Desilusión

Durante unos días Fabián y Ana visitaron el palacio administrativo, ambos palacios están juntos, pero son enormes, es difícil poder ver a Ernesto, pero hoy es una reunión de nobles en el palacio principal, el jardín está preparado para este evento, la emperatriz y el rey de Lemir están de visita, así que algunos accesos están permitidos, Fabián y Ana ven la oportunidad para ir, la ventaja es que Raquel en Dark uso su título para poder hacer algunos negocios, así que Fabián lleva uniforme con el escudo de la Baronía de Raquel y Ana va vestida de doncella, caminando por los pasillos de lejos pueden ver a Ernesto con una mujer muy hermosa, de cabello negro y ojos dorados, se pregunta quién será, hasta que escucha una conversación entre caballeros

-La princesa es hermosa.

-Si ella será la Emperatriz de Lemir, el de alado es el príncipe Ernesto Archiduque del norte.

-Es el príncipe que renunció a la corona.

-Así es, aunque ahora que regreso comentan que tuvo un accidente, no recuerda nada, solo vino de visita.

-Vamos es hora de regresar.

Ambos caballeros se van, dejando a Fabián y a Ana confundidos.

-Escuchaste

-Ana, eso puede ser verdad yo mismo vi como la corriente se lo llevó, intenté ayudarlo pero no pude.

-Como sabremos si no miente.

-Ve tu

-Queeee? Por qué no vas tu.

-A mi me conoce desde antes de ir al norte, en cambio, a ti te conoció ya después, si es verdad que no recuerda, su reacción lo dirá, él sabe perfectamente quien eres.

-Si me reconoce lo voy a golpear 😒

-No, si lo haces la señora no tiene el poder para sacarte del calabozo, además ... Si te reconoce confirmaremos que si se fue, si eso pasa no se que deberíamos hacer.

-Ya, ya voy dejá veo con que pretexto me acerco.

Ana caminaba entre la gente, al llegar junto a él solo se queda ahí un momento, verlo vivo es impresionante sobre todo por su ropa, siempre fue guapo, ahora se ve mejor.

-Saludos, majestad, disculpe a esta doncella, solo quería dar mi saludo.

Ernesto voltea a verla, pero solo se limita a saludarla, él siempre ha respetado a la servidumbre, Ana no logra ver ninguna reacción en el, solo la saluda y ya.

Ernesto se retira para ir con su madre, quien está en el otro extremo del jardín dejando a Ana confundida y Fabián llega para verla.

-No reaccionó al verte.

-No, nada, será posible eso explicaría por qué no regreso con mi señora.

-Si, Ana iré a hablar con él

Fabián está a punto de hacerlo, cuando escucharon de un grupo de damas que algunas de ellas son candidatas a ser su esposa, presumían y reían, entre ella estaba Lucia Soler, su padre era un Marqués que era parte del consejo, ella tiene la misma edad que el Archiduque así que piensa aprovechar y verlo.

Ana solo se molesta pero no puede decir nada, solo empuja a Fabián para que vaya con Ernesto, pero como se han distraído lo perdieron de vista y no lo ven.

-Ana ve hacia allá y me avisas si lo ves, debo hablar con él

-Si, voy.

Ambos lo buscan, pero no tienen suerte, lo más probable es que Ernesto esté en el castillo y ellos no pueden entrar ahí.

Lo que ellos no saben es que Raquel recibió una carta de su socio en Lyra, le comunica que puede contactar a un barón en Dark que es honesto y la ayudará con algunos negocios, le indica dónde encontrarlo pero le informa que fue al palacio administrativo, así que ella va ahí, como Fabián le dijo que iría pienza encontrarlo, ella siempre luce hermosa y sus modales junto con su forma de hablar, la hacen notar que es una noble, usa su título para entrar y le permiten el acceso a la recepción del palacio, a ella la acompaña la madre de Fabián.

Por los pasillos ella confunde el camino y toma un pasillo que la lleva hasta un gran jardín.

-Creo que me perdí.

-Señora quiere que pregunte

-Si aquí te espero, me duelen los pies.

La madre de Fabián va a buscar a alguien que le diga que caminos, Raquel solo mira el gran jardín, al dar la vuelta una mujer de cabello negro la ve, ella le da una sonrisa tierna.

-Pero querida que haces ahí, te has perdido.

-Si, creo que me confundí de camino

Raquel ve las joyas y ropa que trae son caras así que realiza un saludo formal. La mujer era la emperatriz Mariam se extraña al ver a la joven se nota que es una noble, su ropa es fina y por su vientre debe tener entre 7-8 meses.

-Soy La emperatriz Mariam, pero vamos te indicaré el camino, tu esposo debe estar preocupado.

-Oh! Majestad disculpé, no soy de aquí así que no sabía cómo era usted perdóneme, nadie me busca, soy viuda.

-Lo siento, pero vamos.

La emperatriz le indica el camino, pero primero la lleva a dónde ellos tienen su mesa privada, ahí Raquel saluda al emperador Arturo junto con sus hijos, también está presente el Rey Rodrigo y la princesa, Raquel no sabía que hacer estaba nerviosa por que no pensó conocer a la familia real, podía ver a los hijos del emperador eran hermosos niños de ojos dorados, lo que la hizo pensar en Ernesto sobre todo al ver al emperador y al rey, tiene un parecido sorprendente.

-Mucho gusto a todos, Soy la Baronesa Raquel del Valle, vengo de Lyra, es un honor conocerlos.

Todos la saludan y justo en ese momento entra Moira con su hija en brazos, se sorprende al ver a la joven rubia y sobre todo con su vientre abultado.

-De que me perdí.

-Amor ella es la baronesa Raquel, se perdió y mi madre le indica el camino.

-Oh! Mucho gusto, soy La emperatriz Moira.

Raquel solo abría los ojos de sorpresa, hasta que la princesa les dice a todos, que volteen a ver hacia el jardín.

-Vaya parece que mi hermano hoy si tendrá una entrevista, quien es ella.

-Mmm parece ser Lucia la hija del Márquez Soler, el enano dijo que quería entrevistarse con algunas damas, no sabía que lo haría.

-Moira mi hermano es joven todavía, debe esperar otro poco, además no ha recuperado su memoria.

Raquel estaba estática no se movía, solo se acerco al borde del barandal de la terraza, logro ver a Ernesto y una sensación de desilusión la invadio luego al poder reaccionar un poco, pudo unir las piezas.

-Majestad sus hijos son tres bebés, usted es Moira Mendoza, quien es él.

-Asi es, él es el Archiduque Ernesto Alvarado, pero pasa algo, te ves pálida por qué no te sientas.

Raquel volvió a voltear y está vez Ernesto platicaba con la señorita, ella era bonita y él se veía muy sonriente lo que hizo que bajara corriendo las escaleras, algo que preocupo a todos e hizo que se levantarán de sus asientos por la sorpresa de verla correr.

Todos en la mesa la siguen, como puede correr así estando embarazada, la emperatriz Mariam solo mira atenta la escena.

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