Una nueva vida

Para el Reino de Dark, fue un gran sorpresa que el Archiduque tuviera una esposa, la mayoría de los nobles se molestó, ya que sus hijas perdieron la oportunidad de entrar a la familia real, poco pudieron hacer por qué el emperador en el consejo la presento junto con todos sus documentos, si bien su título era de Baronesa, tiene la preparación necesaria para ser Archiduquesa.

Para algunos su historia era fascinante, como ella viajó todo ese camino sin imaginar que volvería a verlo, para muchas chicas era una historia de amor con final feliz, pero su historia apenas comienza.

Ernesto le dijo a Raquel que tenía que volver al Ducado, pero ella no quiso quedarse, así que viajó con él, Ernesto no quería, pero termino por aceptar, fue un viaje largo y llegaron con bien.

-Esto es hermoso, los paisajes son preciosos.

-Te llevaré a mi cuarto para que descanses

-Si, gracias

Los sirvientes también se sorprenden al verla llegar, les avisaron que llegarían, pero su sorpresa al verla embarazada fue mucha, todos saludan amablemente y la atienden.

-Majestad el cuarto más grande está listo ahí estarán más cómodos, señora si necesita algo no dude en pedirlo.

-Gracias, muy amable

-Gracias, llevaré a mi esposa y bajaré para dar instrucciones.

-Claro majestad.

La habitación era la principal así que es lo suficientemente grande para los dos

-Amor necesitas algo? Quieres que te pida de comer, no te duelen los pies.

-Un poco, no tengo hambre más tarde, ahorita solo quiero descansar.

-Bien voy a checar los pendientes y regreso.

Ernesto dejó a Raquel en la habitación para avanzar un poco con su trabajo, se le ha juntado, pero necesita revisar su agenda para poder estar al pendiente de Raquel, el nacimiento de su hijo está cerca y necesita ayuda con las revisiones de la frontera.

-Majestad me llamo?

-Fabián, no he podido darte las gracias como es debido, pero sé cómo te pagaré el haber protegido a Raquel, quiero que seas capitán, me ayudarás con la vigilancia de la frontera, asignaré una casa para ti madre no es necesario que trabaje, pero si quiere hacerlo puede estar con Raquel.

-Majestad gracias por la oportunidad, le juro que no le fallaré, le preguntaré a mi madre que es lo que quiere hacer, ella decidirá. Usted siempre fue amable conmigo, intenté detener la corriente, pero no pude, yo sabía que no estaba herido, pero al ser solo un plebeyo no pude hacer más, solo vi en el campamento médico como la señora lloraba cuando el duque le dijo lo que pasó, fue por eso que me atreví a decirle todo.

-Gracias.

Fabián se retiró para ir a hacer su nuevo trabajo, nunca imagino que podría ser un capitán, él es plebeyo y aunque posee magia es difícil llegar a tener un rango alto.

Raquel solo está a días de dar a luz, ha encargado ropa para su bebé, está ansiosa por conocerlo, se pregunta que será su niño o niña, nunca se imaginaba estar en un Ducado, para ella es un sueño que Ernesto esté con ellos, se había hecho la idea de estar sin él, solo su hijo le daba fuerzas, sin ese niño talvez al enterarse de que el duque Martin fue el culpable de lo de Ernesto, sería capaz de matarlo, aunque fuera condenada a muerte, tal vez así volvería a ver a su amor.

Pero su hijo fue una alegría en su corazón, el consuelo que la hizo salir de Lyra, para ir a Dark donde se encontró con una agradable y desagradable sorpresa, pero ahora es feliz con Ernesto y su hijo.

En una mañana Raquel despierta por los dolores que poco a poco se intensifican.

-Ernesto, despierta tengo dolor creo que tu hijo va a nacer.

-😱😨 heee que hago.

-Lo primero llama a la mamá de Fabián, por qué si me duele mucho, quiero ir al baño ayúdame.

-Si, ya voy.

Ernesto al levantarse tropieza con la alfombra, con la silla, la mesa y no podía abrir la puerta del baño, Raquel solo quería reír, pero el dolor era fuerte.

-Despacio, te vas a lastimar

Raquel intenta ponerse de pie, pero al estar parada se le rompe la fuente y Ernesto entra en pánico, no sabe que hacer lo único que hace es salir al pasillo y gritarle a las doncellas.

-Ernesto cálmate que me pones nerviosa y me duele como no tienes idea, ya estate quieto 😩

-Pero que hago 😨😱😰

-Nada, solo ven llévame al baño.

En cuestión de minutos, la mamá de Fabián llegó, pidió todo lo necesario para el parto, Ernesto sostenía la mano de Raquel, cada vez el momento estaba cerca.

-Majestad, puje ya veo la cabeza, una vez más.

Raquel solo pujaba, Ernesto ya tenía roja la mano y con su mana ayudaba a Raquel, ella le dijo cómo hacerlo, lo canalizaba directo en la espalda, para Raquel funcionó como la anestesia que ponen en la época moderna.

-Jamás pensé que se pudiera hacer así, eres genial te amo

-Solo pueden los que son sanadores y saben controlar el maná.

Un llanto resonó en el cuarto, la partera con el bebé en brazos, un lindo niño con cabello negro y ojos dorados como su padre, lo limpio y se lo paso a Ernesto, quien lo cargo y sintió la sensación más hermosa que puede sentir, su felicidad no puede describirla, se lo pasa a Raquel para que lo vea y también está muy feliz, sobre todo por poder compartir ese momento con él.

-Ernesto es igual a ti, son tus mismos ojos, así me lo imaginé no importaba si era niña o niño, quería que tuviera tus ojos dorados, cuando creí perderte solo podía pensar en eso, en verlo y que fuera como tú.

-No pienses en eso, estoy aquí con ustedes y jamás me voy a separar de ti, ambos son mi familia, te amo.

Ernesto se quedó con ellos, Raquel durmió tranquila en lo que él lo cuida, lo carga y lo ve, para él es el bebé más hermoso que pueda existir, le pide al mayordomo que mandé el aviso a sus padres y a su hermano.

Pronto todos en el reino sabían del nacimiento del hijo del principe, para el reino también era un principe con derecho al trono, pero Raquel y Ernesto no quieren ese título, quieren que lleve una vida tranquila.

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