se hospedara en el hotel para pensar en lo que va a hacer, solo se despide de Martin, aunque la sensación que siente no le gusta, quisiera decirle que se quedará, pero eso sería condenarlo a una vida sin hijos ella no puede hacer eso, él debe ser feliz, con su verdadero amor.

Martin la ve salir del despacho y por más que quiera retenerla no puede, solo le queda verla tal vez ella sea feliz lejos de él.

-Duque, lo siento mucho sé que ambos deben sufrir mucho, su amor es muy conocido, lamento la situación.

-Gracias majestad, pero ella lo decidió, dice que no puede condenarme a una vida sin hijos.

-Si, lo se, debe intentar ser feliz, puede volverse a enamorar.

-Usted lo haría?

-Como?

-Si fuera su caso lo haría, la olvidaría y amaría a otra mujer.

-No, no lo creo, yo amo a mi emperatriz, su situación es difícil Duque, tal vez cuando ella esté mejor puede buscarla, pueden adoptar, no es muy común pero tampoco imposible.

-También, se lo dije, pero todos saben que la línea de sangre es importante, dijo que no sería la culpable de que se rompiera esa línea, nuestro reino ha tenido muchos avances desde sus padres majestad, pero hay cosas que los nobles se niegan a aceptar, si ella se queda será señalada para siempre, como la mujer estéril que jamás podrá darme hijos,

-Si, entiendo.

-Me retiro majestad

Martin en su palacio solo llega a descansar, para mañana todos sabrán de su situación, le llevarán cartas de compromiso y él no está preparado para eso, quisiera salir corriendo, solo regresará al Ducado, tiene trabajo y la frontera apresar de que el problema está resuelto, no cree que dure mucho, le pedirá ayuda a la Emperatriz para su esposa, pero no ahorita, en estos años han pasado muchas cosas, solo quiere estar en paz por un tiempo.

En el Hotel Isabela prepara solo unas cosas, a su doncella la libera ella va a su pueblo de dónde fue raptada, si se quedó con Isabela fue para no morir, pero ahora es libre, Isabela solo le da dinero y le agradece que no dijera nada sobre ella, la joven no lo hizo por qué noto el cambio en ella.

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